No sabia que hacer, me parecía impensable tener que llevar a mi hija a la cárcel a ver a su padre, pero no iba a caer nuevamente en amenazas.
Tome mi celular y llame a mi abogado, no por seguir el consejo de ese hombre engreído y prepotente, sino porque necesitaba saber si era verdad que podían exigirme llevar a Laurie a la cárcel.
Escuche un largo suspiro de parte de mi abogado después de hacerle la pregunta
-Es verdad Adele... lamentablemente su delito no afectara la custodia de Laurie. Podemos pelear los términos de la custodia pero dudo mucho que ganemos contra las influencias del señor Rayne.- Podía sentir la culpa en su voz.
-¿Entonces debería aceptar?- dije dudosa.
-Es su decisión. No puedo decirle que hacer en este caso, como abogado debo aconsejarle seguir con la demanda para encarcelarlo pero como padre le diré que jamás le haría eso a uno de mis hijos-
Tan pronto como dijo eso sentí mis ojos inundarse.
-Agradezco su sinceridad.- no espere respuesta y colgué.
Era casi media noche y solo veía la tarjeta en mis manos. Mis hijos son lo más importante para mí pero ¿Dónde quedo yo? Siento que saben justo como jugar conmigo manipulándome con mis hijos.
Me repetía una y otra vez en la cabeza que no podía volver a confiar en un hombre que recién acababa de conocer. ¿Cómo podría saber si sus palabras eran ciertas? Pero por otro lado sabia que era seguro que me obligarían a llevar a Laurie a la cárcel solo para ver al maldito de Chris asi como me obligaron a recibir sus visitas supervisadas a pesar de saber lo que me había hecho.
El teléfono frente a mi comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos. El numero era desconocido por lo que supuse de quien se trataba.
-Pensé que esperaría a que yo lo llamara- dije con seriedad.
-Se hace tarde Adele, mi hijo no puede pasar una noche mas en ese lugar.- dijo molesto.
-¿Por qué tendría que confiar en usted?- dije también molesta.
-Créame, a mi no me conviene para nada que mi hijo siga detrás de usted. Ya no solo afectara su carrera, sino también la mía y acabaría de matar a su madre si lo deja ahí encerrado- Su tono de voz había cambiado solo un poco a desesperación.
-Creeré en usted pero le advierto que si Chris se vuelve acercar a mi o mi hija, o incluso si se atreve si quiera a mencionarnos en una entrevista como suele hacer, acabare con él, con usted y por mi que su madre joda, ustedes no saben el daño que le causaron a mi madre o dígame ¿acaso usted pensó en cómo se sintió mi madre al saberme encerrada junto a un maldito loco?- se quedó en silencio -Claro que no, asique yo no me tengo que preocupar por ustedes. Usted podrá ser muy poderoso y podrá a sobornar a quien sea para mantener a su hijo en libertad, aunque creo que lo que mas le preocupa es su carrera política, pero yo también tengo poder, en cualquier momento que se me antoje puedo pararme frente a una cámara y contar todo lo que Chris me hizo asi como mostrar los videos de su visita- Esta vez yo tomaría el control.
-Es una mujer inteligente.- dijo sin más. – si mi hijo sale libre esta misma noche me lo llevo a América y llamare a mis contactos para que le sedan a usted la custodia total de mi nieta.- dijo seguro.
-Ustedes los políticos son una mierda.- sin decir nada más le colgué y llamé a mi abogado. -Retira la maldita demanda, no quiero volver a saber de ese infeliz-. Dije sin dejarlo hablar.
-Lo que usted di...- no lo deje terminar y colgué.
Estaba furiosa pero era lo mejor para mi hija.