Au's Volkacio (+18) 💜

"La próxima vez..."

"Una nueva edición del FoS trae consigo sorpresas, uno de los jueces no deja de pensar en que conoce a cierto encargado de la seguridad, y durante el descanso, llegará a aclarar sus dudas."

-Mi voto es un no... - Exclamó Gustabo en un tono que ya comenzaba a sonar irritado, aquel participante a pesar de su penosa actuación se negaba a retirarse.

-También puedo cantar, miren, un pequeño adelanto, déjenme... - Pero Horacio no lo escuchó, no había escuchado a ninguno de los participantes de aquella segunda edición del evento.

Su atención se centraba en únicamente un caballero, alguien que estaba a las puertas de aquel lugar y le devolvía la mirada, con la misma intensidad.

-¿Horacio, usted qué opina? - Escuchó que alguien preguntó, volviendo a poner atención a aquel evento, respondió.

-De nuevo mi voto es un no, lo siento, mucha suerte para la próxima... - Susurró, Gustabo se dejó caer hacia atrás en su asiento, y todos escucharon como tomarían un descanso de 30 minutos.

-Pero Horacio, has contestado a todos que no ¿No dormiste o qué? - Preguntó su mejor amigo, mientras le golpeaba el hombro.

-¿No te parece que aquel hombre luce como Volkov? - Dejó salir su duda, no podía estarse volviendo loco.

Gustabo siguió su mirada y observó fijamente a aquel sujeto a las puertas del lugar, si bien tenía la altura, todos los de seguridad vestían igual, ropa negra y una máscara que cubría sus rostros, resoplando contestó.

-¿Como va a ser Volkov? Después de tantos años y sigues con lo mismo, ya supéralo hombre... - El rubio se puso de pie, se quitó el gorro qué hacía juego con el de su amigo, y se pasó una mano por el cabello.

-Bueno, no pasaré el descaso aquí discutiendo, te espero en el comedor. - Habló, pero su amigo seguía perdido en sus pensamientos, el rubio dejó salir una risa, y salió de aquel lugar.

Desde que había pasado por las puertas y había caminado a su lado, el de cresta sintió algo extraño en su estómago, su mirada parecía ser atraída por aquel hombre, tal atracción por alguien no le había ocurrido desde que había conocido a Viktor Volkov.

El personal de seguridad también tomó su descanso y todos se retiraron, incluso aquel desconocido, con un suspiro Horacio se puso de pie, y se recargó contra la pared a su espalda.

-Ya te estás volviendo loco H, quizás lo extrañas más de lo que crees... - Susurró, se pasó una mano por la cara, y se retiró en silencio.

Llegó a su pequeño camerino y se dejó caer en la silla, observó su reflejo en el espejo que cubría la pared, y apoyó los brazos sobre su cabeza.

Después de observarse en el espejo por algunos minutos cerró los ojos, le gustaba verse pero no podía dejar de pensar en aquel hombre, se pasó una mano por la cresta despeinada, se sentía cansado y una siesta de algunos minutos no sonaba nada mal,

Escuchó la puerta abrirse y sintió a alguien entrar, pero suponiendo que se trataba de su amigo dejó salir una risa y se estiró en su asiento.

-Joder Gustabo, juro que no iba a dormir, solo descansaba, vamos a ... - No terminó de hablar, poniéndose de pie y dándose la vuelta se quedó sin aliento.

Frente a él estaba aquel hombre, el único del que se había enamorado, y en quien no había dejado de pensar jamás.

La máscara negra sobresalía de su bolsillo, y su cabello grisáceo despeinado caía sobre su frente, Horacio iba a decir algo pero fue interrumpido.