Cosas de Novios - Namjin

A comer

     Se movió rápidamente entre los pasillos de las estanterías, acomodando los libros en tiempo record no tanto porque tuviese prisa, sino porque quería evitar a toda costa ver a Seokjin hasta que fuera el momento para marcharse. Ahora era cuando se arrepentía de haberle dado la nota.

Antes de lo que pensó se quedó sin libros que ordenar, lo que le tentó a desacomodar él mismo los libros para entretenerse ahí, protegido de la vista del castaño detrás de las librerías, pues si iba a preguntarle a la secretaria si le ayudaba en algo, Jin sin duda alguna le vería. Y debía evitarlo, al menos por una hora.

Bien, estaba siendo un cobarde, lo reconocía. En su defensa no había estado preparado en lo más mínimo para ya interactuar con ese chico hermoso, pero así era el destino de burlesco.

Ya sin tener más que hacer, temiendo ser visto (aunque al voltear vio a Seokjin concentrado en el libro que leía) llegó hasta el escritorio, buscando algo que hacer o a la secretaria, cuando la vio acercarse con una caja, no dudo en ir a ayudarla —Oh, gracias, pero no tienes que ayudarme con esto —pensó que aquello le alegraría escuchar al joven, ni lo miró al darle unos golpes en su brazo, sin saber que había hecho una mueca de disconformidad—, me va a ayudar ella.

—Hola. —la encargada del área de computación apareció con otra caja saludando a Namjoon con una sonrisa que fue correspondida incómodamente.

—¿Se-seguras que no necesitan ayuda para sellar?

—Tú sabes lo fácil que es esto —resto importancia la secretaria—, pero puedes ayudarle a maestro a llenar los registros de los libros que pidieron prestados esta semana, sólo son 20, no creo que tarden más de media hora.

El adolescente de 16 asintió sin borrar su forzada sonrisa, se sentía incómodo de pasar otra vez hacia las escaleras, aunque Jin no le estuviera mirando. Tal vez si corría no le vería, o bien podría caerse y definitivamente terminar por captar la atención. Al final no hizo más que bufar y apresurarse a ir a las escaleras en caracol, subiendo de dos en dos los escalones, sin voltear a otra parte que no fueran los escalones. Por lo tanto no vio que cierto castaño le había estado lanzando miradas de reojo al reconocer su uniforme, y que incluso le miró subir ocultando la pequeña sonrisa tras las páginas del libro abierto en par. Por alguna razón, cualquier cosa que hiciera le parecía de repente divertida y tierna, aun si era correr con la cabeza agachada para que no le viera.

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     —Hoy estás haciendo todo muy rápido —se sorprendió el maestro cuando Namjoon finalizó con otra pila de libros, en realidad le tenía un poco preocupado que por las prisas con las que se movía, se equivocara—, ¿Estás registrando todo bien?

—Sí, hyung, estoy atento a lo que hago. —y tal vez demasiado, pues la razón tras su velocidad era que estaba completamente concentrado en su tarea, sólo distrayéndose para voltear al reloj y confirmar que el tiempo no avanzaba tan rápido como él.

Con ese pensamiento, volteó a ver, eran las 5:12, todavía faltaba bastante para las 7, y eso le desanimaba bastante. Unos golpes en su espalda le llamaron hicieron mirar al mayor —Pues ya terminaste con la mayoría, más de lo que tenía planeado hacer hoy así que puedes ir a descansar —subió su mano hasta la nuca, misma que apretó amistosamente—, estás tenso ¡Eh! Duerme más, Namjoon.

Asintió agachando la cabeza, como si hubiera sido regañado en vez de que le dijeran que podía descansar, dentro suyo preguntándose qué haría ahora para que el tiempo pasara más rápido. El gesto desanimado fue notado por el maestro, volvió a apretar su nuca » ¿Estás bien? —su preocupación regresó, y le fue inevitable recordar al castaño que parecía estar intimidando al joven— Puedes decírmelo, lo sabes... ¿Es ese muchacho de hace rato?