CAPITULO 11 | Acciones Prohibidas

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Poché bebía y bebía del milagroso Whisky buscando un rayito de luz en el túnel del tiempo. Por su mente pasaban como fotografías cada etapa de su vida y se decía a sí misma que no volvería atras, que su vida jamás podría ser la misma. Enjugó el último sorbo diciendo:

- Hace mucho calor  – volvió a jugar con su negra cabellera. – ¿Verdad que si?

- ¡Así es! – él se puso de pie y encendió el abanico de techo. – Cuéntame del proyecto. – volvió a insistir. – Me parece interesante que otros países presten ayuda a los necesitados.

Seguía sin saber que decir al respecto, pero se sentía más segura, mucho menos cohibida gracias a los efectos del alcohol y la fuerte convicción que la había llevado hasta allí. No sabía nada de fundaciones, de proyectos ni nada de eso. Su conocimiento al respecto era equivalente a lo que un burro sabía leer. Le dio la espalda a Germán, se acercó a la ventana que daba al pórtico. Él la observaba sintiéndose como un pedazo de metal atraído por un poderoso imán. La pequeña figura femenina lo hacía pensar en todo tipo de acciones prohibidas, también en qué tipo de competencia representaba la fundación para las empresas de la familia Calle. Entre números, competencia y excitación bailaban sus pensamientos.

- No puedo decir mucho sobre el proyecto pero la idea es ayudar a esta gente dándole tierra para que siembren. – inmediatamente Germán pensó que eso no era conveniente para "Tejidos Calle". Como comprobar esa información, sin destruir la posibilidad de acostarse con esa hermosa mujer. Tenía que ser precavido. Sin embargo, eso no era difícil para él. Germán era un hombre astuto en los negocios y mucho más efectivo con las damas.

- ¿Crees que ese proyecto se lleve a cabo hasta el final? Me parece que puede traer muchos conflictos dentro de las familias del pueblo. Esta gente es muy tradicionalista, sus terrenos no están delimitados, ni registrados debidamente. Sé que ni siquiera existe en el pueblo ningún juzgado donde puedan registrar las mismas a sus nombres, por lo que tendrían que viajar al Municipio cabecera o a la capital, eso significa tiempo y dinero que no tienen. Si quiere, yo podría darle la información que desee a la fundación en ese respecto. Conozco las autoridades y tenemos mucha influencia. En cuestión de unos días sabríamos cual es el proceso que deben seguir ustedes para que adquieran las tierras legalmente y puedan iniciar cualquier proyecto de plantación. – para Poché solo eran palabras vacías. No entendía la mayoría de los conceptos que Germán mencionaba pero no debía profundizar en el tema. Tanto interés de su parte en una idea que se acababa de inventar la confundía bastante. Sumado a esto el efecto adormecedor que el Whisky le estaba causando que sus sentidos no le permitían pensar claramente, mucho menos reaccionar debidamente. - No sé qué decir. Supongo que gracias por la buena disposición. – le asustaba el repentino interés que Germán estaba mostrando. ¿Cómo le haría después para que se olvidara de ese tema? Pero con la expresión daba por terminado el tema. El se le acercó sonriente, deleitado con la hermosa cabellera y las finas curvas de una delgada María. - ¡Parece que no va a dejar de llover! – se paró justo a su lado. Ella percibió su aroma masculino, un olor a madera y azahar, a bosque fresco, a fragancias celestiales que le embriagaban más sus sentidos entorpecidos por el alcohol. Estaban tan cerca que podía sentir su calor. Era tiempo de lanzar nuevamente los dados de la suerte. Poché suspiró suavemente.


Continurá...

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