«39: lo que la vida te quita»

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— Disculpe...— el oficial de policía levantó la vista de sus papeles para observar a la señora que minutos antes había salido de allí. Taehyung escuchó su voz y se sorprendió, prestándole atención a lo que hacía.— vengo a retirar a Kim Taehyung.— dijo.

— ¿Que relación tiene con él?— preguntó el oficial, dudando de que sea familiar o tutora del chico.

— soy su suegra.— las palabras salieron con naturalidad de su boca, pero Taehyung creyó haber escuchado mal, aunque sabía que no lo hizo, lo oyó claramente.— el es mi yerno, sus padres están fuera de Corea así que no vendrán por él, me lo llevaré yo a casa.— añadió la señora.

El moreno miró estupefacto, y con el corazón latiendole con una extraña emoción por la escena, como la señora firmaba unos papeles mientras el oficial lo sacaba de la celda en libertad.

La señora lo tomó con delicadeza del brazo y lo sacó de la comisaría en silencio, quedando a unos metros lejos del auto para hablar.

— gracias.— Taehyung le hizo una reverencia y le sonrió apenado por causar molestias.

— no lo hago por ti, lo hago por Yoongi.— dijo la señora, sin esperar sonar tan mal.

— oh...— soltó el moreno en seco.

— Yoongi siempre a sido reservado, tranquilo, casi parecía llevar una vida triste, hasta que llegaste tú y al parecer haz hecho un cambio en él.— se sinceró la señora.— al principio no me agradó nada de eso... Pero los hijos están para quererlos, no para juzgarlos... Y veo que el se preocupa por ti, y viceversa, así que lo único que puedo hacer es ayudarlo a ayudarte.— señaló suspirando con una sonrisa maternal mientras Taehyung escuchaba atento.— ¿Te gusta mi hijo?— preguntó de la nada.

— ¡¿Q-que?!  Sí, digo no, o sea, Quien no gustaría de él ¿no? — se rió con nerviosismo hasta que vio la mirada de seriedad, más no reproche, en el rostro de la señora. Ella quería la verdad.— sí... Me gusta mucho Yoongi.— aceptó, temblando, y viendo a lo lejos al mencionado mirándolos desde la ventana del auto.

— bien...— la señora Park pensó que se sentiría molesta si recibía un "sí" por respuesta, pero en cierto modo no fue así.— entonces no lo lastimes ¿Okey? Ahora es el único requisito que te pido para no tacharte de mala influencia luego de este "incidente"— habló en forma de broma, haciendo sonreír a Taehyung por su reacción tan positiva.

— no sé preocupe señora Min, jamás podría hacerle daño a Yoongi...— Afirmó el moreno.

— todos dicen los mismo...— dijo con ironía la mujer, para luego sacar unos billetes y dárselos.— espero que te alcance para el taxi... No creo que a mi esposo le agrade que vengas con nosotros, está muy molesto con ambos.— Taehyung no quiso aceptar el dinero cuando la madre de su novio se lo puso en sus manos, pero no pudo decir que no, pues apenas logró que lo sostuviera, se dió la vuelta y partió, entrando dentro del auto y marchándose.

Taehyung vió como Yoongi lo miraba por la ventana, con una pequeña sonrisa, mientras la señora miraba a su hijo y el señor hacia adelante, pero con un rostro enojado.

Al siguiente día pensaron que sería una jornada tranquila de colegio, pero las cosas estaban lejos de ser tranquilas.

Jimin había llegado con algo de maquillaje para cubrir su herida, nada mal en eso, aunque a Hoseok le seguía entristeciendo la situación, pero todo estaría bien ahora ¿No?

Quería creer que era así, pues Jimin hacia lo posible por sonreír y pasar un tiempo agradable,  pero al llegar la hora de almuerzo, el bienestar se desmoronó.

"Me cambiaré de escuela"  esa frase bastó para dejar caras tristes en la mesa.

— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¿Dejarás al club nada más?— cuestionó Namjoon exaltado.

— no... Por eso estoy avisando... Me mudaré con  mi mamá, así que me cambiaré a una escuela más cercana a su casa...— explicó el castaño, con una sonrisa débil en su rostro.

— bueno... es por un bien mayor — afirmó Taehyung, sonriéndole de la misma manera a su amigo. El resto que estuvo fuera del drama de la noche anterior no entendía nada, pero permanecieron en silencio escuchando.— te extrañaremos mucho... ¡Te visitaré todos los fines de semana!— el moreno intentaba subir los ánimos.

— no creas que así te salvarás de mi, Jiminie.— bromeó Hoseok intentando dar una pizca de felicidad, aún en ese triste momento.

— Aún me queda una semana aqui...— musitó Jimin.

— ¿Y que pasará con el baile?— preguntó Yoongi sin pensarlo antes.— digo... Podrás venir al baile de todas formas ¿No es así?— agregó, confundido con lo que iba a pasar.

— supongo que sí... Tendré que dejar a mis chicos del club organizarlo. Seguro les queda espectacular.— sonrió para si mismo con melancolía y luego se levantó de la mesa para ir caminando a su clase.

Pero de atrás lo seguía Hoseok.

— ¿Estás bien?— preguntó detrás de Jimin, y este pegó un salto y un chillido.

— ¡Me asustaste!— se quejó el castaño.— ¿Qué haces aquí?— cuestionó para cambiar el tema.

— yo pregunté primero.— dijo Hoseok.

— estoy bien... Creo...— artículo Jimin, siguiendo su camino.

— Jiminie, no me mientas...—dijo Hoseok, sosteniendo sus hombros para detener su caminar y hacer que ambos estén de frente.

Jimin suspiró.— okey... No es mi mejor momento, me siento...¿Liberado? Ahora que mi madre me está ayudando, pensé que sería una carga, pero anoche me escuchó y me cuido con tanto cariño que entendí que no lo era... Pero supongo que la vida da algunas cosas mientras te quita muchas otras.— se sinceró.— no quiero perderlos... Ni a ti ni a nadie.— finalizó con su respuesta.

— Jiminie, no nos perderás... Y menos a mí. Ya te dije, si esperas que deje de quererte y de intentar conquistarte, estás en lo equivocado.— Hoseok le sonrió al castaño, que se sonrojó por sus palabras, por lo alto que hablaba y por alguna razón parecía que repentinamente varias personas les estaban prestando atención.

— ya lo sé...— murmuró Jimin.— gracias por soportarme, en serio.— comentó haciendo un reverencia, pero en cuanto estuvo de nuevo derecho, el moreno se acercó más a él.

Estaban en medio del pasillo, con toda la gente alrededor fijándose en ellos por razones que desconocían, pero de todas formas Hoseok acortó la distancia con Jimin y paso su mano por su rostro delicadamente.

— Jiminie... Yo no te soporto, yo te amo.— le aclaró Hoseok, y sin esperar más, junto sus labios en un gentil beso.

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Hi

Llevó como cuatro horas escribiendo esto, no porque sea mucho, sino porque me inspiraba por partes xD

Bueno, nada que agregar, además de agradecer su apoyo.

Gracias por leer, nos leemos en el próximo capítulo uwu

¡Maldito Club de Shipers!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora