« 3: dame tus hijos »

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— ay...— se quejaba Taehyung en susurro cada vez que la enfermera pasaba por delante de él, hasta que al fin salió de la enfermería para ir a almorzar, y él pudo recostarse tranquilo para saltarse las clases.

De pronto sintió que la puerta se abría, así que se puso en posición fetal y se comenzó a quejar otra vez, sin saber que aquel que había entrado no era la enfermera.

— ¿Te crees feto ingeniero o que pedo?— preguntó Jimin con su tono característico. De inmediato Taehyung se incorporó en la camilla y lo miró.

—¿Que haces aquí? ¿No tienes clases?— cuestionó el moreno.

— no tengo, solo estoy esperando a que comience un club al que me pertenezco.— respondió el castaño.

— ah... ¿Ese tal club de tuppers que me dijiste?— el moreno se bajó de la camilla.

— club de shipers... Y sí, pero aún no empieza.— acotó el castaño.

— que suerte... Yo tengo reforzamiento de matemáticas...— Taehyung fingió llanto, pues matemáticas no era su materia preferida, y tampoco era bueno en eso como para faltar al reforzamiento.— en fin, ¿Como me encontraste?

Jimin puso cara de pensativo.— mmm... Tal vez supuse que estarías en la enfermería porque, después de la patada que te dio Min, rogaste que te trajeran en camilla hasta acá...— Taehyung se puso rojo de vergüenza.— o quizás fue intuición.— levantó sus hombros restándole importancia.

— bueno... Tengo que irme de aquí antes que vuelva la enfermera, así piensa que volví a clases.— dijo Taehyung.

—¡A la biblioteca! ¡Vamos a la biblioteca!— soltó efusivamente Jimin, tanto que hasta asustó un poco a Taehyung.

— ¿okey....?— fue lo único que Taehyung pudo decir antes de que Jimin lo jalara del brazo para caminar por los pasillos al estilo espionaje, pegados a la pared cada vez que veían a alguien, hasta que al fin pudieron entrar a la biblioteca.

Era un espacio grande, típica biblioteca con estanterías gigantes de madera oscura para los libros, que parecía un laberinto, y es por eso que muchos no lograban salir de allí antes de que anocheciera... Pero solo son detalles, bueno, servía como escondite también, parecía ser un repelente para todos los estudiantes, incluso los nerds no iban allí por temor a perderse.

— ¡Ven por aquí!— exclamó Jimin al moreno, pero a diferencia de otras bibliotecas, nadie lo calló.

Jimin sentó a Taehyung en una mesa de entre todas las que habían en medio de las estanterías, pero esta no estaba vacía, lo cual resultaba raro. El moreno levantó la vista, notando como el chico delante de él  ocultó con rapidez su rostro detrás de una gran revista.

— ¿Porque me traes aquí Jimin?— Taehyung miró al lado para encarar a su amigo, pero no había nadie en el asiento, así que levantó la vista y Jimin ya estaba a punto de desaparecer entre las estanterías.— ¿Jimin?

— oh...— el castaño miró devuelta.— voy al baño ¡vuelvo de inmediato!— avisó para luego correr como flash hacia el infinito y más allá, dejando al moreno con cara de póker.

Taehyung se puso algo nervioso al saber que estaría a solas con ese chico un tiempo. No sabía quién era, pues el libro que leía cubría su rostro, pero sus manos eran pálidas, y le recordaban a unas manos que ya había visto alguien, así que no se detuvo de preguntar.— disculpa ¿Nos conocemos?

— no, gracias.— respondió don misterios con voz grave.

— no, me refiero a si te conozco.— explicó el moreno.

— ah... Pues no sé.— evitó responder certeramente el chico detrás de la revista.

Taehyung se harto de las cortantes respuestas, así que agarró la revista y la bajó, logrando ver que don misterios era ni más ni menos que Min Yoongi.

—¡Tú!— exclamó Taehyung, con algo de rencor, aún con la revista en la mano.

— ¡déjame!— Yoongi volvió a cubrirse el rostro con la pobre revista que estaba toda arrugada de tanto tirarla.

Taehyung la volvió a bajar.—¡No! Me debes un disculpa, has sido muy grosero conmigo ¡sin razón alguna!— gritó, quitándole de las manos la revista al más bajo.

— ¡devuélveme la revista!— pidió el pálido a gritos, por lo que Taehyung subió el brazo para que Min no pudiera alcanzarla. Este dió la vuelta a la mesa para quedar del mismo lado que el moreno y tener más posibilidades de quitarle la revista.

— no hasta escuchar disculpas... ¡Con esa patada seguramente me dejaste sin descendencia!— Taehyung se puso paranoico, mientras el pálido saltaba y alzaba sus brazos lo más posible para alcanzar la revista, pero no podía.— ¿Y si me dejaste sin hijos?— el moreno miró aterrado al pálido que seguía saltando.

— ¿Que mierda dices?— soltó Yoongi al mismo tiempo que con todas sus fuerzas saltó encima de Taehyung y ambos cayeron al suelo.

— ¡aaay!— gritó Taehyung, estirando más su brazo así el pálido no podría alcanzar de inmediato la revista, y con el otro brazo lo aferró a sí mismo.— ¡Me quitaste a mis hijos!— exclamó con un puchero.— solo hay una solución...

— ¿Acaso estás demente?— cuestionó Min intentando alcanzar la revista y a la vez safarce de los brazos del moreno.

— ¡MIN YOONGI DAME TUS HIJOS!— gritó Taehyung con todas sus fuerzas, y sintió como Yoongi dejo de moverse y lo miró intentando separarse.

—¡¿Q-que dices?!— exclamó el pálido que ahora estaba algo rojo.

Taehyung no tuvo tiempo de pensar en que dijo mal, pues un flash los cegó a ambos, y de inmediato Yoongi se levantó, dejando al moreno extrañado en el suelo, que se levantó segundos después, dándose cuenta que Jimin había llegado.

— está se va para el álbum.—  el castaño sonrió satisfecho mirando su celular, para luego guardarlo.

— ¡borra eso! — Yoongi se acercó enojado a Jimin, pero este ya había guardado el celular.

— tranquilo, solo la usaré para sobornar a mi amigo para que me haga favores y reírme un rato.— explicó Jimin, aunque no era cierto, y un «¡Oye!» del moreno se escuchó de fondo.

— si, claro...— hablo con sarcasmo el pálido para luego girarse a Taehyung.— no te dejes engañar por él, es mala influencia...— apunto a Jimin, que se hizo el indignado.— y no te me acerques más ¿oíste?— dicho esto, le quitó la revista de la manos y se marchó de la biblioteca.

— ¡MiN YoONgI dAmE tUS HiJOs!— Jimin imitó a Taehyung una vez estuvieron solos, y al fin el cerebro del moreno comprendió porque Yoongi se había ruborizado, y ahora él también se puso rojo.

Debía hacer lo que Yoongi le dijo y alejarse, pero su terquedad no le dejaba hacer eso. Quería una disculpa, y ahora, también disculparse por lo que dijo porque sonó mal.

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Emm... Si, quiero seguir con este fanfic aunque no tenga claro como será, así que probablemente sea lo más random que haga xd

Bueno eso, bye.

¡Maldito Club de Shipers!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora