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Había olvidado lo que se sentía ser amada y acariciada con tanta tranquilidad. Rich parecía leer mis pensamientos, iba tan lento que comenzaba a desesperarme.

-¿Puedo quitarte la camisa?- pregunte agitada sin querer dejar de besarlo.

-Claro- se separó un poco de mi y desabotone su camisa lo más rápido que pude y con su ayuda la saqué de su cuerpo hasta que termino en el piso.

Acaricie su pecho y mordí mi labio inferior. El de inmediato me beso y metió una de sus manos bajo mi blusa. Comenzó a acariciar mi cintura con suavidad, bajando y subiendo hasta el borde de mis pechos. Sus besos descendieron por mi cuello lo cual me hizo perder la cabeza. Clave mis uñas en su espalda queriendo sentirlo aún más cerca. Al cabo de unos minutos el resto de su ropa y la mía ya estaba regada en el piso de mi habitación. Él tomó una de mis piernas y la subió a su cintura haciendo chocar nuestras solas íntimas las cuales eran separadas por nuestra ropa interior. Comencé a soltar gemidos cuando el comenzó a moverse sobre mi.

-¿Estas segura?- me vio directamente a los ojos con sus pupilas sumamente dilatadas.

Nuestros pechos subían y bajaban chocando el uno con el otro y una ligera capa de sudor comenzaba a cubrir nuestros cuerpos a pesar del frío que habitual de mi país.

-Muy segura- sonreí para después volver atrapar sus labios con los míos.

Descendió sus besos por mi pecho aun cubierto por mi brasier del cual se deshizo en cuestión de segundos. Arquee mi espalda y gemi fuertemente al sentir sus labios atrapando uno de mis pechos y su mano apretando el otro.

Estaba tan perdida sintiendo sus caricias que no me di cuenta de cuándo se quitó su ropa interior hasta que comenzó a bajar mis bragas. Lo ayude a quitarmelas y el las arrojo a algún lugar de la habitación. Separó mis piernas y se colocó entre ellas para luego volver a besarme. Sentí como poco a poco entraba en mi haciéndome soltar leves gemidos que aumentaban conforme el entraba. Me separé de él y solté un grito ahogado al sentir entrar por completo. Él gimió y se quedó quieto por unos segundos para después comenzar a entrar y salir despacio. Enrede mis piernas en su cintura para poder moverme con él. De inmediato capto mi mensaje y comenzó a moverse más rápido haciéndome sentir las estrellas. Nuestros gemidos iban y venían siendo ahogados por nuestros besos. Sus manos acariciaban todo mi cuerpo mientras que las mías recorrían su espalda de arriba hacia abajo. No se cuanto tiempo paso pero sentía sentía llevábamos horas asi y no quería que parara. Ambos llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo, solté un grito de satisfacción y el dejo caer un poco de su peso sobre mi suspirando sobre mi cuello.

-Dios, ha sido mejor de lo que jamás habría podido imaginar- solté una carcajada al escucharlo decir eso.

-¿Lo habías imaginado mucho?- pregunté curiosa.

-Nooo- dijo riendo, busque su mirada y entrecerre los ojos sabiendo que esa no era la respuesta correcta -Bien, solo algunas veces. Te he respetado desde que te conozco pero me gustas mucho, soñaba con este momento- dijo sonriendo.

-Yo también- sonreí y mire hacia el techo.

-Lo sabía- dijo separándose de mi para verme mejor -Ya decía yo que esas conversaciones con Laura eran sobre mi- dijo divertido.

-No te creas tan importante- dije riendo.

-Te quiero mucho ¿sabes?- su tono serio me hizo verlo a los ojos -Mi vida ahora tiene más sentido porque tu estas en ella- sonrió y me beso.

-Gracias- mis ojos se llenaron de lagrimas y el me vio con preocupación.

-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- limpió mis lágrimas con su pulgar y me dio un corto beso en la comisura de mis labios.

-De felicidad. Jamás pensé que alguien volvería a quererme- tomé una de sus manos y entrelace nuestros dedos.

-Yo te quiero y te querré siempre que tu me lo permitas- sonrió y acercó su rostro al mío rozando nuestros labios.

-También te quiero Rich- dije segura.

Volvió a besarme esta vez apasionadamente. Nos volvimos a dejar llevar por el deseo una y otra vez durante casi toda la noche hasta quedarnos dormidos.

Desperté al sentir el la luz del sol en mi rostro. Al estar acostada de lado pude ver unas prendas de ropa tiradas en el suelo. Sentí los brazos de Rich al rededor de mi cintura y recordé todo lo que había pasado la noche anterior. No pude evitar sonreír y sentir mis mejillas arder. Él aún dormía plácidamente, con su cabeza recargada en mi hombro. Escuché su celular sonando al otro lado de la cama por lo que me giré entre sus brazos para quedar frente a él.

-Rich, cariño. Tu celular está sonando- lo sacudí un poco para intentar despertarlo pero solo escuche un quejido de su parte y conseguí que me abrazara más fuerte. Sonreí y le di un beso lo cual causó que el también sonriera. -Te están llamando, debe ser del trabajo-

-Cómo se atreven a llamarme si estoy contigo- abrió los ojos mientras sonreía.

-Contesta, puede ser importante- insistí.

-De acuerdo- me soltó el celular el cual no dejaba de sonar.

-¿Hola?- dijo contestando -Avise que llegaría mañana en la noche... ¿seguro que no puede esperar?... bien, llegare mañana temprano... de acurdo, nos vemos- colgó y dejo el teléfono sobre mi mesa de noche.

-¿Ya te tienes que ir?- dije desanimada.

-Si, al parecer no pueden vivir sin mi- por su tono supe que estaba triste -Aún no me quiero ir, quiero pasar más tiempo contigo- volvió a abrazarme.

-Tal vez pueda viajar contigo- dije sonriendo.

-¿Hablas en serio?- dijo emocionado.

-Si. Simon puede cuidar a los niños y puedo aprovechar para trabajar un poco en mis canciones- Hacia mucho que no me separaba de mis hijo pero ayer, al estar en contacto con mis fans supe que me hacían falta y quería volver a la música por ellos y por mi.

-Perfecto, entonces conseguire los boletos para esta noche y así llegar mañana temprano- volvió a tomar su celular para conseguir los boletos.

-De acuerdo. Yo llamare a Simon para que traiga a los niños y así despedirme de ellos- tome mi celular y busque el contacto de Simon.

Aunque estaba emocionada por viajar con Rich y volver al trabajo, también estaba nerviosa por dejar a mis hijos sin mi cuidado pero sabía que Simon los cuidaría bien. Sin embargo, mi temor más grande era volver a Los Angeles. Sabía que Chri aún vivía ahí y no tardaría en enterarse de mi llegada.

Hasta aquí por hoy
Como lo prometí, aquí tienen otro capítulo. Perdón si esta muy sexososo, trate de no dar demasiados detalles.
Espero que les guste, nos leemos el próximo fin de semana o tal vez antes 👀
No olviden ver el video de nuestra reina este 12 de enero.

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