Gracias a que estuvo cuidando de sus pequeños primos y a que tuvo que hacer de tutor con sus amigos, hasta la mitad de la semana Seokjin pudo ir a la biblioteca. Siendo miércoles escribió en el registro sus datos y luego le dio una amable sonrisa a la secretaria, misma que se la regresó con falsedad. Jin lo notó, así como notaba que a veces le miraba mal, suponía que era por su amistad con Namjoon.
Carraspeó y sacó su cuaderno y lapicera de la mochila antes de entregarla y aceptar en cambio el pequeño llavero que indicaba el número del casillero donde dejaron sus cosas.
El adolescente suspiró aliviado en cuanto se dio la vuelta, caminando por la biblioteca y buscando con la mirada a Namjoon, no le vio. Tal vez estaba comiendo, o acomodando libros. La respuesta la obtuvo al no ver el carrito de libros, por lo que a paso calmado se dirigió a los pasillos de libreros, fijándose de uno por uno hasta que vio a un joven hincado acomodando por orden alfabético los cuentos infantiles. Sin dudarlo, empezó a caminar hacia él.
—Hola Namjoon. —saludó encontrándose a unos pasos de él, viendo el momento en el que giró para mirarle a los ojos y encontrándose con lo que claramente era un labio inferior todavía inflamado, mucho menos a como lo tuvo los primeros días, pero se notaba. Seokjin borró su sonrisa, preguntándose si acaso estaba viendo bien, y si eso era un golpe.
—Seokjin hyung —feliz, se puso de pie para ponerse al nivel de su hyung, sonriendo por su simple presencia, al menos hasta que notó cómo le miraba. Oh, se había dado cuenta. Avergonzado, se giró y fingió distraerse con unos libros—, ¿Cómo estás, hyung?
Le escuchó caminar, sorprendiéndose cuando le notó demasiado cerca. Jin se movía a su alrededor intentando ver de cerca ese labio para confirmar que era lo que creía, pero el menor no se la ponía fácil, estuvo girando su rostro y su cuerpo para evitar que Jin le mirara. Estada demasiado avergonzado.
Incluso cuando Seokjin le acorraló en el librero y usó ambas manos para tomarle de las mejillas, apretando un poco para hacerle parar los labios. Ignoró el color rosado que empezó a posarse en las mejillas de Nam, así de como esos ojos brillaban de admiración por tener al castaño tan cerca de su cara.
—¿¡Qué te pasó?! —exclamó impresionado, definitivamente ese era un golpe, incluso había una pequeña costra de donde días antes salió sangre.
Nam tuvo que hacer bizcos mientras su cara enrojecía cada vez más, zafándose poco a poco gracias a que Jin notó que estaba incómodo. Se giró lentamente para tomar el carrito y empujarlo, con el mayor siguiéndolo a la espera de una explicación —Eh, bue-bueno... pasó al-algo el fin de —carraspeó, sintiéndose tonto por retroceder y volver a avergonzarse enormemente. Ni siquiera se atrevía a ver a Seokjin mientras este estaba preocupado por él, debía de verse como un tonto— semana.
—¿Quién te hizo esto? —preguntó sonando horrorizado, conteniéndose para volver a tomar el rostro del menor y ver con atención la herida. Quería revisar qué tan mal estaba.
—En realidad es una historia muy divertida. —le empezó a contar tratando de que eso ayudará al castaño a relajarse, pero no sirvió de mucho, menos por que apareció una tercera persona en el pasillo impidiendo que siguieran hablando.
Los dos eran conscientes de que la secretaria estaba ahí para ponerlos incómodos y hacer que Jin terminará por irse a sentar y que Namjoon siguiera haciendo su trabajo. No debería de molestarle esa acción, si se ponía a pensar no era correcto hablar de su vida dentro de la biblioteca y mucho menos si estaba trabajando, pero Namjoon se sintió muy frustrado con ese actuar de la mujer. Le hizo suspirar detenerse en cierto punto del pasillo, Jin le miró pensando casi lo mismo.
—Te espero para la salida. —susurró el castaño, dispuesto a dejar pasar un par de horas mientras leía, todo con la intención de poder pasar un tiempo tranquilo con el de lentes y hablar con él sin interrupciones.
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Cosas de Novios - Namjin
FanfictionTercera temporada "Cosas de padres". No podía ser solo una, ni dos, ni siquiera tres, muchas notas fueron dejadas entre las hojas de los libros que Seokjin leía, notas que Namjoon dejaba al chico que veía desde lejos mientras ayudaba en la bibliote...