Interrogatorio

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    Hacía frío, puesto que ya era de noche, la luna y las estrellas ya estaban presentes en el cielo brillando a pesar de las nubes, pero eso no impedía que en ocasiones Jin levantara la vista al cielo y suspirara. Caminaba hacia su hogar recorriendo las últimas dos cuadras desde la parada de autobuses que le acercó a casa, solía quejarse de tener que caminar esas cuadras pero justo esa noche no le parecía tan malo.

Quería llegar ya a casa para descansar luego de un día tan... ¿Cómo describirlo en una palabra? Ni él mismo lo sabía, Seokjin rio pensando en él nervioso con el ramo, en él y Namjoon jugando, en él declarándose, y por último, en Namjoon besándole. Le besó. Se mordió su labio inferior mientras se fijaba en la luna, tranquilo porque estaba solo en la calle y nadie le miraría hacer esa cara rara sin razón aparente.

Tal vez también por eso avanzaba lento y con calma, ahí estaba solo, todo lo contrario a lo que le esperaba en casa.

Usó sus llaves para abrir la puerta principal de su hogar encontrándose con que la mayoría de luces estaban apagadas lo que le extrañó, por un momento se espantó al pensar que había regresado mucho más tarde de lo que pensaba, pero la luz del televisor que alumbraba la sala le hizo calmarse. En realidad no tanto, luego de cerrar la puerta se encaminó lentamente para darse cuenta de que todos estaban ahí, mirándole. Casi parecía escena de terror.

Sus padres, su tía, su hermano, hasta los niños estaban ahí mirando en su dirección, vestían pijamas e ignoraban de momento el programa familiar de concursos que se reproducía en pantalla. Al parecer nadie le importaba saber cuál era la respuesta a la importante pregunta final del concurso.

—Hola mi niño. —sonrió su madre, Jin les saludó moviendo su mano, tratando de no hacerle caso a la mirada llena de burla que tenía Unyong.

—Uhm, ¿Qué están viendo? —se giró hacia el televisor al preguntar, más que dispuesto a evadir preguntas. Pero las risas se escucharon, y fueron solamente lo que previno a Seokjin de saber que no se libraría en absoluto de su familia.

—No le hagas caso a eso Jin, no nos ignores mi niño, cuéntanos ¿Cómo te fue en tu cita?

No quería hablar de eso, no con ellos riéndose —¡Omma dice que tienes novio! —le gritó Kyenim, el mayor de los niños— Qué raro eres.

—Kyenim, te dije que no es raro. —el suave regaño de su tía fue lo último que escuchó Seokjin antes de irse corriendo a las escaleras de su hogar, también oyó el grito de su propia madre.

—¡Ni se te ocurra quedarte arriba encerrado! ¡Tienes que cenar!

Aunque bien podría resguardarse en su cuarto, ahí dormía también Unyong, y era consciente de que tarde o temprano tendría que dar respuestas a su familia. Al encerrarse y recargar su espalda en la parte, suspiró, a su mente llegando el recuerdo de su conversación con Namjoon sobre contarle a su familia.

Era inútil ocultarles que existía alguien en su vida, bien reconocía que no podría esconder esa información y cómo se sentía de su familia, justo en ese momento sonrió a la nada pensando en el chico de gafas que había aceptado ser su novio. De repente sintió unas tremendas ganas de llamarle a la casa de Namjoon para saber si ya había llegado, pero el teléfono del hogar estaba en plena sala.

—Ahg. —se quejó tomándose de la cabeza, no había escape.

Se puso su pijama, como el resto de la familia ya había hecho, y mientras descendía silenciosamente por los escalones se repitió a sí mismo que no daría ningún nombre aunque su familia insistiera en saber. No aún.

Escuchó como susurraban y se mandaban a callar entre ellos mientras él se aproximaba y se sentaba en el suelo, al lado de Unyong para ver la televisión con atención, en realidad él era quien más atención le ponía a ese programa de variedades y eso que acababa de llegar. Eso no duró tanto.

Cosas de Novios - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora