¿Amor u Obsesión?

27

Veía a mis hijos jugar juntos en un pequeño arenero. Angelo le mostraba a Laurie como hacer castillos mientras ella lo miraba atentamente. Tenerlos juntos me hae muy feliz, me siento en paz.

-¿Regresarás a Inglaterra?- preguntó Simon sacandome de mis pensamientos.

-Si. Creo allá estaremos mejor. Aquí los paparazzi me acosan a todas horas y lo único que quiero es estar tranquila.- dije sin despegar la vista de mis hijos.

-¿Cuando te vas?-

-Mañana temprano.- Baje la cabeza. No le había pedido su autorización para llevarme a Angelo.

-Bien. En cuanto resuelva algunos asuntos que tengo pendientes aquí, yo también regresaré.- dijo sorpresivamente.

-¿Por qué?- dije confundida.

-No tengo nada que hacer aquí. Me mudé a este país para estar contigo y con Angelo. Después nos divorciamos y solo me quedé por él. Pero ya es hora de volver a casa.- dijo viéndome.

No supe que decir y ambos nos quedamos en silencio.

-Se supone que mañana Chris viene a ver a Laurie.- dije cambiando el tema.

-¿Y te irás sin decirle?- dijo un tanto sorprendido.

-Avise en servicios infantiles. Si el quiere verla tendrá que ser allá.-

-Aun no puedo creer que además de dejarlo libre te obligarán a verlo de nuevo.- dijo molesto.

-Jamas lo dejaría solo con Lourie- dije viéndola -A pesar de todo, ella es solo una bebé, es su padre y lo adora. Se que si pudiera hablar me preguntaría por él y el día que lo haga no se que le voy a responder.- mi voz se quebró y el me abrazó de lado.

-Solo dile la verdad. A partir de ahí ella sabrá si seguir queriéndolo o no.- dijo con seguridad.

Sabia que el tenía razón pero eso no significaba que fuera fácil para mí. Todo parecía complicarse al paso de los días. Había recibido llamadas constantes de diferentes programas de televisión, radio y hasta revistas. Todos querían saber que había pasado pero yo no estaba lista para decirlo. No quería que mis fans supieran por todo lo que pase pero se que algún día lo tendré que decir, se que ellos solo se preocupan por mi.

Llegue a las 2:30pm a Londres. Mi madre y Laura me habían acompañado.

-Puedes ir conmigo a casa, cariño.- dijo mi madre en cuanto subimos al auto.

-Estare bien en mi casa, mamá. Necesito ir arreglando una habitación para Laurie y comprarle nuevos muebles y ropa... yo necesito ropa.- Recordé que toda mi ropa se había quedado en mi casa de Los Ángeles a la cual estaba decidida a no volver.

-Si quieres Laura y yo podemos hacernos cargo de eso para que tu no tengas que salir.- tomó mi mano y esbozó una leve sonrisa.

-He bajado mucho de peso, ya no se que tallas usar.- dije viendo por la ventana.

-Lo averiguaremos con tu vieja ropa.- Dijo Laura.

-Ahora solo quiero ir a dormir.- Dije para finalizar la charla.

Mamá y Laura se quedaron en sus casas y yo fui a la mía.

Apenas llegué comencé a limpiar, había mucho polvo y además no había nada para comer.

-Mami, tengo hambre.- Dijo Angelo tallando sus ojos.

El junto a Lourie habían dormido casi todo el camino.

-Ordenare una pizza y más tarde iremos a comprar la despensa ¿de acuerdo?- el solo asintió.

Conecte el teléfono de la casa y busque en internet una pizzería cercana pero antes de poder llamar el teléfono sonó.

-¿Hola?- dije sin saber de quién se trataba.

-Adele. Soy Jonathan.- dijo acelerado.

-Oh. Hola. ¿Pasa algo?- dije nerviosa.

-¿No haz visto la televisión?- dijo preocupado.

-No, apenas llegué a mi casa hace un rato.- dije sin entender.

-Debes ver las noticias. Chris dio una entrevista en el aeropuerto de Los Angeles hace horas. Creo que se dirije a tu casa. Acaba de dejarte como la mala del cuento, esta volteando todo a su favor.- dijo molesto.

-Espera, encenderé la televisión.- ccorrí a la sala y encendí la TV de inmediato.

Cambié los canales lo más rápido posible hasta que encontré lo que Jonathan ya me había mencionado.

-Christopher Rayne fue visto hoy por la mañana en el aeropuerto internacional de Los Ángeles y se detuvo para responder algunas preguntas a nuestras cámaras. Esto fue lo que dijo acerca de su reciente y escandaloso divorcio con la cantante Adele.-  Dijo la conductora del programa.

La imagen cambió y quien apareció fue Chris rodeado de reporteros.

-¡Chris! ¡¿cómo estás?! ¡¿A dónde te diriges?!- pregunto un reportero.

-Estoy bien, gracias por preguntar. Me dirijo a Londres para ver a mi hija.- dijo  caminando mientras todos lo seguían.

-¿Cómo va tu relación con Adele?- pregunto una chica.

-Pues estamos divorciados, ni siquiera me habla. ¿Como crees que vamos?- dijo con ironía.

-Es de esperarse, después de todo lo que le hiciste, ¿no crees?- dijo un chico.

Chris lo vio molesto y puedo jurar que por su expresión se contuvo para no golpearlo.

-¿Todo lo que yo le hice? Disculpa amigo pero no sabes de que estás hablando. Ella fue quien arruinó mi carrera diciendo un puñado de mentiras y además se llevó a mi hija a otro país.- Abrí mi boca en una enorme O sorprendida.

-¿Pero qué mierda pretende este imbecil?- dije molesta.

-¿Ya escuchaste lo que dijo?- dijo Jonathan en ele teléfono.

-Si.- dije furiosa.

-Lo peor es que todos le creen porque tu no haz hablado.- dijo el también molesto.

-Pues son unos idiotas. Me importa un comino lo que crean los demás.- apague el televisor y arroje el control remoto al piso.

-Deberias dar una entrevista para aclarar el asunto. Que la gente escuche tu parte de la historia porque así solo le creerán a él y se saldrá con la suya

-No estoy preparada para eso. Se que me harán preguntas que no quiero responder.- sentí un nudo en la garganta.

-¿Ya buscaste ayuda? Creo que necesitas tomar terapia, no esta bien que te guardes todo eso.- dijo preocupado.

-Quiza tengas razón pero de verdad aún no estoy lista para hablar de eso. En cuanto lo esté buscaré ayuda.- limpie una lágrima que rodaba por mi mejilla.

El timbre de mi casa sonó dándome un buen susto.

-Tengo que colgar, Jonathan. Te hablaré después.- camine en dirección a la puerta.

-Esta bien, cuídate y cualquier cosa llámame.-

Colgué el teléfono y abrí la puerta.

-Vine a ver a mi hija.- dijo Chris de inmediato.

La sangre se me fue hasta los pies. Acababa de verlo en la televisión y ahora estaba parado frente a mi, viéndome de arriba a abajo. Me sentí desprotegida y quería salir corriendo. El terror me invadió y por un momento todo se detuvo para mi.

Disculpen la demora. Este capítulo es corto pero espero actualizar en unas horas más.
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