Me quedo despierta en la cama, sola, por cuarta vez esta semana. Harry está trabajando hasta tarde en el estudio una vez más. Las cosas han sido diferentes últimamente. Ya no es el mismo, ha estado tan distante, apenas pasa tiempo conmigo. Estoy haciendo todo lo que puedo para salvar nuestra relación, pero parece que a él no le importa tanto.
Apenas nos hemos hablado últimamente, salvo unas pocas palabras aquí y allá, pero eso es todo. No recuerdo la última vez que cenamos juntos. Siempre llega tarde, o dice que no tiene hambre, o que ya ha comido.
Escucho el sonido distante de la puerta abriéndose y cerrándose, suspiro fuerte cerrando los ojos. Pienso si confrontarlo o no, suena el clic del picaporte de nuestra habitación y lo veo entrar.
—¿Dónde estabas?— pregunto, aunque ya sé la respuesta.
—En el estudio— el responde. Así es como lo escucho hablar siempre, solo respuestas cortas si le pregunto algo.
—Harry, ¿qué pasa?— reúno el valor para hablar, un nudo formándose en mi garganta. Me odio por ser tan sensible.
—¿Qué quieres decir?— pregunta con voz tranquila, sentándose al borde de la cama. Me incorporo lentamente, llevándome las rodillas al pecho.
—Has estado distante— murmuro suavemente.
Sigue un momento de silencio que me hace pensar que él no me escuchó, pero lo hizo.
—Solo he estado ocupado Megan. Lo sabes.
Suspiro y caigo sobre mi almohada. No sirve de nada razonar con él.
—Ya no eres el mismo— digo llorando, asegurándome de que lo escuche mientras las lágrimas caen silenciosamente por mi rostro.
—¿Cuál es tu problema?— escucho la molestia clara en su tono a la vez que se acuesta, cubriéndose de espaldas a mí.
—¿Cuál es mi problema? Apenas tienes tiempo para hablar conmigo, o pasar tiempo conmigo. No te estoy pidiendo que pases todo el día pegado a mi. Quiero que vengas a casa temprano, para que al menos podamos cenar juntos. ¿Cuándo fue la última vez que nos sentamos y hablamos? Yo también tengo un trabajo muy ocupado, Harry, pero siempre hago tiempo para nosotros. Estoy cansado de ser la única que intenta mantener esta relación unida. No quiero que nos vayamos a la deriva y seamos una excusa triste para una relación, pero me temo que tu ya te has ido. Apenas llego a verte, pero tampoco haces ningún esfuerzo por verme. Siento como si tal vez ya no eres feliz conmigo. O tal vez solo soy una distracción para tu carrera. No sé qué es Harry, pero no puedo evitar sentir que ya no te preocupas por nosotros. No estoy tratando de discutir aquí, pero pensé en decirte de lo que no te estás dando cuenta. O tal vez lo estás y simplemente no te molesta.
Cierro los ojos y tomo mi labio entre mis dientes mientras siento venir un fuerte sollozo. Pronto lo escucho moverse y antes de que pueda secar mis lágrimas, me tira sobre él y entierra su cabeza en mi cuello. Es entonces cuando me doy cuenta de que él también está llorando, sus lágrimas mojan mi piel, sollozando como yo.
Me rindo y sigo llorando mientras envuelvo mis brazos a su alrededor.
—Lo siento— dice entre sollozos— Lo siento mucho, bebe. No tenía idea de que te sentías así. No me di cuenta de que te estaba haciendo esto, estaba demasiado ocupado con el trabajo. Nunca quiero que pienses que no estoy feliz contigo porque eso no podría estar más lejos de la realidad. Te amo tanto, no puedo soportar la idea de dejarte. Siento haber sido un idiota ignorante últimamente. Te prometo que haré tiempo para ti. Te lo compensaré.
Besa mi cuello suavemente y se mueve de lado, me abraza por atrás mientras me sigue dando besitos en el cuello. Luego levanta la mano para secarme las lágrimas.
—No llores— dice en voz baja— Lo siento mucho amor, lamento haberte hecho sentir de esa manera.
Me aparta el cabello de la cara y levanta mi barbilla para que lo mire, luego se inclina para besarme.
—Te amo tanto Megan. Nunca olvides eso.
—Yo también te amo Harry. No lo olvides.