39.

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Hacía demasiado calor. 

No podía quedarme quieta bajo las sábanas que compartimos mi novio y yo. Primero estaba envuelta en sus brazos y acurrucada en su pecho desnudo escuchando el sonido de los suaves ronquidos que escapaban de sus labios mientras dormía, pero por mis constantes movimientos y vueltas, sentarme y acostarme que estaba haciendo, ya no podíamos estar en esa posición. 

Estaba celosa de Harry, ¿por qué el podía dormir tan plácidamente pero yo no? Intente tantas cosas. Me había cambiado de pijama millones veces para averiguar cuál me ayudaría a dormir mejor.

Al principio, estaba usando un pijama peludo blanco que Harry adoraba porque decía que me hacía ver linda y tierna. Incluso me llamaba su osito y aplastaba mis mejillas sonrosadas y regordetas a la vez que me besaba la cara. Pero cuando tuve demasiado calor, me puse el pijama de seda que Harry me regaló para la Navidad del año pasado, era de un hermoso color azul marino con detalles en rosa y a mi me encantaba. Eran mis pijamas favoritos y siempre me ayudaban a conciliar el sueño, pero esta vez no funcionaron.

Mi ​​última opción fue una de las camisetas de Harry. Por mucho que amaba mis pijamas y pasaba todos los días usándolos, nada podía superar una de las prendas de mi novio. 

Las usaba todo el tiempo cuando Harry se iba de gira, incluso cuando salía de casa las combinaba con un lindo par de jeans. Ya había probado tantas camisetas que casi todo el guardarropa del rizado estaba desparramado en el suelo en pequeñas pilas. Nada estaba funcionando, seguía muriendo de calor.

Me senté en el borde de la cama vistiendo nada más que mis bragas de algodón rosa, una camiseta blanca y unos suaves calcetines grises. Resople y mire alrededor el desastre que hice, luego observe el reloj a un lado de la cama para comprobar la hora, eran las 2:45am. 

Me quede viendo al techo y cerré los ojos. Sintiéndome frustrada, comencé a llorar por el hecho de que no podía dormir, tenía que hacer cosas importantes al otro día y todo lo que quería hacer era acostarme en la cama junto a Harry y quedarme acurrucada en sus brazos.

De repente, sentí a mi chico moverse a mi lado. Me  sequé las lágrimas para asegurarme de que Harry no supiera que estaba llorando, pero era demasiado tarde.

—Sienna, bebé, ¿por qué lloras amor?— Harry se sentó y encendió la lámpara. Trató de evitar volver a quedarse dormido, la manta le cayó hasta la cintura y sintió el aire fresco contra su piel.

Me di la vuelta y Harry me miró a los ojos brillantes.

Le dolía el corazón, siempre odió cuando su pequeña novia lloraba. 

—¿Qué ocurre?— un sollozo escapó de mis labios en respuesta.

—Hace demasiado calor y no he podido dormir desde que nos metimos en la cama, he intentado tantas cosas Harry, pero nada funciona y estoy tan cansada, sabes que mañana tengo un montón de trabajo.

Harry se sintió mal, su bebé estaba despierta llorando mientras el dormía plácidamente.

Abrió los brazos e inmediatamente me arrastré hacia su cuerpo, me acostó encima de él, acurrucándome en su cálido pecho. 

—¿Por qué no me despertaste antes amor? Podría haberte ayudado.

Él me besó la frente con sus cálidos labios, tarareé de satisfacción, ya podía sentir que me estaba apagando lentamente. Quizás solo necesitaba la voz de Harry. 

—No quería despertarte. Sé que has tenido un día más ocupado que yo con tu música— murmure.

—No importa Sienna, felizmente me quedaría despierto contigo todas las noches... bueno, tal vez no todas las noches porque moriría de sueño, pero la mayoría de ellas— me reí de sus divagaciones y cerré los ojos mientras lo escuchaba hablar aún más. 

Estaba literalmente acostada encima de él. La mitad de su cuerpo yacía debajo de las mantas mientras mi cabeza descansaba sobre su pecho. Nuestras piernas estaban entrelazadas, los brazos de Harry completamente envueltos a mi alrededor para que no pudiera soltarme de su agarre. Como si quisiera hacerlo alguna vez. 

—¿Hay alguna razón por la que todo mi guardarropa está por todo el piso de nuestra habitación?— mis ojos se agrandaron y levanté la cabeza para explicarle a Harry. 

—Hacía demasiado calor, estaba tratando de encontrar algo que ponerme para ayudarme a dormir mejor. Lo siento.

—Está bien pequeña— me besó la nariz haciendo que mi corazón se caliente— No hay necesidad de disculparse— me calmó un poco y volví a mi posición sobre su pecho. 

Sentí que su mano se movió hacia mi cabello y lentamente me rascó el cuero cabelludo haciéndome sentir como un pequeño gatito. Estaba casi al borde del sueño, pero faltaba una pequeña cosa. 

—¿Puedes cantar?— murmure, mi oído se posó sobre su corazón mientras escuchaba el suave sonido de los latidos. 

—Por supuesto bebé. ¿Quieres que cante lo que te canté ayer?— dijo, refiriéndose a la canción que escribió hace unas semanas y que finalmente cantó el otro día. 

Estaba nervioso. No era como la música que hacía antes y yo sabía que le daba miedo, pero el otro día me encantó y terminé llorando cuando acabo. Nunca había escuchado algo tan hermoso en toda mi vida. 

—Te amo cariño.

—Te amo Harry— me acerqué para colocar un pequeño beso en sus labios que él aceptó felizmente y luego me puse cómoda encima de mi encantador novio antes de que el dulce sonido de su voz entrara en mis oídos.

Walk in your rainbow paradise (paradise)
Strawberry lipstick state of mind (state of mind)
I get so lost inside your eyes
Would you believe it?

Una sonrisa se posó en mis labios cuando finalmente sentí que me quedaba dormida. 

***

Me despierto de buen humor, el reloj a mi lado marca las 9:04. He dormido unas cuantas horas y ahora me siento algo fresca. Me doy la vuelta y veo que el otro lado de la cama esta vacío, lo cual es normal para mi cuando Harry esta grabando en el estudio o fuera de gira. Inmediatamente tomo mi teléfono y lo llamo, solo para asegurarme de que este bien, ya que siempre me preocupo por él. Atiende al segundo timbre y frunzo el ceño cuando veo que no esta en el estudio. 

—Hola bebé— me sonrojo y puedo ver los lindos hoyuelos que aparecen en sus mejillas. 

Se ve adorable, envuelto en un gorro de lana y una bufanda grande y gruesa debido al clima frío. 

—Hola Harry— sonrió y me tapo el pecho con la manta— ¿Cómo es que no estás en el estudio?

—Llamé a los chicos y les dije que no puedo asistir hoy. Decidí que quiero pasar tiempo contigo y abrazarme, ya que probablemente todavía tienes un poco de sueño— asiento a la vez que una sonrisa se dibuja en mi rostro. 

—¿Pero donde estas?

—Oh, pensé que, dado que tuviste una noche difícil, haré que tu mañana sea un poco mejor y te conseguiré tu desayuno favorito de Duke's.

No creo que sea posible que mi corazón se caliente aún más, pero siento que ahora esta en llamas. 

—Estaré en casa en un rato amor.

—¡Okay te amo Hazz!

—Te amo más.

𝘩𝘴 • 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora