Cosas de Novios - Namjin

Helado

     Múltiples aplausos se escuchaban, felicitaciones y buenos deseos, parecía una fiesta. Seokjin caminó viendo coloridos letreros, ramos, globos y hasta pancartas de apoyo con imágenes, todo eso lo evitó sintiéndose un tanto incómodo, aún más al ver que entre todo ese caos, estaba su familia.

Su madre tenía un hermoso ramo en brazos, su padre estaba al lado de ella mirando de un lado a otro, seguramente buscándole. Y Unyong tenía un peluche enorme en brazos, una gran alpaca con tres globos amarrados a sus brazos. No podía ser, hasta estaban sus primos correteando por ahí, jugando mientras su tía tenía una caja de chocolates con un enorme moño. Era lo único de ahí que le gustaba, pero no lo suficiente como para que quisiera correr hacia ellos, casi decidió esconderse entre los estudiantes pero tenía que avanzar.

El gran día había llegado, entre vítores, la gente felicitaba a los jóvenes que acababan de rendir su examen de admisión para la universidad, el primer filtro por así llamarlo. Seokjin sabía que sólo era el primer paso, pero eso no lo hacía más fácil —¡JI! —a unos pasos de distancia, Gucksoo fue quien le identificó, y con ello toda su familia. Sus padres le apapacharon, el abrazo fue fuerte y hasta con besos de su madre.

—¡Omma! —se quejó— N-no tenían que venir, yo iba a ir a casa en taxi.

Ignoraron sus palabras, en vez de oírle, fue felicitado —¡Lo hiciste excelente Seokjin! ¡Has hecho tu examen! —aunque respondió todo, no estaba tan seguro de que le haya ido excelente— ¡Felicitaciones! —su madre volvió a besarle la mejilla.

—Unyong nos comentó que luego de este examen, tu sabes, él sintió que lo mejor que podía recibir era el apoyo de la familia y por eso nos hizo venir, te llevaremos a comer. —su padre le respondió, con una sonrisa y otro abrazo, el cuál le permitió ver a Unyong riéndose, maldito mentiroso.

Su hermano fue el siguiente, dándole un gran abrazo de oso, luego otro abrazo usando el gran peluche de alpaca, aprovechando el esponjoso muñeco para susurrarle —Casi me descubren un tatuaje, se les olvidó en cuanto les dije que viniéramos por ti, calla y disfruta.

Cuando le soltó, dejándole la alpaca, Seokjin se permitió sonreír, consciente de que al final del día igual sus padres se iban a acordar, mientras decidió ayudar y escuchar a su hermano, a pesar de sentirse cansado y con ganas de tirarse a dormir para no pensar más en el agotador examen.

—Tú dinos a dónde quieres ir a comer, hoy es un día especial y te llevaremos. —insistió su padre para que le diera una respuesta.

Bueno, tal vez podía aprovecharse un poco y de verdad disfrutar del regalo —Quiero langosta.

Se sorprendió cuando su decisión fue respetada, nadie se quejó, y si lo hicieron (los niños) se les dijo que no importaba porque ellos no iban a comer eso. Vaya que se sorprendió cuando pasaron a un restaurante infantil y ahí se bajó su tía llevándose a sus primos con ella —Disfruta de tu día, Jinnie. —le recomendó cariñosamente, dejándole un billete en la mano al despedirse. Seokjin estaba casi en shock, sin entender qué ocurría.

—¿No va a venir con nosotros?

—Como le dije a tu madre, es tiempo de que pasen un día los cuatro como familia, y yo haré lo mismo con mis niños —le respondió comenzando a bajarse del carro con bastante dificultad, pues tenía a un niño cargando y a otro tirando de la falta de su vestido para ya salirse e ir a jugar—, voy Jeonun. Disfruten de su día familiar, y felicidades de nuevo Jinnie.

Casi se pone a gritar de la felicidad cuando su padre arrancó luego de despedirse de ellos, viendo como cada vez se alejaban más de ellos. No podía creerlo, sin evitarlo sonrió en dirección de su hermano, quien silenciosamente le ofreció el puño para celebrar.