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El dolor que sentía era insoportable. No podía dejar de gritar de dolor. Había sangre en todo mi asiento lo cual me tenía aterrada.

-Ya casi llegamos. No vayas a decir nada de lo que pasó, inventas que te caíste o algo así- dijo Chris alterado.

Voltee a verlo incrédula. Me recargue en el asiento y vi frente a mi la entrada de emergencias. El dolor se había ido, mi vista estaba borrosa y yo simplemente me sentía cansada. Escuche a Chris decir un par de cosas que no pude entender. Cerre los ojos y todo se esfumó.

Desperté con unas ganas enormes de vomitar y tan pronto abrí los ojos me senté sobre la cama en que estaba e iba a  vomitar en el piso pero una cubeta apareció frente a mi así que vomite ahí mismo.

-Tranquila, es normal por la anestesia- dijo una mujer que sujetaba mi cabello.

Volvi a recostarme en la cama y finalmente la vi. Solo se trataba de una enfermera.

-Ire a decirle al doctor que ya desperto- me entrego un vaso antes de salir de la habitación.

Bebí un poco de agua y dejé el vaso en una mesita que estaba al lado de mi cama. Visualice todo a mi al rededor. No estaba en una simple habitacion de hospital, esta parecía ser de lujo. Mi vientre dolía un poco pero ya no como antes. Escuche que tocaron la puerta y seguido de ello un doctor con una enfermera entraron a la habitación.

-Buenas tardes señora Rayne- dijo el doctor.

-Adkins, mi nombre es Adele Adkins- dije corrigiendolo.

-Disculpe- sonrio -¿Como se siente?- dijo mientras revisaba los aparatos a los que estaba conectada.

-Bien, supongo. ¿Puede decirme que me paso?-

El volteo a ver a la enfermera y ella negó.

-Crei que ya se lo habían dicho- su rostro se tensó y no pude descifrar el porqué -Tuvo un aborto, hicimos todo lo posible pero desgraciadamente no pudimos salvar al feto. Lo lamento señora- dijo bajando la vista pero yo aún no podía procesar lo que me había dicho.

-¿Aborto? ¿Que quiere decir con eso? ¿Yo... estaba embarazada?- debe ser una broma.

-Asi es. ¿Usted no lo sabía?- pregunto confundido.

-No- dije un poco alterada.

-Tenia cuatro o cinco semanas de embarazo. Lo lamento mucho- dijo con gentileza.

-¿Mi esposo ya lo sabe?- si lo sabia estaría furioso y seguramente me culparia a mi de perder al bebé.

-Si, sin embargo no lo hemos dejado entrar antes usted tiene que hablar con la policía-

-¿Policía? ¿Por qué?- dije confundida.

-Señora, sabemos que lo que le pasó no fue un accidente. Su marido trató de convencernos de que usted sufrió una caída pero por las lesiones que usted presenta es obvio que no es así- señaló los golpes en mi rostro.

-¿Lo arrestaron? El esta con mi hija. Por favor no dejen que se la lleve- dije alterada.

-Tranquila. El esta afuera con la pequeña. No ha querido irse de aquí, al parecer esta muy preocupado por usted- dijo con ironía -Un guardia lo ha estado vigilando. Decidimos no llamar a la policía hasta que usted despertara y debe saber que es política del hospital llamar a las autoridades en situaciones así. ¿Quiere llamar a algún familiar o amigo para que cuide a la pequeña?-

-Toda mi familia está en Inglaterra- dije cabizbaja.

-Tal vez un amigo- dijo la enfermera.

-Si, tengo un par de amigos aquí en la ciudad- dije recordando a Jennifer y a Michael.

¿Amor u Obsesión? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora