Mordía mis uñas con cierta ansiedad mientras veía a Chris y a mi hijo cenar. Sabia que mi madre podría llegar en cualquier momento y eso me tenía con los nervios de punta. Mis moretones eran visibles para cualquiera sin el maquillaje pero me había colocado un poco para cubrirlos lo suficiente si es que mi madre llegaba hoy. Ella no tenía forma de comunicarse conmigo y por la última conversación sobre Chris sabía que jamás lo llamaría a él para avisarle de su vicita.
-Come tus verduras campeón- dijo Chris a Angelo quien a apenas había tocado su cena.
-Es que no me gusta el brócoli Chris ¿a ti te gusta?- dijo haciendo cara de asco provocando una leve sonrisa en mi.
-Claro, las verduras hacen que mi cuerpo este en buena forma- mostró sus brazos con alardeó.
-Es que saben feo- alejo el plato de el.
-Pero te hacen bien, ¿Verdad Adele?- me sorprendí y asusté al escuchar mi nombre.
-¿Perdón?- dije desorientada.
-Por lo que veo tu tampoco has tocado tu cena. ¿Te das cuenta del ejemplo que le estás dando al niño?- dijo indignado.
Vi mi plato y efectivamente no había comido nada, la comida solo estaba revuelta debido a que sin darme cuenta jugaba con ella y con mi tenedor.
-Es que casi no tengo apetito- decía la verdad, los nervios me habían quitado el hambre.
-Yo tampoco tengo apetito- dijo Angelo sonriendo.
-¿Ves? Mira el ejemplo que le das- estaba molesto, lo notaba por sus venas marcadas.
-Come tus verduras, cariño, yo también comeré las mías sino tendremos mucha hambre a media noche y eso no esta bien- no quería a Chris molesto y menos frente a mi hijo.
-Esta bien mami- resignado tomo un brócoli y lo mordió a medias, hizo cara de asco pero aún así continuó comiendolo.
Uno de los guaruras de Chris entró a la cocina sin siquiera saludar, se acercó a él y le susurró algo en el oído que me fue imposible escuchar. Apenas se alejó Chris volteo a verme con rareza.
-Ahora vuelvo- salió de la casa dejándonos a Angelo a mi extrañados.
Apenas unos minutos después escuché la inconfundible voz de mi madre entrando a casa.
-Demasiada seguridad ¿no crees Chris?- dijo ella entrando a la cocina.
-¡Abuela!- grito mi pequeño, corrió emocionado hacia ella y la abrazó fuertemente.
Yo solo atine a ponerme de pie. Sentia mis ojos llenos de lágrimas pero no me permití derramar las.
-¿Y tu no piensas darme un abrazo?- dijo sin soltar a Angelo.
Corrí a ellos los abracé. No quería soltar a mi madre, sentía que llevaba años sin verle y el estar a su lado me hacía sentir como una niña la cual la necesitaba demasiado.
-Apenas llegué vine directo aquí- dijo soltandonos.
-¿Y a que se debe su vicita, suegra?- dijo Chris mientras me abrazaba de lado.
Mi mamá me vio dudosa, seguramente pensaba que yo le había avisado a Chris que vendría pero no era así.
-Bueno solo quise venir a ver a mi hija, Chris. ¿A caso no puedo?- su tono era retador, ahora estoy completamente segura de que el ya no le agrada.
-Claro que puede pero a la próxima por favor avise- apreto un poco mi brazo.
-Eres un grosero, Christopher. No se como mi hija puede seguir casada contigo- dijo mi madre sumamente molesta.
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¿Amor u Obsesión?
Fiksi PenggemarCuando parecía todo sería mejor, nuevamente se arruino.