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5:30 pm, apenas llego a mi casa y totalmente rendida me dejo caer en el sofá de mi sala.

Había sido un día largo en el trabajo, lleno de sentimientos encontrados para poder escribir e interpretar mi nuevo álbum. Al menos es viernes.

-¡Mami! ¡Llegaste!- grita mi pequeño corriendo hacia a mi.

Esta vez inmediatamente me levanto antes de que suba sobre mi y lo abrazo. Detrás de él veo a su padre sonreirme incomodamente

-Hola, Adele. Llegue hace un par de minutos y decidi esperarte junto a Angelo, espero que no te moleste- dice aun incomodo.

-No hay problema. Creí que llegarías más tarde- digo sosteniendo la mano de mi hijo.

-Si, así era, pero cancelaron una junta y pude salir antes del trabajo-

-Bien. ¿Te lo llevarás ya?- aprieto un poco más la mano de Angelo, aun no quiero que se valla.

-Si, sino tienes inconveniente-

-No, esta bien. ¿Tienes lista tu mochila bebé?- pregunto a Angelo quien nos ve con extrañesa.

-Si mami, ya tengo todo listo- dice sonriendo.

-Muy bien amor. Entonces, ya puedes irte cariño- aprieto sus mejillas y beso su frente como despedida. -Cuidalo mucho ¿si?- digo esta vez dirigiéndome a Simon.

-Lo cuidare con mi vida-

Ambos salen de casa. Juro que estuve por ir corriendo detrás del auto de Simon, pedirle que viniera por Angelo hasta el sábado como de costumbre y cancelar la cita con Jennifer. Pero ya no puedo, he visto a mi amiga muy entusiasmada por ir a esa fiesta y no quiero fallarle.

6:00 pm, escucho sonar mi celular lejanamente mientras tomo una ducha y el buzón hace su trabajo. Me apresuro a salir y me coloco una bata de baño de inmediato. Veo que la ultima llamada fue de Jen. Regreso la llamada y ella contesta al segundo timbre.

-¿Estás lista?, ¿Puedo ir a arreglarme contigo?- dice rápidamente.

-Justo a cabo de terminar de ducharme. Ven, estaré en mi habitación- digo sonriendo.

-Bien, llego en cinco- dice y cuelga.

Justamente cinco minutos después la puerta de mi habitación se abre, Jen siempre tan puntual.
Juntas nos arreglamos la una a la otra, según Jen, el evento será sencillo, el cumpleaños de alguien de su estudio y amigo de ella. Por lo tanto no necesitamos ir tan arregladas.

Me coloco mis clásicos legins negros junto a una blusa holgada del mismo color y un saco café claro con mis adorados Converse. Lo se suena mal pero estoy segura que me luce muy bien. Aplico solo un poco de maquillaje en mi rostro con un delineado sutil en mis ojos.

Jen no se viste muy diferente a mi, sólo que ella se coloca una blusa rosa con un saco negro. Tenemos gustos algo parecidos en esta ocasión.

8:30 pm. Al fin hemos llegado a la tan mencionada fiesta. Apenas entro percibo el holor a cigarrillos y alcohol en el ambiente. Jen felicita a su amigo y me lo presenta y de igual manera lo felicito por su cumpleaños.
Al pasar unos minutos Jen comienza a bailar junto a sus amigos y yo quedo totalmente sola sentada en un sofá bebiendo sabrá Dios qué, sólo se que contiene alcohol y es todo lo que necesito. Observo a las personas a mi alrededor y noto que sólo se trata de gente famosa. Aunque también soy famosa no acostumbro ir a fiestas como esta.

-¿También eres del club de los abandonados?- dice un sujeto sentadose junto a mi.

-Es lo malo de no saber bailar- digo sin voltear a verlo.

-Ni que lo digas. Estas cosas para personas como nosotros simplemente no van- lo escucho dar un sorvo a su bebida y volteo a verlo. -Christopher Rayne, mucho gusto...- dice tendiendo su mano frente a mi sonriente y tratando de adivinar mi nombre.

-Adele. Adele Adkins- digo tomando su mano y devolviendole la sonrisa.

Lo veo a los ojos y lo reconozco.

-¿Eres el actor que trabaja con Jen en el papel de villano?- digo un poco emocionada.

-¿Eres Adele, la cantante?- dice ignorando mi pregunta.

-Yo pregunte primero- digo divertida por su juego.

-Si. Soy el actor que trabaja con Jennifer, espero que no halla dicho nada malo de mi- dice también divertido.

-Para nada- miento, Jen me ha dicho que este hombre es un asco de persona, pero soy de las que piensa que hasta no ver no creer -Y si, soy Adele, la cantante- digo dandome aires de grandesa.

-Que bien. Eres mas hermosa en persona- dice e inmediatamente mis mejillas se tornan rosadas.

-Gracias- digo bajando la mirada a mi bebida un poco timida.

-Dejame decir que soy gran admirador de tu musica y espero ansioso tu próximo álbum- dice buacando mi mirada.

-Oh, gracias, creeme que yo tambien lo espero- digo volviendo a mirarlo.

Dios, Jen me conto de este sujeto pero jamás menciono lo atractivo que era. Alto, cabello rubio oscuro, ojos azules, piel blanca, cuerpo fornido, pareciera que los angeles los esculpieron a la perfección.

-Si sigues viendome así pensaré que estás loca- dice interrupiendo mis pensamientos.

-Lo siento, tu belleza me distrae- digo sin pensar e inmediatamente cubro mi boca espantada.

-Valla... gracias- dice aguantando una pequeña caracajada -creeme que eres mucho mas bella que yo, Adele- toma mi mano y la besa. -Asique supongo que has venido a la fiesta con Jen- cambia el tema y lo agradesco.

-Así es. Digamos que me trajo casi a rastras hasta acá- digo exagerando un poco.

-Bueno, tendré que darle las gracias luego- bebé de su bebida.

-¿Agradecerle? ¿Por qué?- digo extrañada.

-Pues por haberte traido a arrastras. Sino hubiera sido por ella no te hubiera conocido hoy- dice sonriendo.

Y continuamos asi toda la noche, conversando. Él no dejaba de mencionar mi belleza y yo no paraba de reir de sus ocurrencias. Copa tras copa fuimos bebiendo y el tiempo paso volando. Tras cada copa el se acercaba mas a mi, evidentemente coqueteandome y yo estando tan ebria y fascinada con él no lo detenía.

-¿Te han dicho que tienes unos labios muy sexis?- dice acercando sus labios a los mios.

Sin permetirme responder el me besa, suave y lento. Se siente tan bien que la opcion de separarlo de mi ni siquiera pasa por mi mente. Coloca una de sus manos en mi cintura e intencifica el beso. Gracias a Díos en la fista no permitieron celulares ni camara. Coloco mis brazos al rededor de su cuello al sentir su legua entrar a mi boca.  El corta el beso y yo suelto un gemido involuntario.

-¿Te gustaria ir a otro lugar mas privado conmigo?- dice en susurro sobre mi oído y apenas lo puedo escuchar por la intensa musica.

-Si...- digo sin pensar.

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