Mis ojos se posan en mi mejor amigo que esta poniendo palomitas de maíz en un tazón rosado. Es nuestra noche de cine habitual, que se ha vuelto rara desde que se unió a One Direction. Aún así, en todo caso, la distancia nos hizo apreciar aún más nuestro tiempo juntos. Miro a Harry, que camina hacia mí con una pequeña sonrisa en su rostro.
—¿Lista para ver la película?— me pregunta mientras se sienta a mi lado.
—Sí, dame las palomitas de maíz.
—¡Oye, yo las hice!— Harry suelta un bufido cuando le quito el cuenco y lo pongo en mi regazo. Me encojo de hombros, vuelvo mi atención a la película y me acurruco más cerca del rizado, como lo he hecho cientos de veces antes.
Permanecemos en la misma posición hasta que una escena sexo ilumina la habitación y lentamente me alejo de Harry, sintiéndome un poco incómoda.
Veo al personaje principal besar el cuello de su amante lentamente, luego le baja las bragas, revelando su centro, que obviamente estaba censurado. Se acerca a ella y deja escapar un gemido mientras se balancea hacia adelante. Los ojos de la chica ruedan hacia la parte de atrás de su cabeza y temblorosamente gime el nombre del hombre repetidamente.
Empujo a Harry y cruzo las piernas ante la escena erótica frente a mí, sintiendo que me mojo aún más ante la idea de que alguien me hago eso. Decido mirar a Harry, cuyos labios están ligeramente separados por la escena, sus ojos miran intensamente la pantalla y puedo ver el ligero bulto creciendo en su entrepierna.
Mi hermoso mejor amigo ni siquiera se da cuenta de que lo estoy mirando cuando pone una palma sobre su entrepierna en crecimiento y la masajea lento para obtener un poco de alivio.
Sin siquiera pensarlo, me inclino hacia él y aparto su mano antes de reemplazarla con la mía. Harry me mira con los ojos muy abiertos, pero pronto los cierra cuando agrego mas presión al bulto. Deja escapar un suspiro de alivio y hunde su cuerpo en el sofá.
—Zafira— gime, agarrando mi cintura para que me ponga en su regazo, siento su erección en mi centro y me froto contra el para buscar mi propio placer. Balanceo mis caderas en un movimiento circular y paso mis dedos por su cabello, tirando un poco— Bebé, por favor...— suplica Harry debajo de mí, levanta sus caderas para encontrarse con las mías y dejo un beso descuidado en sus labios antes de levantarme de mi última posición y caer de rodillas.
Le desabotono los jeans oscuros y lucho tratando de quitárselos de las piernas. Harry gime y protesta por la falta de contacto físico y se quita los jeans ajustados en un instante. Sonrío para mí misma cuando veo el gran bulto haciendo contacto con sus bóxers y uso mi mano para ahuecar su erección suavemente, burlándome de él para dejarlo con ganas de más.
Cuando lo veo protestar, me dedico a bajar la prenda, su pene se libera y se eleva ligeramente mientras los jugos se acumulaban en su punta. Me muerdo el labio y miro al hermoso hombre enfrente mío, que me mira boquiabierto y espera a que haga algo.
—Sabes...— empiezo y me pongo de pie, comenzando a quitarme las prendas de ropa lentamente— por mucho que me encantaría chupártela en este momento, realmente necesito que estés dentro de mí.
Camino hacia el rizado, quien se sienta completamente asombrado, yo hago lo mismo sobre su regazo con una pierna a cada lado de su cintura.
—Todo lo que tengo que hacer ahora es mover una sola pulgada y tendría mi ereccion enterrada tan profundo dentro de ti, bebé— Harry gime debajo de mí y froto mi centro húmedo sobre su erección
—Entonces, ¿Por qué no lo haces?— le susurro al oído. Sin una sola advertencia, Harry empuja dentro de mí, llenándome completamente y haciéndome gritar de placer.
Gimo para luego comenzar a moverme sobre él, encontrándome con sus embestidas perfectamente, me sujeta firme por mi parte trasera golpeándome con fuerza contra sí mismo.
—Estás tan mojada, te sientes tan jodidamente bien en este momento— Harry murmura, luego continua tomando uno de mis pezones en su boca antes de succionar suavemente y dejar que las maldiciones fluyan de mi.
Nuestra piel continua golpeándose en sincronía. Acelera un poco el movimiento y empuja con más fuerza dentro de mí, haciéndome apretar alrededor de su dura masculinidad.
—Estoy tan cerca, Zafira. Vamos preciosa vente para mi.
Harry suplica, siento el característico calor en la parte baja de mi abdomen y segundos después, Harry llega.
—Déjalo ir, solo relájate— lo siento temblar dentro de mí, segundos después veo el liquido caliente cayendo por mis piernas y esa imagen es suficiente para que toque el orgasmo.
Nuestra respiración agitada llena la habitación y miro hacia abajo para ver que todavía esta dentro de mí.
Harry ahora esta sudoroso y jadeando mientras sostiene mi cuerpo desnudo de manera protectora cerca de él.
—¿Oye, Zafi?— habla en voz baja.
—¿Si?
—Tú, eh, no te arrepientes de eso, ¿Verdad? Porque si lo haces, lo entiendo completamente, pero estaría un poco desanimado porque lo que acaba de pasar fue increíble y solo espero que...
—Harry— lo corto de sus divagaciones y ahueco delicadamente sus mejillas en mi mano— No tienes idea de por cuánto tiempo he querido hacer esto.