being my boyfriend. [J.JK] #2

Capítulo 61: Me da miedo estar sin ti.

En cuanto colgué la llamada, guardé mi teléfono y caminé alrededor de aquel parque.
El frío parecía estar pidiéndome a gritos que volviera a casa, pero, necesitaba un poco más de aire fresco para ayudarme a calmar esa asfixia que llevaba sintiendo desde que hablé con Taehyung. Agradecí estar solo entre aquellos árboles, teniendo la oportunidad de desahogarme tanto como quería conmigo mismo. Parecía que cuánto más lloraba, más sacaba todas aquellas desgracias que permanecían dentro de mi.
No tan solo traía esos sentimientos de culpabilidad por mis comportamientos, de rabia y tristeza por las duras palabras que tuve que oír hacia mi padre, sino que, estaba sintiendo lo peor; miedo. ¿Conoces esa sensación de sentir que, en cualquier momento, todos se van a dar cuenta de quién eres realmente y van a dejarte solo? Era eso lo que me estaba matando, la jodida soledad.

-¿Son la 1:30 ya?-pregunté en voz alta para mi mismo mientras miraba el reloj.

Por un momento sentí como si acabase de llegar, sin embargo, llevaba más de dos horas dando vueltas a la cabeza como un idiota. Creí que ya era suficiente, así que me subí en el coche y me dirigí a casa.

T/N P.O.V

Estaba cansada.
Había sido un día largo y duro, quizá no físicamente, pero psicológicamente me había destrozado. Traté de irme a dormir más de tres veces, pero, inútilmente volvía a levantarme con las mismas ansias que la primera vez. No podía descansar sabiendo que él estaba ahí fuera, llorando y sin saber con exactitud a qué hora volvería a casa.
Me había pasado horas llorando. Mi sentimiento de culpabilidad solo incrementaba y pensé, por un momento, en la posibilidad de desaparecer. ¿Era acaso justo que siguiese aquí como si nada hubiese pasado? Había creído a dos personas que no significaban nada por encima del amor de mi vida.
Las agujas del reloj continuaban moviéndose y él seguía sin volver a casa. Me encontraba sentada en el sofá, con una manta sobre mis pies y una taza donde previamente había preparado algo de chocolate caliente.

-Debería volver a intentar dormir.-me dije a mi misma en un extraño susurro mientras veía la hora que era.

Fueron pocos los segundos que pasaron después de que yo dijese eso pues el sonido de unas llaves introduciéndose en la puerta principal me hicieron sobresaltar. Era él.
Miré a la puerta, esperando con ansias ver su bonita cara o, al menos, algo que me indicase como seguía su estado de ánimo. Así fue, la puerta se abrió y su figura llenó de silencio toda la sala. Cerró la puerta detrás de él y mantuvo su cabeza baja, supuse que estaba tratando de disimular la expresión de su rostro. Me levanté del sofá, quedándome de pie sin saber realmente qué decir.

-Jungkook, yo...-me quedé callada, me había quedado sin palabras, no sabía que decir.

Él permaneció en silencio, hasta que, unos segundos más tarde, levantó su cabeza.
Sus ojos estaban rojos, intensamente rojos. Sus labios estaban hinchados y enrojecidos, con algunas heridas causadas por las mordidas tan fuertes que probablemente se había dado. Su pelo estaba todo revuelto y su cara estaba llena de una expresión de cansancio. Sus pestañas estaban mojadas y sus ojos aún cristalizados, dejándome saber que había llorado en el camino de vuelta a casa.

-¿Me das un abrazo?-su voz se quebró al decir esto, acabando con el silencio en el que, accidentalmente, nos habíamos sumergido.

Me acerqué a él dando pasos cortos pero rápidos, aproximándome a su cuerpo y rodeando todo su torso con mis brazos.
Descansé mi cabeza en su pecho, permitiéndole descansar la suya sobre la mía por la diferencia de altura. Incluso durante el llanto, cuando su cabeza estaba hecha un completo desastre y lo único que hacía era llorar, dejó un beso en mi frente, haciéndome sentir querida y protegida, incluso si en ese momento su única prioridad debía ser él.