Diez minutos después, Payton me había pintado las uñas, y habían quedado perfectas.
P: ¿Entonces ya están secas las uñas?
Yo asentí y me comencé a bajar lentamente de su regazo.
Entonces eché a correr hacia el salón donde Payton no me pillaría, él salió detrás mía miéntras reía.
Llegué a la cocina y allí me pilló haciéndome cosquillas, todas las risas fueron interrumpidas cuando sonó el contestador.
X: Hola hija, estoy en la ciudad de Nueva York, muy muy cerca de vosotros, tener miedo.
Papá.
Payton me soltó leve, no me hizo daño, y fue directo hacia el salón, donde estaba el teléfono.
Cogió el teléfono.
P: ¡Que te follen!
Él empezó a andar hacia la entrada de la casa.
Yo: ¡Para bebé! -grité antes de que hiciese nada.
Él me miró serio.
Yo: Ven aquí por favor.
Él se quedo quieto en la entrada de la casa.
Yo: Por favor ven con tu princesita.
Él se acercaba a paso lento.
Yo: ¿Me das un abrazo?
Él seguía serio, pero aceptó mi abrazo, escondió su cabeza en mi cuello y soltó un suspiro.
Yo: ¿Y si llamamos a Michael y Paul? Será lo mejor.
P: Si -musitó en mi cuello.
Justo antes de que llegase al teléfono comenzó a sonar, enseñando el nombre de Paul.
Pa: Payton.
Yo: Soy Mía, pero Payton te escuchará -puse el altavoz.
Pa: Hemos detectado una llamada a vuestra casa, de un teléfono de una cabina de teléfono en Nueva York, aun no sabemos su ubicación.
Yo: Era mi padre, nos ha dicho que tengamos miedo.
Pa: Lo sé hemos conseguido grabar la llamada, lo denunciaremos a la policía, todo estará bien, solo necesitábamos informaros.
Yo: De acuerdo chicos, intentar averiguarlo como antes, Payton está tenso de nuevo.
Pa: Confiamos en tí Mia, sabemos que le relajarás.
Colgó y yo comencé a pensar la manera en la que le podría relajar.
Desde hace unos días Payton estaba tranquilo, y recuerdo haber planeado un pequeño plan en caso de que volviera a tener un ataque.
Yo: Hola bebé -dije cuando me senté a su lado en el sofá.
P: Hola princesita -dijo Payton desganado.
Yo: ¿Hacemos algo?
P: No me apetece cariño.
Yo: Pero es algo divertido -susurré.
Él me miró, bien, capte su atención
P: ¿Y qué es eso?
Yo: Se llama el juego de los besos.
P: ¿Cuáles son las normas?
Yo: Tu te calmas miéntras que yo te doy besos, ¿quieres jugar?
El asintió.
Yo me puse encima suya y con mis pulgares acaricié sus mejillas.
Empecé a dar pequeños besos por su frente, su nariz y sus mejillas y cuando llegue a sus labios le di un gran beso.
Yo: ¿Te ha gustado el juego?
P: Si, me ha relajado princesa, ¿puedo jugar ahora yo?
Yo sonreí y me tumbé en el sofá
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¿𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮? - 𝗣.𝗠
Fanfic˗ ˏˋ 𝚂? ❱ 005 ˎˊ - ‟estás conmigo, estás a salvo, confía en mi princesa" ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 𝘮𝘪𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢...