Por un segundo sentí que podía escapar, que Simon me podia ayudar. Pero entonces escuché el llanto de mi hija en una de las habitaciones de arriba y volví a la realidad.
-Tengo que ir a ver a mi hija- evite su mirada y me puse de pie soltando me de su agarre.
-No quiero que mi hijo viva en un ambiente así Adele- su voz sono a decepcion -Si tu decides vivir así, esta bien, es tu vida. Pero me obligaras a quitarte la custodia de Angelo- voltee a verlo en seguida. -No me dejas opción- ahora el evitaba mi mirada.
-No me hagas eso Simon- un nudo se formó en mi garganta haciendo mi voz apenas audible.
-Si Angelo me vuelve a decir que te vio con manchas de alergia en el rostro yo mismo denunciare a Chris- se puso de pie -Y sino lo dejas tendré que llevarmelo-
Salió de la casa sin decirme más y yo solté las lágrimas que tenía retenidas en mis ojos.
-¿Quien lo diría? El anciano ese es igual a mi- dijo Chris a mis espaldas.
-Ya lo oíste Chris- dije limpiando mis lagrimas.
-¿Y? Yo no tengo la culpa de golpearte, tu me provocas por comportarte como lo haces- camino hasta a mi y acaricio mi rostro suavemente -Para que no tengas problemas con tu ex, trataré de ya no golpearte en lugares visibles- sonrió.
Lo vi con rabia y quité su mano de mi rostro.
-Voy a ver a Laurie- intente irme pero me tomo de la mano fuertemente.
-Primero llamarás a Jonathan para hacer lo que te dije- saco su celular de su bolso y me lo entrego -Llamalo- ordeno.
No escuche más el llanto de Laurie y supuse que se había entretenido con algo. Tome el celular y marque el nuemero que ya me sabia de memoria. Tan solo dos tonos después Jonathan contestó.
-Hola, ¿quién habla?- dijo tranquilo.
-Hola. Soy Adele- dije con lágrimas en los ojos. Tenia meses sin escuchar su voz.
-Oh, ¡Adele!- dijo alegre -Pense que jamás me llamaría de nuevo. Yo he estado llamando te constantemente desde hace una hora pero al parecer tus teléfonos están fuera de servicio- dijo dudoso.
-Si ¿Pasa algo o por qué me has llamado?- por un momento olvide que era noticia internacional gracias a mi esposo.
-Vi las redes sociales y las fotografías- dijo serio -¿Sigues con él?- percibi la rabia en su voz.
-De hecho para eso te hablaba- ignore su pregunta -Necesito que me consigas una entrevista para desmentir todo eso- Chris me miraba con una sonrisa triunfante.
-¿Qué? ¿O sea que no son reales las fotos ni la noticia?- claramente no podía creerlo.
-No- dije segura -Solo son rumores sin sentido que han afectado a la carrera de Chris y quisiera arreglarlo- dije con cierto coraje, no por el rumor que era verdad, sino por tener que mentir.
-Esta bien, haré algunas llamadas y te conseguiré la entrevista- dijo resignado -¿Te llamo a este mismo número para confirmar?-
-Si, por favor- escuche nuevamente el llanto de Laurie estaré esperando tu llamada. Hablamos luego, tengo que ir a atender a mi hija- sin querer una lágrima solitaria rodó por mi mejilla.
-Bien, cuidate- y sin más, colgué.
-Ya está, el me llamará después para confirmarme alguna entrevista, ahora si me lo permites iré a ver a mi hija- le entregue el celular y subí las escaleras.
Mi pequeña estaba llorando un poco aún y la tomé en mis brazos. Incluso su llanto era tranquilo, solo se quejaba por no sentir el calor de alguien a su lado. Era tan pequeña y hermosa. Jamás dejaría que un loco como Chris me la quitara. Salí con ella en brazos y la llevé a mi habitación. Me recoste y la arrulle en mis brazos, ni siquiera tenia hambre, solo quería que la cargara como todas las tardes.
Escuche la puerta cerrarse y salí de mi burbuja de tranquilidad. Chris nos miraba tiernamente. Era tan raro verlo así después de como se ha comportado conmigo.
-¿Tenia hambre? Pregunto recostandose a nuestro lado sin dejar de verla.
-No, solo quería que la cargaran- dije mientras la veía al igual que el.
Ella nos miraba con sus tiernos ojos verdes iguales a los míos. Se que al principio no quería tenerla pero ahora que la tengo siento que me muero si la pierdo. La quiero tanto como a su hermano y seria la mujer más infeliz si me quitaran a alguno de los dos.
-Damela- dijo intentando quitarla de mis brazos.
-¿Para que?- aprete a Laurie sin querer soltarla.
-Tambien es mi hija Adele y quiero cargarla- dijo un tanto molesto.
Lo vi dudosa y después deja que la cargara. Ella al verlo directamente sonrio, como si supiera que el era su padre. Después de todo, Chris no dejaba de ser un buen padre. Se que conmigo es el peor hombre que he conocido pero con ella, todo cambia, es su mayor adoración, es el hombre más tierno solo con ella, pareciera que no rompe ni un solo plato.
Sin darme cuenta estaba sonriendo mientras los veía y al descubrirme desvíe la mirada.
-Tu mami me hace enojar mucho mi princesa pero aún así la quiero demasiado. Me volvería completamente loco si pierdo a alguna de las dos. Ustedes son mi vida- su voz sonoba como la canción más cursi que he escuchado.
Segui sin verlo hasta que sentí su mano tomar la mía.
-¿Acaso no me crees?- voltee a verlo sin ningún tipo de expresión y el sonrio. -Es la verdad. Por más que me haces enojar, te amo Adele- beso mi mano.
-Alguien que ama no lastima- dije enojada -Si me amas, dame el divorcio. Te permitiré ver a Laurie cada que quieras, pero a mi ya déjame ser libre. Te juro que ya no puedo mas- las lágrimas inundaron mis ojos haciendo mi vista algo borrosa.
-Otra vez con eso- suspiro sin soltarme la mano -Entiendeme Adele. Yo te amo, no quiero perderte, me volvería loco sin ti y de solo pensar que alguien más te puede tener siento que me hierve la sangre- apretó un poco mi mano -Quiero tener para siempre- sonrio tanto que me asustaba.
-Tu no me amas, tu estás obsesionado- me solté de su agarre y cruce los brazos.
-Puede ser pero yo tengo lo que quiero, aunque sea a la fuerza- soltó una carcajada. -Duerme a Laurie, quiero estar a solas contigo- me la entrego con cuida y yo lo vi asustada -¿Qué?- dijo con rareza.
-¿Para que quieres estar a solas conmigo?- mi voz apenas y se escucho.
-Tengo mis necesidades y para eso tengo a mi mujer- entro al baño dejándome aterrada.
No podía pasarme una vez más, no quería que me tocara, me sentía asqueada de tan solo pensar lo que había pasado aquella tarde, cuando me tomo la fuerza. Imaginar que pudiera pasar de nuevo, tenía que escapar para evitarlo.
¡Voten y comenten!.