Ya estaban en camino a sus hogares, pero en un punto, luego de un par de cuadras, Jimin se separó de ellos, dejándolos solos con la excusa de que su casa quedaba del otro lado... Y pues, ninguno lo cuestionó porque no lo conocían lo suficiente aún para saber donde vivía.
Así que siguieron caminando callados hasta cierto punto en el que Yoongi se detuvo.
— ¿que pasó?— preguntó el moreno, mirando a Yoongi quieto en ese lugar, con su vista en dirección a la casa gris frente a ellos.
— ésta es mi casa...— aclaró Yoongi, y luego se alarmó al ver como su madre estaba saliendo a ver con quién estaba.— ya entraré, vete.— dijo rápido y caminó hacia la puerta, intentando que su mamá no saliera, pero de todos modos lo hizo, y él tuvo que volver para alcanzarla.
«que no le hable, que no le hablé, que no le hable que no le hable» pensó Yoongi.
— ¡Hola! — y le habló... La señora de cabello negro y largo agarrado en una cola baja simplemente se acercó a Taehyung y saludo.— ¿Eres amigo de Yoongi?
— emm... Sí.— respondió el moreno, mirando que detrás de la señora estaba Yoongi muy alarmado, y le hacía gestos de que se fuera.— soy Taehyung.
— oh, yo soy Ah-ro, la mamá de Yoongi, pero puedes decirme Ro...— se presentó.— ¿No te gustaría pasar?— entonces Yoongi enloqueció, y Taehyung pudo ver cómo movía la cabeza negando frenético.
— ¡claro!— el moreno contestó con una sonrisa inocente y caminó por el patio delantero de la casa con la señora guiándolo. Yoongi fue detrás de ambos nervioso.
— que linda casa...— comentó Taehyung al entrar.
— gracias, cariño, puedes tomar asiento, sientete en casa.— dijo Ah-ro.
— mamá... ¿Cuando llegará papá?— preguntó nervioso el pálido.
— oh... A la misma hora de siempre, supongo.— contestó sin prestar atención.— ¡vuelvo en un segundo!— dijo encaminándose a la cocina.
Yoongi miró la hora en su celular... Aún quedaba tiempo. Suspiró.— menos mal...— murmuró.
— ¿Menos mal qué?— cuestionó Taehyung con un poco de preocupación por la cara del pálido.
— nada, solo... Deberías irte pronto.— dijo Yoongi en tono de advertencia mientras se sentaba al lado del moreno en el sillón frente al televisor.
— ¡volví!— dijo la señora antes de que Taehyung le fuera a responder algo a yoongi.— traigo galletas para que coman.— ofreció, dejándolas en la mesita de en medio, y de inmediato el moreno comenzó a comer.
— están deliciosas.— comentó Taehyung.
— gracias, por cierto, me asombra que Yoongi haya traído a un amigo, generalmente no invita a nadie a casa.— contó Ah-ro.
— ¿ah sí?— cuestionó Taehyung.— bueno, no me sorprende, eres un solitario ¿No es así?— dedujo por como actuaba en la escuela, y acercó sus manos para pellizcar las mejillas del pálido mientras decía eso. Éste enrojeció, pero no dijo nada y levantó los hombros incómodo.
Ah-ro hizo una impresión de disgusto, algo incómoda. Carraspeo para llamar la atención y de inmediato Taehyung dejó las mejillas de Yoongi, notando el ambiente tenso.— Sí, Yoongi es algo callado...— respondió la señora.
— Bueno...— habló Taehyung.— creo que debo irme, me esperan en casa...— mintió, pero porque el ambiente era demasiado incómodo por como lo miraba la ama de casa.
ESTÁS LEYENDO
¡Maldito Club de Shipers!
أدب الهواةKim Taehyung se dió la vuelta, sin prevenir que venían Min Yoongi y su equipo de basket por el pasillo, por lo que, obviamente, chocaron, y el más bajo cayó al piso. Rápidamente Taehyung fue a ayudarlo, dándole su mano con una sonrisa avergonzada...