Cosas de Novios - Namjin

Paseo

     Los carros y personas pasaban frente a sus ojos, el duro escalón de cemento incomodaba su trasero, el peso de la mochila en sus hombros le hacía encorvar y el olor a café rozaba su nariz, pero ignoraba la mayoría de esas cosas por sentirse todavía pegado al asiento de su sala escuchando a las lejanas palabras de su madre hablando del divorcio. Ya ni siquiera recordaba qué le había dicho, todo lo que quería era marcharse ya para llamarle a Jin desde una cabina de teléfonos.

Suspiró y estiró sus piernas sentado en los escalones de un teatro, fijándose en sus rodillas expuestas por el short que se había puesto, solamente observándolas mientras intentaba a alejar sus pensamientos de lo que había sido una noche larga y pesada en la que el llanto y el mal descanso le acompañaron, y una mañana todavía peor con su mente distraída y unos llamados de atención.

Pero confiaba en que su día pintaba a mejorar, cuando levantó la vista unos pájaros volaron dirigiéndose al punto en el que planeaba ir con su novio, pensar en ello le hizo sonreír inevitablemente, sus pies se movieron chocando sus puntas. Ojalá no se tardara tanto en llegar Seokjin.

Mientras se acomodaba en su lugar para esperar más cómodo, miró a la calle en el momento exacto que se atravesaba una bicicleta luego de que un auto le cediera el paso, en seguida el timbre sonó como agradecimiento, y después como saludo.

El de lentes se levantó rápidamente, ya con una sonrisa en el rostro —¡Hola! —Seokjin exclamaba mientras la distancia entre ellos se acortaba, se paseaba por debajo de la acera pero estando ya algo cerca tuvo la confianza de levantar la bicicleta y subirse a la banqueta cuidando de no acercarse demasiado a la gente que andaba caminando por ahí.

Fue capaz de frenar usando el freno y sus pies, la sonrisa en su rostro sin desaparecer por la respiración agitada » ¿Esperaste mucho? Te juro que intente venir lo más rápido posible, pero bueno, como tardaste algo en llamarme en casa me puse a ordenar mi parte de mi cuarto y no pude salir hasta terminar, aunque estoy seguro de que Unyong va a desordenar, invitó a unos amigos a estudiar.

Todo lo que podía hacer Namjoon era sonreír y admirar a Seokjin con el cabello ligeramente despeinado luego de la carrera que pegó, todavía algo agitado y con una camisa blanca holgada que mostraba sus clavículas » ¿Cómo estás? Ayer no pude llamarte para saber cómo llegaste a casa.

—Bien —más que bien—, estaba tan emocionado por venir que apenas pude dormir.

—¿En serio? —Jin se removió, poniéndose de puntas y aguantándose el ruidito de la ternura, sobre todo porque se sintió identificado— Dijiste que nos veríamos aquí y que trajera mi bicicleta, pero no a dónde vamos, ¿Cuál es el plan, Namjoon-ssi?

Se vio tentado a tomar la mano de su hyung, pero no terminó por atreverse —Va-vamos hyung, por acá.

Jin no preguntó, en su rostro mantuvo su sonrisa al bajarse de la bicicleta y ponerse a caminar al lado del chico con gafas por la vereda, mientras el mayor se dedicó a comentarle una experiencia graciosa que tuvo mientras se dirigía hacia el punto acordado, cómo casi salía volando de la bicicleta por conducir rápido y pasar sobre un borde. Andando a su lado, Namjoon escuchaba disfrutando de oír a Jin, podía sentir que a cada paso que daba, detrás suyo iba quedando los malos momentos. O al menos ya no les prestaba atención.

—Te digo, casi tienes un novio sin rostro —la verdad fue que Jin lo dijo sin pensar, sin embargo tardó más en decirlo que en darse cuenta y detenerse, preocupado de haberse expresado demasiado alto. Namjoon sólo frenó y volteó a verle, luego ligeramente a su costado donde pasó una señora sin mirarlos—, ignora eso, no todo lo que te conté sino solamente esa última parte ya sabes que suelo hablar mucho y soltar de la nada comentarios así de bobos, solo ignórame.