𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 76

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P: A ver princesa, dime las razones por las que te gustaría trabajar en una cafetería -me miró muy atento.

Yo: Me parece un trabajo muy interesante y divertido, además hay algunas cafeterías en esta ciudad muy bonitas.

P: ¿Alguna razón más? -dijo acariciando mi muslo.

Yo: Si, me encanta trabajar con gente, es decir, con un público, y además haría compañeros increíbles.

P: ¿Y hay alguna cafetería en la que te gustaría trabajar?

Yo: Si, está a una manzana de casa bebé, la propietaria es una mujer de unos sesenta años, y está llena de flores que huelen genial, y está llena de ventanas.

P: ¿Vamos a ver qué tal está?

Yo: ¡Claro! -dije ilusionada y me levanté del regazo de Payton- vamos vamos -dije tirando de su mano.

Él se levantó riendo y me siguió.

Cuando llegamos a la cafetería, yo llegué muy ilusionada.

Yo: ¡Hola Marisa! -dije al entrar.

Ma: Hola cariño -dijo mientras regaba las plantas.

Yo: Vengo con mi pareja, Payton.

Ma: Encantada, tu eres ese famoso empresario ¿verdad? -mientras se acercaba a nosotros.

P: Si, encantada señora.

Ma: Llámame Marisa, si me llamas señora me siento vieja -rió.

P: Marisa entonces -contestó sonriendo- venimos porque a Mía la encantaría trabajar contigo.

Marisa me miró y yo asentí algo sonrojada.

Ma: ¡Ay cariño! Claro que puedes, llevo mucho tiempo buscando a alguien, pero nadie me parecía el correcto, pero tú, tú eres la perfecta compañera de trabajo -dijo tomando mis manos.

Yo: ¿De verdad? -pregunté muy muy ilusionada.

Ma: Si, ven, vamos a mi pequeño despacho a firmar todo el papeleo.

Cuando llegamos, Marisa se sentó en una gran silla.

Ma: Necesitaré algo de ayuda también para algunas pequeñas reformas en la cafetería cariño, este lugar es igual de viejo que yo -dijo y rió.

Me senté junto a Payton, y al acabar de firmar, Payton sacó dinero de su cartera y se lo dió a Marisa.

Ma: No, lo siento mucho, pero no puedo aceptarlo.

P: ¿Por qué no? Necesitas arreglar tu cafetería, y creo que con mil dólares te basta.

Ma: Payton cariño, con mil dólares me sobra, no los necesito.

P: Pero es mi forma de agradecer que hayas aceptado a Mía, y también quiero ayudarla como sea ¿quiere que venga por las tardes  ayudarla con esas reformas?

Ma: Eso ya es demasiado Payton.

Yo: Por favor Marisa, aceptalos, te vendrán genial para comprar más flores preciosas.

Ella suspiró mientras sonreía y asintió.

Ma: De acuerdo jóvenes, los acepto -tomó el dinero- muchas gracias, de verdad.

P: No es nada, ¿a qué hora tendrá que venir Mía?

Ma: Vente a las once cariño, te explicaré todo y te daré tu uniforme -dijo mirándome.

Yo: Vale, muchas gracias -dije mientras salíamos del despacho.

Ma: Hasta mañana nueva compañera -dijo desde la puerta.

Yo: Hasta mañana -dije sonriendo.

Cuando salimos de allí me lancé a los brazos de Payton y le besé.

P: ¿Has cumplido tu sueño princesa?

Yo: ¡Siiiii! ¡Voy a trabajar en una cafetería!

P: y yo seré tu primer cliente.

Yo: Gracias bebé -le besé.

¿𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮? - 𝗣.𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora