A Dos Pasos. (TERMINADA).

Capitulo 5: ¡Ayuda!.

¡Antes de comenzar el capítulo, informo que será narrado por Juan Carlos y yo!.

★★★★★

Seguí conduciendo como 500mt de dónde estaba ubicado, nos dirigimos para fuera del pueblo y nos paramos en una fábrica abandonada..

Mientras conducía me fijaba si el detective estaba detrás de nosotros, pero nunca lo logré ver...

Los dos hombre que nos tenías secuestrados andaban todo tapados con una ropa negra y logre mirar que ambos tenías una especie de tatuaje en el cuello, ¡era una especie de Cruz roja con 5 estrellas alrededor!.

Eso me llamo la tensión, seguramente era una especie señar para identificar a los miembros de una banda de....

Me bajan de forma rústica, específicamente con patadas y apuros. Nos colocaron esposas en las manos a Clarisa y a mí, aunque a ella la trataban peor que a mí, ¡me dolía más a mí!.

Nos llevaron a un lugar oscuro, se notaba que se utilizaba para este tipo de cosas, ¡nos tiraron al piso! Dónde caí bruscamente junto a Clarisa ya que estábamos esposados.

A mi lado estaba un esqueleto de una persona que seguramente estuvo en nuestras mismas condiciones, pero la gran pregunta fue. ¿Por qué estamos aquí?

— No quiero que se equivoquen “Camina de lado a lado” — No están aquí por ser una personas agradables, ¡están aquí por qué es una orden!.

De los dos el era el más dosis, y algo querían pero no está eliminarnos o eso creó.

— ¿Y quien dió la orden? “Lo miro de de forma interrogante” — ¿Si puedo saber?

— ¡Claro que lo sabrás! Pero a su debido tiempo.

Clarisa comienza a gritar de forma desesperada, ¡AYUDA! ¡AYUDA!. 

La reacción más esperada por los secuestradores fue darle una bofetada, dejándole el rostro marcado cruelmente..

Aunque luego de eso estaban arrepentidos, no encontraban que hacer, y como ellos me quería a mi.

— ¡Déjenla ir! ¡Ustedes me quieren es a mi!.

— ¡No la podemos dejar salir!.

— Es un estorbo “La miro y le hago seña que siga el juego” — Si no yo también comensare a gritar.

— Está bien, pero te tendremos buen vijilada.

¡Le quitan las esposas y ka mandan a correr!

★★★

Clarisa corría lo más rápido que podía, solo mirava para tras a ver si la estaban siguiendo, ¡sin darse cuenta tropieza con el detective!. Claro que ella no lo conocía,pero igual le pidió ¡Ayuda!...

— ¡Por favor señor! “Le implora con la grimas en su rostro” — Hemos Sido secuestrado y mi amigo quedó allá.