El peor día y el mejor regalo pt. 1

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     Le era difícil recordar algún momento en el que se hubiera sentido igual de nervioso. Seokjin se encontraba de pie frente a la biblioteca, ni siquiera había subido las escaleras pues se detuvo a sí mismo bajo el pretexto de agilizar las cosas y sacó de su mochila una preciada carga que ahora abrazaba celosamente. Un obsequio muy bien envuelto.

No tendría por qué estar nervioso, ¿Verdad? No era como si Namjoon supiera que se había tirado al suelo luego de quedarse de piedra procesando que le dijo "te quiero" sin que él pudiera responderle, que estuviera repitiendo en su cabeza esas palabras todo lo que quedó de ese día, también los siguientes, recriminándose de no tomar el valor de ir a verlo, o de llamarle de vuelta porque una vocecita en su cabeza le decía que tenía que ir a verlo con algo, un obsequio que le hiciera sentir tan feliz como él lo fue con esas bonitas palabras. Estuvo pensando demasiado, poniéndose mil y un pretextos para atrasar el momento algunos días.

¿Qué le iba a decir? De cierta manera lo sabía porque a cada rato se ponía a imaginar escenarios de su reencuentro luego de esa llamada, algunos realistas, como que le expresaba cómo se sentía y le agradecía; otros más fantasiosos en los que luego de sincerarse se iban corriendo y escapaban para dedicarse un día solo los dos.

Negó en su lugar, casi dándose una cachetada en plena vía pública por volver a irse en esa nube de pensamientos color rosada. No debería de estar pensando en esas cosas.

Llevaba ya 10 minutos ahí afuera sin animarse, así que tras tomar aire se animó a subir de una buena vez, avanzando escalón tras escalón, paso tras paso hasta que se encontró entrando a la biblioteca, su vista buscando a cierto chico de lentes que quizá estaría trabajando por ahí.

No lo sabía ciertamente, tenía casi una semana sin saber de él luego de la llamada, ninguno se habló y parecieron centrarse en las últimas clases antes de encontrarse en los primeros días de sus vacaciones.

Le encontró enseguida, ambos se vieron, sólo que Namjoon fingió que no. Rojo y avergonzado, el chico fingió no haberle visto, se levantó de la silla donde había estado leyendo y tomó el carrito que apenas tenía tres libros, un cuarto que agregó un chico que tuvo que apresurarse a alcanzarlo y ponerlo, entonces desapareció entre los pasillos.

—Se fue por allá. —le dijo la secretaria sin que tuviera que preguntarle, ahora ella no esperaba a tomarle los datos, estaba en otro escritorio poniendo sellos a libros junto a una chica que le miró confundida, creyendo que le hablaba a ella.

—No vine a verlo. —mintió esperando disimular, ocultando el obsequio entre sus cuadernos.

—Bien, ve y pon estos en el otro carrito —con esa orden, la chica de coleta alta se fue, Seokjin terminó de poner sus datos y de entregar su mochila. Antes de poder marcharse, la secretaria le detuvo poniéndose delante de él—, apenas le quitaron el castigo así que tenlo en consideración.

—Yo... seré cuidadoso.

—Me refiero a que anda muy distraído, a cada rato mirando el reloj, hasta el maestro lo notó y le dejó salir antes. Como sea, ve, ve —pareció espantarlo con las manos—, espero haga un buen trabajo antes de irse. Ya aceptó trabajar todo el verano aquí, debe de seguir tan bien como lo ha hecho hasta ahora.

Desde su lugar la mujer vio cómo Seokjin le mintió, le vio ir directo a los pasillos, algo lento y se notaba que iba tímidamente, pero no se detuvo en ningún momento. Sólo se rió antes de seguir con sus tareas.

Seokjin de mientras iba de pasillo en pasillo, cuando pasó por el que tenía libros de ciencias naturales, alcanzó a ver que Namjoon estaba de pie mirando en su dirección desde el otro lado, volviendo a sobresaltarse y marchándose. Aunque soltó un suspiro de forma de queja por no creerse que estaba persiguiendo a su novio, igual no se detuvo, hasta apresuró el paso —Nam, espera. —susurró alto, casi poniéndose a correr cuando vio que iba a chocar con una estantería por andar volteando atrás.

Cosas de Novios - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora