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—¡Oh, Dios mío! ¡No puedo esperar a ver a Mickey Mouse!— Aurora, mi novia desde hace cinco años, chilla mientras salimos del aeropuerto— ¿Verdad, Harry?

—Estoy feliz mientras tú lo estés— le sonrío y ella pellizca mis mejillas.

Aurora siempre tuvo ganas de ir a Disney y yo la sorprendí con boletos para su cumpleaños. Volamos desde Oklahoma solo para que ella conociera, y cito lo que dijo, "el lugar más feliz del mundo". No es que no me guste el lugar, es solo que prefiero ir a discotecas o algo así. Pero como dije, estoy feliz cuando ella lo esta. El aburrimiento vale la pena mientras pueda ver su sonrisa.

—¿Deberíamos tomar un descanso en el hotel primero?— le pregunto justo después de verla bostezar.

—Me gustaría decir que no, pero mis ojos están a punto de cerrarse— murmura a la vez que subimos al taxi y le digo al conductor la dirección del hotel— Todavía no puedo creer que hayas hecho esto para mi cumpleaños— dice, acurrucándose a mi lado.

—Haría cualquier cosa por ti— le guiño un ojo y me golpea suavemente el pecho.

—Me mimas demasiado— sus mejillas se sonrojan y siento que podría morir de ternura.

—Es lo que te mereces.

—¡Este es el mejor cumpleaños de todos!— dice incorporándose en su asiento— Gracias, Harold. Te amo mucho.

—Yo también te amo— digo besando sus labios.

—Ustedes dos hacen una pareja increíble— dice el conductor, sonriéndonos a través del espejo retrovisor.

—Muchísimas gracias— dice Aurora con una sonrisa amistosa. El resto del viaje hacia el hotel lo pasamos en silencio y puedo sentir a mi novia tratando de mantenerse despierta. Después de unos minutos, finalmente llegamos y descargamos las cosas del taxi.

—¡Espero que se diviertan!— dice el conductor mientras le entrego los billetes.

—Te aseguro que lo haremos— le sonrío y conduzco a Aurora adentro.

—Wow, este hotel es bastante elegante— dice ella con las cejas levantadas.

Después de hablar con la recepcionista y obtener nuestra tarjeta, un joven empleado nos ayuda con las maletas. Estoy empezando a irritarme por la forma en que mira a Aurora. Se que ella no se da cuenta pero estoy enojado. Una vez que llegamos a nuestra habitación, abro la puerta con la llave de la tarjeta y entro, el empleado me sigue y deja nuestras maletas en el piso alfombrado.

—¿Necesitan algo mas?— pregunta, mayormente a mi chica.

—No, estoy bastante seguro de que mi novia y yo estamos bien— digo, cuadrando mis hombros y pasando mi brazo alrededor de la cintura de Aurora.

Él se va sin decir una palabra más.

—Te ves diez veces más guapo cuando estás celoso— Aurora dice mientras me mira con una sonrisa.

—¿Oh, sí? ¿Sabes cuando me veo mas guapo? Cuando estoy desnudo.

—Eso es realmente excitante, pero me muero de sueño— dice sentándose en el borde de la cama mientras se quita los zapatos. Copio su acción y me acerco a su lado— No tienes idea de lo mucho que me haces feliz, H— murmura mirándome con sus grandes ojos verdes.

—Y no tienes idea de lo feliz que estoy de que estés feliz— ella me sonríe adormilada

—Vamos a dormir— no pasa ni un minuto y ya puedo escuchar sus ligeros ronquidos, más tarde me quedo dormido también.

Me despierto con la cama chirriando y veo a Aurora saltando arriba y abajo. Protesto, enterrando mi cara en la almohada.

—¡Vamos, Harry! ¡Levántate!— mi novia se deja caer sobre mi espalda, ella puede ser la persona mas irritante del mundo si lo quiere.

𝘩𝘴 • 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora