La tranquilidad es un sentimiento que hace mucho no siento. A pesar de estar en casa, con mi familia y con un grupo de seguridad protegiendome día y noche, no me siento tranquila. Cada noche despierto a la misma hora, sintiendo que sigo en aquella casa donde todo pasó y recordando cada momento como si lo volviera a vivir.
Sin darme cuenta, mis días estaban volviendo a ser monótonos. Cada día despierto, preparo el desayuno para mis hijos, llevo a Angelo a la escuela, limpio mi casa a pesar de que no es necesario ya que tengo quien se encargue de eso y al final del día solo voy a dormir. Pero hay un vacío, que cada vez se hace más notorio para mi. ¿Cómo puede alguien simplemente hacer todas sus actividades diarias y no necesitar hacer algo más? Algo que en verdad te haga sentir completo y que sea el propósito de tu vida. Mi propósito en la vida no es solo ser la madre de mis hijos, ser una buena hija o una buena amiga. Veo a mi al rededor y me doy cuenta. ¿Cómo obtuve todo esto? ¿Qué hice para llegar aquí? Antes de que todo esto pasara no había otra cosa que me hiciera sentir más completa que realizar aquello que amo. Mi música.
He estado alejada tanto tiempo que olvidé quién era yo. Mientras tengo días ordinarios he olvidado que hay millones de personas ahí afuera que siguen esperándome, amandome y muy seguramente siguen preocupados por mi. Hace unos días mi mánager me envió un correo donde ciertos medios especulaban que me retiraría, que no volvería a cantar y lo pensé, pensé en retirarme, no podría volver a soportar toda la atención pública que recibo pero más allá de eso está mi público, no podría retirarme así nada más y mucho menos podría dejar de hacer lo que me gusta.
Una noche desperté a la misma hora de siempre pero esta vez en lugar de llorar y pensar en el pasado tome un cuaderno y un bolígrafo e inmediatamente comencé a escribir. Simplemente plasme mis sentimientos. En cuanto note que había compuesto parte de una canción baje hasta mi sótano, donde tenía todos mis instrumentos, tomé mi guitarra y comencé a darle ritmo a la canción y de inmediato pude seguir escribiendo, como si todo eso se hubiera acumulado dentro de mi y hubiera estado esperando por salir.
La mañana siguiente me arregle y lleve a mis hijos a casa de mi madre ya que era sábado. Después de ahí fui directo al estudio de grabación. Todos se sorprendieron al verme, habían pasado años sin que yo me parara por ahí. Llame a mi asistente y le pedí todo lo que necesitaba. Al final del día había producido y grabado 3 canciones y el resto de la semana fue igual. Jamás había trabajado tanto en tan poco tiempo pero nuevamente me volvía a sentir completa aunque seguía estando intranquila.
Chris seguía visitando a Laurie cuatro veces a la semana, había estado insistiendo en llevarla de vacaciones con su familia pero yo nunca se lo permití, ni siquiera habían ido a conocer a mi hija cuando nació así que no les debe importar no verla. Se acercaba el cumpleaños de Laurie y Chris me había pedido llevarla a su casa para estar juntos ese día lo cual implicaba que yo tenía que acompañarlos y por supuesto me negué.
He estado trabajando mucho en los últimos meses, mi álbum está casi listo, ya hemos fijado una fecha para el lanzamiento e incluso planeado una gira aunque aún no tenemos las fechas, me siento emocionada por volver a ver a mis fans.
-¿Ya pensaste en que harás para el cumpleaños de Laurie?- preguntó Laura.
-He estado muy ocupada, creo que simplemente la pasaremos juntas y le comprare un pastel.- dije mientras veíamos una película en la sala de su casa.
-Si quieres puedo ir con ustedes, sabes que soy el alma de las fiestas aunque esta no sea una gran fiesta.- dijo sonriendo.
-¿Podemos dejarlo para el día siguiente? Chris irá a casa para estar con ella un rato y la verdad no quiero que te haga sentir incómoda. Además Angelo pasará el fin de semana con Simon y el día siguiente podemos montar una gran mini fiesta.- dije no muy convencida.