being my boyfriend. [J.JK] #2

Capítulo 64: Hoy y siempre.

Pretendía fingir que nada de lo que ocurrió me molestaba.
Supongo que me daba algo de miedo arruinar la perfecta noche que habíamos tenido con una discusión sobre algo que, por mucho que quisiese, ya estaba dicho. Sin embargo, necesitaba hablarlo con él, incluso si era de forma calmada, pues no podía dejar pasar aquello como si nunca me hubiese dolido.

-Ven aquí.-hizo un gesto con su mano para que me sentase sobre él.

Le miré con algo de indecisión pero, finalmente, accedí.
Me acerqué a él y, como comúnmente hacía, me senté sobre su regazo, dejando mis piernas a los lados de las suyas y nuestras caras frente a frente. Él acarició mis muslos, aprovechando que el vestido era corto. Este se había levantado mucho, aunque no lo suficiente como para dejar ver esas zonas desnudas. Sus cálidas manos rozaron mi piel como si del ser más frágil se tratase.

-Cuéntame, ¿qué ocurre?-buscó mi mirada, pero, yo la mantenía baja.

-¿Por qué no me dijiste que la semana que viene tenías que viajar?-pregunté siendo todo lo directa que podía.

-Princesa, pretendía decírtelo uno de estos días.-colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja.-No quería decírtelo con demasiada antelación porque te conozco y, por desgracia, sabía que si te lo decía una semana antes te pasarías esos siete días triste por saber que me iría.

-Aún así deberías habérmelo dicho, Jungkook.-suspiré.

-Lo siento, tendré más cuidado la próxima vez.-trató de solucionarlo.

No quería, y tampoco tenía la seguridad suficiente, para decirle porqué esa semana era tan importante para mi. Ni siquiera sé si fue una buena idea, pero, intenté que él mismo descifrara la razón de mi descontento con este viaje.

-¿Es muy importante?-cuestioné de repente.

-¿El viaje?-asentí.-Por supuesto, princesa. Sabes que si no fuese importante no te dejaría sola. Tengo que reunirme en Osaka con los empresarios de la nueva compañía que se fundará a comienzos del próximo año. Es necesario que discutamos sobre las futuras estadísticas de esta, podrían ser un problema para nosotros.-explicó mientras yo le miraba con atención.

-Está bien.-sonreí falsamente.

Él me miró con desconfianza, sin creerse aquella estúpida sonrisa que me tocó fingir para no caer en una discusión.

-Lo siento. Me aseguraré de que seas la primera en saberlo la próxima vez, ¿de acuerdo?-creyó que todo estaba solucionado.

-No hace falta que te disculpes. Todo está bien.-mantuve esa sonrisa forzada.-No tengo porqué estar al corriente de todo lo que haces, Jungkook.-mi voz ahora solo transmitía frialdad.

Su mirada estaba fija en mi, trataba de analizar mis acciones, mis palabras, mis gestos, mis expresiones... Trataba de descifrar qué me pasaba incluso si, a sus ojos, el asunto estaba zanjado.

-Estoy muy cansada. Iré a acostarme ahora, buenas noches.-le di un pequeño beso en los labios y me levanté de su regazo.

-Vuelve a sentarte.-ordenó con total seriedad ahora.

-¿Para qué?-le miré con mala cara.

-No me hagas repetírtelo dos veces.-su tono de voz era grueso y fuerte.

-Te he dicho que estoy cansada, Jungkook, ¿puedo irme a dormir?.-alcé la voz, intentando evitar, de manera impulsiva, que volviésemos al tema.

Él soltó una risita molesta y su mandíbula se tensó.

-¿Tenemos trece años?-preguntó mirándome con total frialdad.

Me quedé callada, totalmente absorbida por su intimidante e imponente mirada. Por un momento, mi cuerpo se paralizó ante su pregunta. Una vez más, me di cuenta del gran efecto que él tenía sobre mí. Toda aquella actitud que estaba teniendo era inmadura, pero, quizá, esa era mi única forma de escapar de la discusión sin estropear lo que quedaba de noche.