being my boyfriend. [J.JK] #2

Capítulo 18: ¿Jodidamente loco?

Me desperté con mucho frío.
No había sol fuera, tan solo nubes y un tono grisáceo que abundaba el cielo. Era un día triste, de esos en los que calentabas un poco de chocolate y te quedabas sin hacer absolutamente nada.
Deslicé mi mano por la sábana, buscando el cuerpo cálido de Jungkook. Mis ojos permanecían cerrados, pero se abrieron al notar que estaba sola en aquella cama. Rápidamente me incorporé, asustada por haberme quedado sola después de todo lo que había ocurrido.

-¿Kook?-pregunté en voz alta, mientras frotaba mis ojos con cansancio por el recién despertar.

Nadie contestó.

-¿Jungkook?-de nuevo pregunté.

Me levanté de la cama, tan solo con su camiseta.
Abrí la puerta del baño para ver si estaba, pero fue en vano ya que no se encontraba ahí. Salí de la habitación y caminé por el pasillo de la segunda planta, esperando verle en su despacho. Tampoco ahí.

-¿Donde...?-cuestioné en voz alta hasta que noté unas manos en mi cintura.

-Veo que ya te has despertado, ¿no tienes frío?-su voz estaba algo ronca.

Me di la vuelta y le vi.
Le abracé, quedándome unos minutos en su pecho. Su pelo estaba revuelto, como si se acabase de levantar y tenía una sudadera blanca junto a unos pantalones estilo jogging de color gris.

-Estaba buscándote.-susurré aún abrazada a él.

-¿Buscándome? ¿Por qué?-preguntó preocupado.

-Me desperté y no estabas. No quería estar sola.-respondí.

Sonrió lentamente.

-Ven aquí.-dijo agarrándome en brazos, haciendo que enredase mis pies alrededor de su cintura.

Sus manos quedaron en mis muslos y notó mi piel erizada.
Tenía muchísimo frío, no sabía a cuántos grados podíamos estar pero podía notar que era un frío penetrante, de esos que te congelan todo el cuerpo.

-Princesa, ¿por qué no te has vestido?-dijo notando que tenía frío.

-No sé.-dije hundiendo mi cara en su cuello.

Él me llevó a la habitación en brazos.
No me gustaba parecer una niña pequeña frente a él, principalmente porque siempre he sido muy independiente. Sin embargo, desde que le conocí y me transmitió ese sentimiento de seguridad y protección, es inevitable para mi comportarme así.
Cuando llegamos me sentó sobre la cama y sacó una sudadera negra de su armario, parecida a la que él tenía. En mi cuerpo, era enorme y daba la sensación de ser muy calentita. Agarró también unos pantalones y me obligó a cambiarme.

-¿Vas a...quedarte mirando?-pregunté nerviosa por su atenta mirada.

-Lo dices como si no hubiese visto y tocado cada centímetro de tu cuerpo.-respondió de brazos cruzados, apoyándose en la pared.

Bajé la mirada con una pequeña sonrisa.
Me quité la camiseta, quedando en ropa interior pero con el torso desnudo, puesto que no llevaba parte de arriba. Me cambié rápido para que no me diese más frío y le miré, viendo cómo sonreía mirándome de arriba a abajo.

-¿Todo bien?-dije mirándole con una sonrisa burlona.

-Más de lo que crees, princesita.-dijo refiriéndose a lo que vio.

Me reí.
Ambos bajamos juntos para desayunar. Vi como Jungkook se acercó a la cocina, dispuesto a comenzar a cocinar algo para comer así que agarré su brazo y le paré en seco.

-Vete.-dije sonriendo.

-¿Qué?-preguntó frunciendo el ceño.

-Déjame hacerlo. Siempre que estamos solos, sin la señora, cocinas tú. ¿Puedo probar a hacerlo yo?-cuestioné inocentemente.