El lunes había sido un día largo lleno trabajo y pendientes. Tuve que llevar Angelo al colegio por la mañana, después me fui directo al estudio, mi álbum estaba prácticamente listo, solo hacía falta la sesión de fotos para la portada que sería el martes mismo día en que iría a comer con Chris, no se como haré.
Llegue rendida a mi casa junto a Angelo quien me había acompañado al trabajo.
En cuanto cruce la puerta percibí el olor pasta recién hecha. Escuché música proveniente de la cocina y una voz reconocible a kilómetros de distancia tarareando la melodía.
Corrí a la cocina con una enorme sonrisa mientras Angelo me veía con rareza.
-Santo Dios, estuve apunto de llamar a la policía- dije en tono dramático al ver a mi mejor amiga Laura.
Corrí a abrazarla mientras ella reía.
-Llegue por la tarde. El guardia me dijo que no estabas pero me dejó pasar a esperarte. Me cansé de esperar y ya casi moría de hambre así que decidí hacerles la cena- dijo apagando la estufa.
-¿Por qué no me llamaste? Pude haber llegado antes- dije viéndola sacar platos de uno de los tantos cajones de mi cocina la cual ella ya conocía a la perfección al parecer.
-No quise molestar, Adele. Además quería darles la sorpresa. ¿Donde está Angelo?- dijo buscándolo con la mirada.
Voltee hacia atrás y ambas lo vimos parado en la puerta de la cocina. Miraba a Laura tímidamente, eso pasaba siempre que pasábamos mucho tiempo sin verla.
-Hola pequeño bebé. ¿Por qué no vienes a saludarme?- dijo abriendo sus brazos hacia el.
Angelo volteo a verme espantado.
-Tranquilo amor, tía Laura no te comerá- dije riendo.
El un poco asustado camino hacia ella y la abrazó.
-Oh bebé, está enorme- dijo Laura mientras apretaba los cachetes de Angelo.
-¿Qué te trae por acá?- dije sentándome mientras ella servía para mi y Angelo.
-Solo vine una firma de autógrafos de mi libro y a verte. Estaré aquí 3 días, después regreso a Londres- dijo sonriendo.
Se sentó junto a nosotros y cenamos entre risas, sin duda Lau estaba loca pero era la mejor. Al terminar de cenar acosté a Angelo y fui directo a mi habitación donde Laura me esperaba para dormir juntas, según ella en mi casa espantan y temía dormir sola. Le presté una pijama y nos recostamos a ver televisión y conversar.
-Y bien, ¿cómo vas con tu nuevo novio?- dijo sin rodeos.
Laura era mi mejor amiga así que fue una de las primeras en enterarse de mi relación con Chris.
-Muy bien, mañana creo que lo veré o no se, tengo la sesión de fotos del álbum también mañana... oh no- dije recordando.
Tome rápido mi celular. Había olvidado que lo tenía en silencio, 22 llamadas de Chris, carajo.
-¿Pasa algo?- dijo Laura viéndome con preocupación.
-Le dije a Chris que lo llamaría cuando llegara a casa y lo olvide- dije mientras regresaba la llamada a Chris con cara de angustia.
-Ay, no es para tanto, no exageres- dijo riendo.
Pero no exageraba. A Chris le molestaba muchísimo que no le contestará el teléfono.
Solo dos tonos fueron suficientes para que el contestara.
-Hola, cariño- dije un poco nerviosa.
-Valla, hasta que me llamas. ¿Se puede saber por qué no me habías llamado?- dijo en tono serio.
-Lo siento, Chris. Mi mejor amiga llegó de sorpresa y olvidé llamarte- dije mordiendo mis uñas.
