being my boyfriend. [J.JK] #2

Capítulo 7: Déjame ayudarte.

Nos acostamos uno al lado del otro.
Apoyó su cabeza en mi pecho, rodeando mi cuerpo con uno de sus brazos e insistiendo en que acariciase su pelo. Nos quedamos así durante un tiempo hasta que rompí el silencio.

-Kook...-dije casi en un susurro.-...sabes que puedes confiar en mí siempre, ¿verdad?

-Sí, princesa, lo sé.-respondió con una sonrisa.-¿Por qué lo dices?-preguntó curioso.

-Por nada, solo quería recordártelo.

Él se quedó callado.
Estaba segura de que sabía porque lo pregunté y mi idea se reafirmó cuando volvió a hablar.

-T/n, prometo encontrar el momento de contarte todo lo que ha pasado.-dijo de repente.-Solo sé un poco paciente conmigo, entiendo que puedo llegar a ser complicado a veces pero te prometo que pronto lo sabrás todo.

-No quiero presionarte. Cuéntame lo que ocurre cuando estés preparado para hacerlo y, si no quieres, no voy a molestarme ni crear problemas. Solo quiero que sepas que voy a ser siempre la primera en escuchar tus problemas.-le conforté.

-Te confiaré todos mis problemas cuando llegue el momento. Hasta entonces, no sientas que te estoy ocultando lo que ocurre o que estoy moviendo mierda detrás de ti.-dijo tranquilizándome.

-Solo quiero que no te pase nada y que sepas que no siempre tienes que utilizar la violencia.-me desahogué.

-No va a pasarme nada, ya te lo dije. Además, llevo años arreglando mis problemas de la misma forma.-dijo y me asusté.

-¿Cómo? ¿Qué... Qué quieres decir?-dije parando las caricias.

-Princesa, no estoy dentro de una mafia ni voy por ahí matando personas. Pero, si me haces daño a mi o a las personas que quiero no voy a dudar en hacer lo que sea que tenga que hacer contigo.-dijo con seriedad.

Me quedé callada.
Mentiría si dijese que no me asustó el saber de qué forma resolvía sus problemas. Sabía que no era un santo inocente que todo lo arreglaba hablando pero me desconcertaba lo poco que conocía de su historia pasada y de lo que hace en el presente con los conflictos.
Él levantó su cabeza de mi pecho, mirándome con esos ojos perfectamente rasgados y brillantes.

-¿Te has asustado?-preguntó mirándome con algo de tristeza.

-No, todo está bien.-mentí con una sonrisa para tranquilizarle.

-Los latidos de tu corazón no dicen lo mismo.-dijo y maldije en mi interior al darme cuenta de que estaba apoyado sobre mi pecho y mis latidos probablemente aumentaron.

Bajé la mirada sin decir nada.

-Hey, no quiero que me tengas miedo. No quiero que pienses que la persona que ahora mismo te está abrazando y a la que tú estás acariciando es un asesino serial o el jefe de una mafia.-dijo explicándose.

-No siento miedo hacia ti, sé que serías incapaz de hacerme algo malo. Incluso si en algún momento terminamos nuestra relación, estoy segura de que seguirías cuidándome o, al menos, intentándolo. Siento miedo al misterio de no saber que es lo que ocurre. Pero no pasa nada, confío en ti más de lo que crees. Estoy dispuesta a vivir con lo que sea que hagas en secreto si eso supone estar contigo por el resto de mi vida.-me sinceré.

Él sonrió al escucharme decir lo último.
Su mirada se dirigió a mis labios y se quedó mirándolos unos segundos.

-¿Cómo pude estar tantos años sin ti? Llevo esperándote toda la vida.-dijo él y me besó.

Sus labios estaban suaves y cálidos.
El contacto en nuestros besos me tranquilizaba. Estaba segura de que jamás me cansaría de sus besos, de sus caricias... Estaba segura de que jamás me cansaría de él.