A Dos Pasos. (TERMINADA).

Capitulo 6: ¿Que pasa?.

¡Está noche fue algo extraña, sentía una incomodidad presente en esta habitación!.

¡Al abrir los hijos veo que Clarisa dormía a mi lado, todavía seguía dormida! ¡Me imagino que estaba cansada la pobre, veo que si se preocupa por mi!.

No pude evitar acariciar su hermoso rostro Rubio, ¡suavemente tocaba sus labios! pero no puede evitar robarle un ¡beso!.

Al mismo tiempo despertó asistiendo con la cabeza, ¡fue la señal que esperaba!.

Mutuamente seguimos besándonos, hasta que pasamos a otro punto, o otro nível. Sin darme cuenta mis mano acariciaban cada parte de su hermoso y escultural cuerpo...

Me subí sobre ella aunque el dolor no me permitia mucho, tener movimientos rústicos, mutuamente nos quitamos la ropa, y cuando pasamos a otro nivel mi teléfono suena.

~ Llamada entrante ~

— ¡Juan Carlos estoy fuera de la casa!.

— ¡Ok!  ¡Ya Clarisa te habre!.

De una u otra forma tenemos que dejar lo empezado, rápidamente ambos nos vestimos y ¡Clarisa fue a recibir al detective!.

¡Al pasar se queda mirando nuestra actitud, aunque yo seguía acostado en la cama, recuerden que estoy herido!.

— ¿Como sigues? “Me mira detenidamente” — Todos están preocupados.

— ¡Estoy bien!. “Miro mi herida” — ¡No les digas nada por favor! “Suplico”.

— ¡Tranquilo! ¡Mañana temprano nos vamos, les dije que solo pasarías el fin de semana!. “Observa a Clarisa” — ¡Gracias por tu ayuda niña!.

¡Clariza lo mira con una sonrisa ladina y los ojos brillantes!.

— ¡Saben que lo hago con gusto! “Me observa” — ¡Tu eres muy especial!. “Me suelta una sonrisa”.

— ¡Tu también eres para mí Clarisa!.

El detective nos miraba con una sonrisa diabólica, se acerca a mi y me dice:

— ¿Ustedes dos tienen algo?.

¿Tenemos algo? ¡Me preguntó la verdad! La miro y se que está nerviosa, y al igual que Detective espera una ¡respuesta!.

— ¡Si! “Veo la sonrisa es su rostro” — ¡Si tenemos algo!

Ella no aguantaba la emoción, se que estaba por gritar pero el detective la detuvo y dijo:

— ¡Saben que no lo pueden hacer público! “Mientras me abrazó” — ¡Le romperlas el corazón! “Susurro”.

Se alejo lentamente y al salir de la casa Clarisa se acercó a mi con una gran sonrisa y ya enzima de mí me dice:

— ¡Eso que le dijistes al detective!, ¿era cierto?.

— ¡Claro! “La miro” — ¿ahora no se si tú estás de acuerdo?.

— ¿Que si lo estoy? ¡Estoy que brinco de la felicidad!

Nos estuvimos besando pero de nuevo el teléfono interrumpió, pero esta vez no era para mí.