16 de septiembre.
Hoy fue un buen día. Pasé la mayor parte de mi tiempo con Harry. Desayunamos juntos en un café que realmente disfruté. Más tarde, Nick, Jeff y Kaia se unieron a nosotros para jugar a los bolos. Yo gané. Harry fue el último y fue lindo verlo ser un gran perdedor. Kaia lo hizo mejor que Nick, pero él afirmó que lo hizo para que ella pudiera ser feliz, todos sabemos que eso es una mentira, el es realmente malo en eso. Jeff quedo en segundo lugar, el no estaba content con que yo ganara. Le echó la culpa al bolo.También noté que Harry me miraba de vez en cuando, simplemente lo descarté y traté de no pensar demasiado en eso, pero no puedo negar que cada vez que lo hacía, sentía una cálida sensación en mi estómago. Cada vez que me tocaba, sentía que la electricidad me recorría el cuerpo y se me ponía la piel de gallina.
Recientemente he escrito sobre mis sentimientos fuertes por Harry, y espero por Dios que sea solo una fase. El rizado es un amigo increíble y no puedo pensar en arriesgar nuestra amistad. Además, estoy fuera de su lista.
No sabe que me gusta, al menos eso espero. Es tan diferente a como soy yo. Es seguro, hermoso, talentoso, social, extrovertido. Todo lo que yo no soy. Para colmo, es muy amable y desinteresado. Es difícil no agradarle.
De todos modos, después de eso, Jeff tuvo que volver a casa para completar algunos de sus deberes, que ha estado postergando durante semanas, Nick y Kaia se fueron juntos.
Pasé unas horas en casa de Harry. Hablando de eso, creo que olvidé mi sudadera allí, tendré que pedírselo más tarde. Luego me dejó en mi casa, incluso después de que insistí en que podía caminar de regreso, es apenas una caminata de 5 minutos. Dijo que no quería que caminara solo cuando oscurecía.
Siempre me encanta pasar tiempo con Harry, disfruto cada segundo. No sé cuánto tiempo tendré que seguir ocultando estos sentimientos, pero nunca podré confesárselo. Simplemente no. De todos modos, probablemente debería ir a ducharme ahora. Apesto.
Dejo mi diario a un lado y suelto un bufido. Los sentimientos no son divertidos. Elimino todos los pensamientos sobre Harry de mi cabeza y me doy una ducha relajante. Mientras me ducho, mi mente vuelve al tiempo que pasé en la casa del rizado. Mi parte favorita fue cuando veíamos una película, acurrucados en su sofá. No esperaba que fuera completamente honesto.
A pesar de que parece un poco intimidante por fuera, es una bolita de sol por dentro, y eso me encanta de él.
Salgo de la ducha cuando veo que mis dedos se arrugan. Me envuelvo en mi bata de baño, tarareo una canción para mí y salgo hacia mi cuarto.
Salto en mi lugar y dejo escapar un chillido al ver a Harry sentado en mi sillón y mirando hacía la ventana, se gira hacia mí y me escanea de arriba a abajo.
—¡Harry! ¿Qué estás haciendo aquí?— le pregunto. Me mira y sonríe para sí mismo.
—Olvidaste tu sudadera. Pensé que debía venir a dártela— dice, su voz profunda y ronca casi debilita mis rodillas.
—Oh. Bueno, gracias. Yo, uh, necesito cambiarme ahora— digo. Probablemente me estoy sonrojando furiosamente en este momento. Harry se levanta de la cama y camina lentamente hacia mí.
—La puerta está por ahí— susurro, mirándolo. No dice nada, levanta su mano pasando su dedo por mi mandíbula y suavemente frota su pulgar sobre mi labio inferior, mi respiración se atora en mi garganta.
Quiero preguntarle qué está haciendo o podria simplemente dar un paso atrás, pero estoy congelada en mi lugar, un millón de pensamientos corriendo por mi cabeza. Muy pronto siento sus suaves labios tocar los míos y necesito todo en mí para no envolver instantáneamente mis brazos alrededor de él y devolverle el beso.
Me besa lenta y suavemente, empiezo a devolverle el beso, ganándome un leve zumbido de él. Se separa solo por un segundo para tomar aire, nuestros labios hacen un sonido en el proceso antes de besarme de nuevo.
Finalmente nos separamos y lo miro entre nerviosa y confundida. Simplemente me sonríe y comienza a caminar hacia la cama de nuevo.
—Leí tu diario, también me gustas y mucho.