Capitulo 24: ¡Ardiente!.

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¡Este capítulo será narrado por Juan Carlos y mi persona!.

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¡Cuando uno menos lo piensa, la tierra nos sorprende que su ímpetu y maravillosa naturaleza, ayer que fue un día tan fresco y nublado, hoy en la tarde en día estaba tan caliente y ardiente!.

El sol, nos quemaba la piel y mientras nos dirijamos a la finca de Verónica, sentiamos como el calos nos invadía por dentro de nuestros cuerpos. Sin más pensarlo nos posabamos debajo de los pocos árboles que conseguíamos en el caminó, para reposar y quitar nuestro sudor.

Después de unos minutos, llegamos a la finca, Ramiro y yo nos quedamos escondidos detrás de unos matorrales, mientras Clarisa continúe a sola y entraba hablar con Verónica, estuvimos hay por unos minutos hasta que Clarisa nos envía un mensaje que ya estaba dentro y nadie rondaba la zona, mire a Ramiro antes de bajar de los caballos y seguir para decirle lo peligroso que podía ser ésto.

— ¡Ramiro! Sabes que esto puede ser peligroso “Lo mire con gran seriedad” — Esto no es un juego, nos arriesgamos a todo.

— Claro que lo sé amigo “Dice al golpe al mi hombro”. — Sabes que estoy dispuesto hacer todo, para salvar a tu madre, y al detective si está junto a ella.

— Claro que lo está, estoy seguro que el se encuentra hay, tengo un presentimiento.

¡Lo mire y comenzamos a caminar, con rapidez y mirando para todos lados, antes de que alguien me mire o los mire allí dentro, al estar dentro de la finca decidimos correr hasta llegar al granero, por suerte o extrañamente todo estaba solo y en silenció, algo que no facilitaba mucho nuestra búsqueda!.

★★★

Clarisa ya dentro y un poco nerviosa, Verónica aún levantada y mirándola con una mirada matadora que incendia el lugar, y su mirada penetrante encima de Clarisa, dónde brevemente contiene sus mutuas sospechas. La invita a sentar dónde aún seguía mirando la, que provocaba a Clarisa temblar o sentirse nerviosa.

— ¿A que debemos tu inesperada visita? “ Insinuó”

— Solo quería saber cuál sería mi labor, ya que mis suegros padres murieron, inesperadamente “Menciona a ver si ella le dice algo”.

— ¡Si! ¡La verdad fue algo muy lamentable lo que les pasó! “Dice con una sonrisa ladina” — Pero no creerás que yo lo hice.

— No señora, jamás pensé y mencioné o contrarió “Lairo con una mirada firmé” — ¡Solo que como usted es la encargada de todo esto, pensé que me podría decir que haré, o solo termine mi misión yá!.

— ¡La verdad que no, aún tienes que casarte con Juan Carlos, el no es la excepción para nuestro plan!.

— ¿Pero que tiene que ver Juan Carlos con todo esto? “Se levanta”

— ¡El ya sabe nuestro plan, y podría arruinarlo todo!

— ¡Pero yo no formó ya parte de ésto!

— Tu estarás y harás lo que yo te diga “Se levanta” — ¡Claro, al menos que quieras que a tu abuelita le pase algo trajico!.

NI SE LE OCURRA METERSE CON ELLA “Grita con rabia”.

— Mira niñita a mi tú no me estés gritando “Dice dándole una gran cachetada, provocando un impacto en Clarisa al cael en el suelo”. — Piensas que vas a poder con migo, ¡Eres toda una idiota!.

— ¡Usted piensa que nunca va a cael! “Dice aún en el piso”.

— Tal vez, pero por los momentos “Dice al sentarse de nuevo” — ¡Yo estoy al mandó!.

— Nunca tendrás lo que quieres “Duce al levantarse”

— ¿Y según tu, que quiero?

— ¡El amor del señor Máximo!.

★★★

Todo estaba muy extraño, la verdad al parecer remodelaron este lugar, no entendía nada, tuvimos que buscar por todas partes para poder encontrar ese lugar, de dónde seguramente hay estaba mi madre y el detective.

Junto a Ramiro buscamos por todos lados, hasta poder encontrar la puerta o el agujero que nos iba a llevar a dónde estaban secuestrado mi madre y el detective.

Después de varios minutos, por fin encontré en lugar que estaba tapado con muchos objetos, junto a Ramiro los quité para así poder entrar. Seguimos y el camino estaba demasiado oscuro, al parecer ya no lo estaban utilizando, pero igual seguimos para poder llegar.

Encendí la linterna, del teléfono para poder alumbrar el camino, seguimos caminando hasta llegar al final pasadizo, dónde no había nada ni siquiera estaban los ratos de que aquí hubieron personas secuestradas.

— ¡Juan Carlos, todo esté riesgo para nada!

— No fue en vano Ramiro, se que ellos siguen aquí en la finca, lo único es que los cambiaron para que no los podamos encontrar.

— ¡Y que vamos hacer ahora!.

— ¡Vamos a escribir le a Clarisa, para ver si puede ver en la casa!

— ¿Estás seguro de correr ese riesgo?.

— ¡Claro que lo haré, lo haremos!.

— ¡Si está bien Juan Carlos!.

¡Intenté enviar el mensaje a Clarisa pero la verdad no pude, la señar estaba fallando, salimos del lugar para poder enviar el mensaje, y avisarle a Clarisa!.

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Esto fue.......

#ADosPasos.........

A Dos Pasos. (TERMINADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora