CAPITULO 47 | Pitufina Celosa

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POV de Calle

Me quedé impactada con las últimas palabras de Poché. Y cuando vine a reaccionar, ella ya estaba con Vale en la Sala.

¿A qué se refería cuando dijo que para eso tenía a mi novia? Ya le he dicho en varias ocasiones que no tengo pareja. Soy soltera. Me gusta serlo. No quiero tener ninguna ralación formal en este momento de mi vida. Pero tal parece que a todos les ha dado por asignarme una, especialmente a mi padre.

Cerré los ojos y hundí mi cara en la almohada exhalando todo el aire de mis pulmones. Sin fuerzas ni ganas de ponerme la pijama acomodé mi cabeza en la almohada. Y en menos de un minuto quedé dormida profundamente.

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6:59 am

Desperté por la claridad del dia dando directo en mi cara a través de la ventana. Ni siquiera corrí las cortinas antes de quedarme dormida. Entre abrí los ojos y los volví a cerrar, estrujándolos con suavidad mientras me estiraba para activarme. Me di cuenta que aun tenía la ropa de ayer puesta. Me giré hacia un lado para ver la hora en el reloj sobre la mesita de noche. Me senté en la cama, bostecé estirando mis brazos hacia arriba y arqueando un poco mi espalda hacía atrás. Por alguna razón me sentía llena de energia y con ganas de descubrir que cosas buenas me trairia el dia de hoy. Entre ellas, los maravillosos besos de Poché, a pesar del pequeño desplante que me hizo anoche, iba a encontrar la manera de aclararle que con quien quiero estar, es con ella y nadie más, para así, volver a disfrutar su sabor, darle besitos, abrazarla, sentir su calor y si todo resulta, atreverme a hacerle el amor de todas las formas posibles.

Aunque confieso que me conformo con sus besos. Sus besos se estaban volviendo mi obsesión.

Me metí al baño para darme una buena ducha caliente. Tenía el tiempo ideal para arreglarme, hacer un café y salir para la tienda. No puedo volver a llegar tarde, mucho menos faltar. Pero antes quisiera hablar con Poché, espero que ya esté despierta.

Salí del baño, entré en el vestidor sin apresurarme pero sin demora busque lo que me iba a poner. Me vestí con un jean ancho que caia en mis caderas. Un sweater balenciaga de color fucsia con el nombre de la marca en color negro en varias partes de la prenda. Me peiné y me puse un maquillaje suave y salí de la habitación hacia la cocina.

Un delicioso olor a huevos revueltos llego hasta mí naríz antes de alcanzar mi destino. Descubrí a Poché frente a la estufa vestida con la misma camiseta ancha y los shorts de anoche que me habían descontrolado los sentidos, las hormonas, la sangre, en resumen todo mi ser. Ella estaba muy concentrada por lo que no se dió cuenta de mi presencia hasta que pasé mis brazos por su cintura para abrazarla y pegarme a su trasero.

- ¡Buenos dias! -- Le dije al oído con voz consentida para no asustarla pero igual dió un respingo al sentir mis manos. Casi deja caer el cucharón con que removía los huevos.

- Calleeee ¡¡¡qué susto me diste!!! - se quejó empujándome hacia atrás con sus pompis.

- Perdón - me reí por su reacción - Eres una tentanción andante y esos shorts ufff, me descontrolan - volví a acercarme y la apreté contra mi cuerpo. Rápidamente se alejó de mi agarre, terminó su tarea y apagó la hornilla.

- Hice el desayuno - dijo con voz indiferente recalcando lo obvio. Al parecer mis indirectas-directas no estaban causando el efecto deseado. Ella se alejó para comenzar a servir los huevos. - No me atreví a poner el café para no provocar algún desastre en tu cocina.

- Esta bien, no te procupes ya lo pongo yo - Sonreí - ¿Ahora si me darás los buenos días? - me acerqué nuevamente para saludarla de nuevo con un beso en los labios - Hola -

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