Tengo una cita esta noche, la primera a la que iré en mucho tiempo.
La última fue en mi primer año de universidad, no fue una cita de mierda, de hecho fue una buena primera cita. Cenamos y el chico pagó todo, durante la cena intercambiamos anécdotas y risas. Luego estuvimos en un parque de diversiones donde él tomó mi mano, me compró algodón de azúcar y me ganó un llavero en un juego. Fue una buena primera cita... y una buena última cita. Después de todo eso, me llevó a mi casa y nunca me devolvió la llamada.
Aun continuo preguntándome qué salió mal, pero nunca obtengo una respuesta, de todas formas la mierda pasó y seguí adelante. Fue entonces cuando decidí concentrarme únicamente en mis estudios.
En ese entonces estaba en mi primer año, habría muchas oportunidades para mi.Ahora estoy en mi último año y decidí que es hora de ir a otra cita. He terminado todos los exámenes y me graduaré en unas pocas semanas. No me hará daño salir con alguien. Todo esto fue idea de mi mejor amiga, ella conoce al chico porque tomó algunas clases con él, ella dijo que es un tipo decente, así que estuve de acuerdo.
Hola Adelaine! Estoy en recepción. ¿Debería esperarte aquí? dice el texto de Matt, mi cita.
¡Hola Matt! Espérame un segundo, ya bajo :) respondo.
Retoco me cabello y me dirijo a la recepción del edificio. Matt esta efectivamente aquí, sosteniendo un ramo de rosas, sonríe cuando me ve.
—Te ves impresionante— dice, acercándose para depositar un beso en mi mejilla, la acción hace que me sonroje al instante y agradezco internamente que no haya nadie aquí.
—Gracias, tu tampoco te ves mal— él se ríe por lo que digo.
—Por cierto, estas son para ti— me entrega el ramo y lo acepto con gusto, para luego acercarme las rosas a la cara y olerlas.
—Son encantadoras. No tenías que hacerlo, gracias— le dedico una sonrisa que el me devuelve.
La noche es divertida. Matt es muy inteligente y también gracioso. Me entero de que él está tomando un curso de negocios y que planea trabajar en una empresa algún día. También me cuenta que le gusta jugar al fútbol en los días que no estudia.
Matt también aprende cosas sobre mí. Descubre que amo las montañas, que me gusta la comida picante y que río demasiado. Pronto, nuestro tiempo juntos ha llegado a su fin y él me acompaña a mi departamento.
—La he pasado genial, hagámoslo de nuevo pronto, ¿sí?
—¿No quieres pasar? Me vendría bien la compañía— digo mordiéndome el labio. Sinceramente no estoy dispuesta a terminar la noche sin obtener algo del atractivo hombre que tengo delante. Matt sonríe a cambio.
Pasamos la noche juntos pero no es lo que esperaba en absoluto. ¿Cómo puede un hombre ser tan atractivo y ser tan malo en la cama? Si le preguntas a la chica si tuvo un orgasmo, entonces en el fondo sabes que no estás haciendo un muy buen trabajo. Después de dejarme insatisfecha, lo echo amablemente. No pienso dejar que duerma a mi lado porque será muy incómodo por la mañana. Es mejor dejarlo ir ahora.
Con un suspiro molesto, cierro los ojos y dejo que el sueño se apodere de mí.
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No estoy de buen humor esta mañana. Después de tener una experiencia sexual lamentable, descubro que no queda más té en el armario y que el refrigerador está vacío. Literalmente no hay nada para comer.
—Te ves como una mierda— comenta mi compañero de piso, Harry. Me doy la vuelta para mirarlo y veo que el esta estupendo, al menos uno de nosotros tuvo una noche placentera.