A distancia

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     Planear algo era más sencillo que llevarlo a cabo.

Y aunque su padre se lo había dicho hace tiempo cuando ambos descubrieron que no habían logrado crear el fuerte que esperaban, Namjoon se quedó con esas palabras y las repetía sin parar en esos días.

No sabía cómo acercarse, al menos no sin verse sospechoso. Creía que cada movimiento suyo era delatador a lo que planeaba, razón por la cuál le costó mucho levantarse de la silla. Sólo lo hizo cuando la secretaria le ordenó que lo hiciera, había demasiados libros en el carrito.

Entonces Namjoon empujó el carrito por la silenciosa biblioteca, mirando de reojo al castaño frustrado con sus estudios. Tenía el mismo libro entre sus manos, según logro ver desde lejos, parecía que no comprendía cierta parte por más que hiciera ejercicios en su cuaderno. Si no fuera tan tímido, se habría acercado a ofrecer su ayuda, pero no, estaba tomando un libro a la vez y lo colocaba con paciencia y cuidado en el espacio que le correspondía.

Quizás sólo tenía que hacerlo.

Pensó de repente, animándose a ir con él, o al menos pasar a su lado a pesar de su temor por verse muy obvio. Pasaría detrás de él, lo haría y así el castaño no se enteraría de su presencia.

Igual, tendría que haber un gran escándalo para que Seokjin se despegara de su cuaderno. Ken le falló cuando quedó de acompañarle ese día, supuestamente juntos iban a hacer esos complicados ejercicios que les dejaron de tarea, pero su amigo olvido que tenía cita con el dentista así que ahí acabó Jin, solo con un cuaderno de matemáticas queriendo golpear su cabeza contra el mismo para ver si así entendía.

Por más que repitiera el ejercicio, no obtenía el resultado esperado. Soltó un suspiro algo sonoro, o al menos lo escuchó Namjoon quien pasaba discretamente empujando el carrito detrás de él, casi causándole un ataque al adolescente de 16 que se detuvo abruptamente, pensándose descubierto. No fue así, por lo que se quiso apresurar a dejar la escena pero sus ojos no lo quisieron hacer sin antes admirar de cerca, como nunca antes lo había estado, al castaño.

Sólo pudo observar la espalda ancha y su cabello castaño lacio, una de sus manos pasando entre la cabellera corta antes de frotar su frente con notable agobio. No estaba feliz ni relajado, el suspiro le delató así como la postura rígida de sus hombros. Namjoon quiso traerle algo para ayudarle a relajarse, o darle unas palabras de aliento.

Estiró un poco el cuello, fijándose en lo que escribía y en el libro. Su cuaderno presentaba muchos borrones, la hoja estaba maltratada, y las páginas nada coloridas del libro parecían burlarse del joven debido a la gran cantidad de palabras y pocos ejemplos que presentaba. Namjoon conocía la operación, eran complicadas de aprender pero una vez hechas se resolvían con bastante facilidad.

Apretó los labios, dudando su hablar o no para explicar cuando escuchó un chisteó a sus espaldas, la secretaria mirándole con molestia por encontrarle así. Asustado por que le regañaran, y así Seok Jin volteara a verle, se apresuró a moverse, la mujer bufando y dándose la vuelta para volver al escritorio, todo esto sin que SeokJin tuviera idea de lo que sucedía detrás suyo.

Miró con odio a su reloj de mano cuando este emitió un pequeño sonido, avisándole que era hora de marcharse. Su padre se lo regalo recientemente para que no se le pasara el tiempo, como había pasado en unas ocasiones. Apagó la alarma, cerrando de golpe el libro y parándose, buscando con la mirada el dichoso carrito de la biblioteca. Al menos estaba cerca, a unos pasos, abandonado.

Sin cuestionarse sobre aquello, dejó el libro de matemáticas para luego volver al escritorio tomando sus pertenencias. Firmó su salida y recibió su mochila, metiendo el cuaderno y lapicero de mala gana, en realidad, todo lo hizo encontrándose enojado. Dentro suyo sabía que no había por qué sentirse así, Ken no le dejó plantado porque quisiera, y en casa Unyong quedó de encargarse de sus primos todo el día, pero su frustración seguía ahí. Había una evaluación pronto y todavía no entendía del todo cómo resolver esas operaciones, y algo le decía que ni Unyong ni sus padres podrían apoyarle. Solo le quedaba estudiar por su cuenta y rogar que le entendiera pronto para así preguntarle a Junghwan si estaba bien, ya que amigo quedó de eliminar todas sus dudas el lunes de la siguiente semana.

Igual, Jin amaría entenderle por sí solo, así no se sentiría tan idiota.

El muchacho salió de la biblioteca con una expresión seria en el rostro, la misma que mantuvo esperando el bus, sabía que en casa le esperaban sus primos que le pedirían jugar con él, quizá se meterían a su cuarto esperando que jugara con ellos o le pedirían prestada su consola de videojuego. Dentro de él rogó por llegar y encontrarles dormidos en su larga siesta.

Mientras Jin le rezaba a quien fuera, Namjoon se detuvo en el pasillo solitario, abriendo el libro que momentos antes estuvo en manos de Seokjin. Le hojeó buscando la página donde se quedó, sonriendo triunfante al dar con ella gracias a que se aprendió el número. Luego de dar una rápida mirada a su alrededor y comprobar lo solo que estaba, decidió hincarse en el suelo y sacar de su bolsillo la pequeña hoja doblada en cuatro, así como la pluma que guardó por si acaso.

Ya había algo escrito, algo que le puso la noche anterior, así que usó el lado contrario para (con la letra más pequeña que pudo) resolver la operación que se explicaba en el libro, poniendo paso por paso cómo se resolvía el problema. No tardó mucho, y leyó varias veces buscando algún error, pero todo estaba bien. Ojalá así el castaño dejara de mostrarse tan frustrado, y le ayudara a estudiar. Sonrió volviendo a doblar la hoja y la dejó ahí, rogando porque al día siguiente fuera y la encontrara SeokJin. Sino iba, solamente regresaba y quitaba la nota, era sencillo.

Se levantó y dejó el libro, acariciando la tapa antes de sonreír en grande y empujar el carrito, avanzando a los siguientes pasillos para dejar los libros en sus lugares.



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¡Hola! Jejeje, ¿Cómo están, mis galletitas?

Quería dejar presenta la pequeña aclaración de esta historia esta ambientada por los años 90's al 2000, espero estar dando esa imagen aunque me cuesta, ejhé. Por eso no tienen celulares y demás, no era taaaan común, apenas estaban dejando de ser esos ladrillos gigantes y no los necesitaban para comunicarse como hoy.

Me estoy esforzando, por si alguna vez se me va algo muy "moderno", puede hacérmelo saber y lo corregiré.

Hoy empiezan mis clases, en un rato me voy solo que, no sé si sean los nervios, me puse a escribir y pum, salió rápido el capítulo. Que es cortito, lo sé, pero se viene lo emocionante e.e

Gracias por leer mis galletitas, nos vemos pronto <3 <3 ¡Cuídense y feliz regreso a clases! Les deseo un montón de éxito.

Cosas de Novios - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora