CAPITULO 36 | Te debo una más

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- Papito despierta - Poché le acarició la mano.

Después de unos segundos Juan Carlos abrió lentamente los ojos. Lo primero que vio fue la tierna sonrisa de su hija mayor. Él hizo un esfuerzo por incorporarse para abrazarla.

- No se levante, la bendición papá ¿Cómo se siente? - Poché lo abrazó para evitar que se incorporara. 

- Dios te bendiga hija ¿Cuándo llegaste?... ahora que te veo me siento mejor - sonríe y se da cuenta que hay una chica detrás de su hija. - Oh, trajiste visita... Yo en estas fachas! - dijo avergonzado. 

- Ella es Daniela papá, ella solo quería saludarte, no te preocupes. 

- ¡Hola! - dijo Daniela haciendo un ademán con su mano sin acercarse.

- ¡Hola... cgh, cgh, cghhh! - al responder comenzó a toser fuerte, Poché se asustó un poco y comenzó a sobarle la espalda. Valentina rápidamente agarró un vaso con agua que estaba sobre la mesita al lado de la cama junto a una pastilla.

- Tranquilo papá, respira, aquí tienes - le dijo Valentina. Poché se puso de pie para que Valentina se sentara y le entregara la pastilla junto con el vaso con agua. Juan Carlos dejó de toser, respiró profundo y obedeció las instrucciones de su hija menor. Se tomó la pastilla y un sorbo de agua.

- No quiero que me vean así, déjenme solo, vayan a hacer sus cosas. 

Un silencio sepulcral se hizo presente por varios segundos, nadie se movía ni decía nada. Las niñas se miraron entre sí sin saber que hacer o que decir.

- ¡DÉJENME SOLO! - las tres brincaron en sobresalto con las palabras alteradas del enfermo.  Ninguna entendía la reacción de Juan Carlos.

- Está bien papá no te alteres - dijo Valentina indicándole a Poché que salieran con un movimiento de cabeza.

- Estaremos afuera, te quiero papito - Poché se acercó y depositó un beso en su frente antes de salir.

*-*-*-*

POV de Poché

Las tres conversaban sentadas en mesa del comedor, tratando de entender la reciente actitud de Juan Carlos.

- No entiendo nada, mi papá nunca levanta la voz, y menos me echa de su lado de ese modo. - Vale apoyó su frente sobre la mesa en señal de derrota, aguantando las lágrimas inutilmente. Yo me senté a su lado y comencé a acariciar su espalda en un intendo de consolarla a pesar de mi propia angustia. Ambas estabamos muy tristes, sentíamos impotencia y eso nos frustraba. Daniela me miró y luego miró a Vale, estiró su mano para agarrar la mano de mi hermanita.

- ¿Vale? Todo va a mejorar, ahora estamos aquí para ayudarte, no llores - Vale levantó la cabeza dejando ver sus mejillas mojadas y sus ojitos rojos.

- Mi papito está muy mal Daniela, no tiene sus medicinas porque es un tratamiento muy costoso, no veo ninguna solución.

- Tenemos que ir por los medicamentos. Luego hablaré con mi papá para ver como llevamos a Don Juan Carlos al hospital en Bogotá.

- ¿De verdad? - Vale abrió los ojos emocionada.

- Calle no... - traté de decir algo pero Calle me calló al instante.

- Calle nada Poché, vamos a comprar las medicinas, no hay discusión. Vale trae la receta - Dani nos trasmitía seguridad. Era increible, la conocía hacía más o menos un mes y yo sentía en mi corazón que la conocía de toda la vida por la paz que me provocaba tan solo estar a su lado. 

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