CAPITULO 34 | Soles

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Poché salió del apartamento sintiendo una sensación de déjà vu, por lo que ni siquiera le había explicado a su amiga Francisca su actitud después de leer el mensaje recibido. Simplemente caminó hasta afuera del edificio para descubrir que no estaba soñando. Efectivamente, allí estaba estacionado el auto de Daniela. Se acercó y subió al auto.

- Hola, ¿de verdad estas aquí?

- No debería, después de como me trataste. - dijo muy seria - ¡Hola! - concluyó con una sonrisa. Poché no pudo determinar si realmente estaba molesta.

- ¿De qué hablas? - Poché sólo tenía en la cabeza la situación de su padre y la presencia de su amiga que en ese preciso instante salía detrás de Poché, llamándola con insistencia y  autoridad.

- Poché vas a venirte conmigo ¿si o no? ¿Por qué me dejaste sola ahí adentro? - dijo Francisca algo enojada por la extraña actitud de su amiga y más aún al verla dentro del carro de esa chica, quien le pareció conocida, era evidentemente una niña de otro nivel social... ¿una Calle, talvez? Imposible!, pensó. Se detuvo y esperó respuesta.

- Veo que no pierdes tiempo - Daniela sintió un enojo repentino al escuchar las palabras de esa chica que se acercaba a su auto de manera imperativa. Poché cayó en cuenta de que había dejado a su amiga con la palabra en la boca cuando recibió el mensaje de Daniela. No sabía cómo reaccionar ante la confusa situación, por lo que se quedó en silencio demasiado tiempo.

- ¡Bájate! - expresó Dani en tono molesto haciendo que Poché saliera de su mutismo.

- Calle no es lo que te imaginas - la miró un segundo, miró a su amiga y le hizo señas de que esperara dentro de la casa - Francisca es una amiga del pueblo... - Calle comenzó a reír cínicamente interrumpiendo la explicación que comenzaba a darle - ¿De qué te ríes? -

- De ti. Mejor no me digas más nada de tu "amiga"- hizo comillas en el aire con los dedos. - Solo por curiosidad ¿a todas nos dices así?

- Calle de verdad no es lo que piensas. Ella es una amiga del pueblo, compañera de la... de donde trabajaba - se interrumpió antes de meter la pata - vino a decirme que mi papá está muy mal y que debería ir a verlo - de pronto el panorama de celos en el aire cambió y Daniela solo esperó a que Poché terminara su explicación. 

- Ay Poché tienes que ir, es tu papá - le dijo luego de escuchar por qué Francisca estaba allí y quien era realmente.

- No sé que hacer porque para colmo, también tengo problemas en mi nuevo trabajo.

- ¿Por qué? ¿Qué pasó? - para ese entonces Francisca se había devuelto al interior del edificio.

- Estoy trabajando en una tienda del centro comercial y anoche nos robaron.

- Mi padre me contó algo de eso esta tarde durante la comida de recibimiento. No sabía que trabajabas en SOLES, esa tienda, nos hace la competencia... - eso ultimo sonó un poco a reclamo, mejor no abundar en ese tema - Eso no importa ahora, cuéntame ¿Cómo pasó?

- No tiene sentido, no hubo fracturas de cerraduras, ni cristales rotos, no sonó la alarma, solo se llevaron las prendas con los maniquís...

- Que extraño ¿Qué dice la policía? ¿Hay algún sospechoso? - preguntó la castaña. Poché no pensaba con claridad, tenía que estar preocupada más por su papá que por lo sucedido en la tienda pero ninguna de las dos situaciones ocupaban su mente en ese momento más que la cercanía de Daniela Calle. Toda ella era como una droga mágica que con solo sentir su cercanía y oler su perfume, la dejaba bajo sus efectos alucinantes. Después de un minuto de silencio logró responder.

- No tengo idea, la verdad. Calle te tengo que dejar. Francisca me está esperando adentro. - dijo al mismo tiempo que abría la puerta del auto, debía alejarse para recuperar el control de si misma. 

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