𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 8

5.8K 351 24
                                    

Yo: No Payton, tengo miedo de la oscuridad.

Noté como se sentaba en el sofá.

P: No te preocupes, solo voy a mirar si todo está bien ¿vale?

Yo: Vale, pero no tardes.

P: No tardo princesa.

Él soltó mi mano, y oí como sus pasos se alejaban, al minuto volvió, pero no había luz.

P: Se ha ido la luz en toda la ciudad.

Yo: Mierda.

P: Espera un momento, tengo velas por alguna parte.

Oí como volvía, se sentaba a mi lado y un mechero empezó a iluminar la sala, hasta que consiguió encender la vela.

P: ¿Mejor?

Yo: Si...¿pero te puedo abrazar? De verdad que tengo miedo.

P: Claro, ven aquí.

Yo me acerqué, él rodeó lo cintura con su brazo, y yo apoyé mi cabeza en su pecho.

P: ¿Y por qué tienes miedo de la oscuridad? -dijo mientras jugaba con nuestras manos.

En eso, unos recuerdos no muy bonitos vinieron a mi cabeza.

P: Princesa, si no lo quieres decir esta bien.

Yo: No no te preocupes, lo que pasa es que, cuando era pequeña mis padres me castigaban diciendo que era una niña mala, cuando nunca hacía nada malo, me encerraban en el sótano horas y horas, sin nada de luz, por eso la primera vez que estuve aquí tenía tanto miedo del sótano.

P: Siento mucho haberte encerrado el primer día en el sótano princesa, y haberte hecho daño en la muñeca atandote.

Yo: No te preocupes Payton, me has demostrado que no me quieres hacer daño, y eso me relaja.

P: ¿De verdad que estás agusto aquí conmigo? -preguntó con miedo.

Yo: Si, como tú me dijiste, aquí estoy a salvo -sonreí y bese su mejilla, muy cerca de sus labios.

P: Me alegra saber eso princesa.

Yo: Una pregunta.

P: Dime -levanto su mirada de nuestras manos a mis ojos.

Yo: ¿Por qué me llamas princesa?

P: Porque lo eres, ¿verdad o no?

Yo reí, y el hizo lo mismo.

Yo: Siento mucho lo de ayer.

P: Mía, ya te perdoné, y no me gusta recordar eso, ¿vale? Tema zanjado.

Yo asentí, de repente, sonó algo en la ventana, como unos golpes y yo abracé fuerte a Payton.

Yo: ¿qué ha sido eso?

P: Creo que esta empezando a hacer mucho viento, y las ramas de los árboles han dado a la ventana.

Yo asentí aún asustada.

P: ¿Quieres ver la tormenta?

Yo: Nunca he visto una...mis padres tenían miedo de ellas, y siempre cerraban todas las cortinas y las ventanas.

P: ¿Nunca has visto una tormenta? -dijo asombrado

Yo negué, el río y me elevó, enrolle mis piernas en su cintura.

P: Vamos a ir arriba, allí se ven fenomenal, pero antes, haz los honores de apagar la vela

Él de agachó un poco, yo reí y sople, después se volvió a incorporar y subió las escaleras hasta llegar a nuestra habitación, donde había una gran ventana, con unos cojines en el marco de esta, Payton me sentó a su lado y tomó mi mano, la vista era alucinante, se veía Nueva York y todos los rayos caer.

Yo: ¡Has visto eso! Ha sido alucinante.

Él no apartaba si mirada de mí, y me miraba con una sonrisa muy dulce.

Yo: ¿Tengo algo?

P: No no, solo es que se te ve muy emocionada.

Yo: ¡Payton es todo precioso! No te lo pierdas mirándome, esto es más bonito.

P: Lo dudo mucho.

Yo note como me sonrojaba y él hizo caricias en nuestras manos, entonces un gran trueno que hizo prácticamente temblar interrumpió nuestras miradas, y yo apreté su mano.

Yo: Dios ese si que ha dado miedo.

P: Tienes razón, ha temblado todo, tengo que comprobar si ha vuelto la luz, no tardo nada no te preocupes.

Yo le abracé, me acerque a su oreja y le susurré.

Yo: Vale, pero no tardes nada de nada.

P: Nada de nada -dijo mientras se separaba.

Yo tomé uno de los cojines que había y lo abrace, a los minutos, toda la luz volvió y yo ya no estaba tan asustada, solo que...Payton tardaba mucho.

Bajé las escaleras aún abrazada al cojin, y vi la puerta abierta de la casa, yo me asomé, seguía lloviendo y no se veía bien, pero vi como se alejaba su coche.

Corrí al salón y tomé el teléfono fijo, marque el número de Payton, que estaba escrito en un pequeño papel, y por fin contestó.

Yo:¿Dónde has ido?

P: Lo siento mucho princesa, no te he podido avisar, en la empresa también se ha ido la luz, y tengo que solucionarlo, llegaré tarde, te quiero.

Yo: Vale, yo también te quiero Payton.

P: Adiós princesa.

Él colgó, yo estaba un poco triste, normalmente me gustaría estar sola, pero desde que Payton me...salvó, nunca lo he estado, y ya le echo de menos.

Como tenía hambre, fui a la cocina y me prepare algo para cenar, y dejé algo también para Payton, después me puse a ver mi serie, y cuando estaba a punto de dormirme se abrió la puerta de casa, viendo a Payton con una cara cansada.

Yo: Hola, ¿todo bien?

P: Me has estado esperando? -yo asentí- oh princesa, es muy tarde, podrías haberte ido a dormir, ¿y has cenado?

Yo: Te he dejado algo de cenar -el besó mi mejilla- ¿que tal por la empresa?

P: Todo un caos -se sentó en una de las sillas de la cocina- se han apagado todos los ordenadores, y hemos tenido que ocuparnos de muchas más cosas, princesa, si quieres te puedes ir a dormir ya.

Yo: No, te quiero esperar, me gusta que me abraces para dormir.

Él sonrió y miro el plato que le había preparado.

P: ¡Wow! ¿Un chef francés se ha colado en mi cocina? -yo reí- muchas gracias princesa.

Yo: De nada Payton.


¿𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮? - 𝗣.𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora