Cosas de Novios - Namjin

Sospechoso

—Kim Seok Jin.

Cuando su nombre salió de esos labios viejos y arrugados, no fue el único en sorprenderse, y eso fue obvio. A menos dos personas cercanas a él hicieron un pequeño ruido de impresión, como si verdaderamente fuera imposible que él fuera la primera persona del salón en tener una buena calificación.

Se levantó dudoso, creyendo que el maestro se disculparía diciéndole que revolvió las hojas de los exámenes, pero no, extendió hacia él un manojo de hojas y se mantuvo así hasta que Jin se detuvo frente al profesor. Aceptó el examen, asombrándose al ver su nombre y su letra, cuando lo hizo creyó sentirse confiado y que le iría bien, ¿Pero obtener la puntuación perfecta?

Sonrió en grande » Felicidades Kim Seok Jin, puede pasar a tomar asiento, Park Cheol Woo.

Pronunció otro nombre y así continuó entregando las calificaciones, desde el puntaje más alto hasta el más bajo. Jin todo el tiempo estuvo releyendo su examen de física, sintiendo una gran satisfacción al ver que aun recordaba sus respuestas y cómo las había conseguido, no como otras veces que nada más estudiaba para pasar y luego lo olvidaba. No era así en esa ocasión, el conocimiento seguía en su cabeza y eso le ayudó a mantener una sonrisa incluso hasta cuando salieron de clases.

—¿Cómo no vas a sacar 100 si tienes un pretendiente inteligente? —gruñó Ken mientras caminaba a su lado, Junghwan también escuchó y frunció su ceño.

—¿Quién es tu pretendiente? ¿Crees que podría ayudarnos a estudiar a todos para el siguiente examen?

Seokjin sonrió entretenido, de alguna manera se sentía bien escuchar eso, y mucho mejor el decir —No, él solo me ayuda a mí.

—O ella.

Ken pensaba que esa inteligencia tenía que provenir de una fuente femenina, no de un chico, pero la verdad era que ni Jin, ni él, estaban 100% seguros de cuál podría ser su sexo. Igual no pensaba ponerse a discutir eso con él, tenía planes más importantes para ese día, algo grande, muy grande.

—Bien, me voy chicos.

—¿Eh? —le detuvo tomándolo del brazo Junghwan—, ¿A dónde vas? Hoy es día de ir a mi casa a estudiar para el siguiente examen.

Dejó salir una pequeña risa y un encogimiento de hombros —No siempre nos juntamos, no es ley.

—Claro que sí, un día vas a la biblioteca, luego tú te quedas unos dos días cuidando a tus primos y luego vamos a casa de Jung, ¿Ya los vas a cuidar de nuevo?

Como si fuera a aceptar cuidarlos tres días seguidos, suficiente tenía con todo el tiempo que pasaba en casa con esos demonios. Dentro de su mochila se encontraba el peso extra de lo que quedaba de uno de sus controles para jugar, pues accidentalmente lo rompieron al competir por él. Tenía que llevarlo a ver si había salvación, pero no ese día.

—No, no los voy a cuidar hoy, eso será mañana. —y de sólo pensar en ello ya le dolía la cabeza. Ambos amigos suyos se le quedaron viendo fijamente, normalmente era el día de la semana que más esperaba Jin, cuando podían reunirse a comer y a jugar, dejando el estudio para las últimas horas que pasaban juntos.

Jaehwan entrecerró sus ojos cuando se le cruzó esa idea —¿Vas a la biblioteca? —tenía que saber. Y que Seokjin asintiera casi le hace gritar ofendido, ¿Cómo era posible que prefiriera estar ahí estudiando por su cuenta?— ¡Pero fuiste hace dos días!

No era importante ese dato para Jin, en realidad, cada vez le gustaba más pasarse por ahí, y se le notaba. Nuevamente intentó despedirse pues quería llegar antes, mucho antes de lo que acostumbraba, tanto así que iba a tomar el bus para no caminar. Pero las insistentes quejas y comentarios de sus amigos no hacían más que retrasarle.