𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 16

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Cuando terminó de curarme me puso el pijama y me dejó descansando, después me despertó para cenar.

P: Princesa, tienes que cenar.

Yo: No tengo hambre -me giré para darle la espalda.

Él empezó a acariciar mi espalda.

P: Estás débil, y sin comer no cojes fuerzas.

Yo: Pero sólo quiero dormir, no tengo hambre.

Él se fue, y yo me dispuse a dormir de nuevo cuando oí como volvía a mi lado, me cogió y me incorporó quedándome un poco apoyada en el sofá, y él estaba con un cuenco de sopa.

P: Tienes que comer -dijo serio pero con un poco de dulcura.

Yo: Vale -susurré.

Él me dio de comer y al acabar me cogió para subirme arriba a la habitación, me tumbó en la cama y se iba a ir.

Yo: ¿Dónde vas? -me incliné para verle.

P: Hoy dormiré en el sofa, no quiero tocarte ningún moratón por la noche.

Yo: No no por favor duerme conmigo.

Él se giró.

P: No quiero hacerte más daño -susurró con la cabeza agachada.

Yo: Y yo no quiero dormir sola, quiero dormir contigo.

Él me sonrió, se acercó a la cama y se metió con cuidado, yo con las pocas fuerzas que tenía me acerque a Payton y le abracé, y él con cuidado me acomodó entre sus brazos y su pecho.

P: ¿Así estas bien princesa? O te duele algo.

Yo: No me duele nada -empecé a acariciar su mejilla- bueno, doler si, pero no por tu culpa.

P: Mi madre esta loca...

Yo me callé, no quería opinar sobre ella, me sentía mal al hacerlo.

P: Mía.

Yo: Yo no se quien es esa, a mi me llaman princesa -sonreí y él lo hizo.

P: Princesa, que tengo miedo de que te hagan algo más, pero tampoco quiero que estés encima mía las 24 horas del día, pero no se que hacer -se notaba agobiado.

Yo: Tranquilo, yo se que contigo estoy a salvo, y no me incomoda estar contigo todo el rato, porque si no estás me siento mal de verdad, por eso quiero que duermas conmigo y quiero que me abraces todo el rato...todas esas cosas me gustan contigo, por eso no me siento mal a tu lado.

Él me sonrió y me miró con ternura.

P: Vale, quiero que sepas que hay seguridad en la casa, hay alarma y cámaras por fuera de la casa, por si acaso, ¿pero quieres venir conmigo a la oficina? Podrías ayudarme, y así te distraes mientras que yo trabajo.

Yo: Claro, me encantaría.

P: ¡Dios como me alegro! ¡Te veo con esos trajes tan bonitos que llevan las secretarias y esos moños que se hacen con un lápiz! Dios me chiflan esos moños dime que los sabes hacer.

Se le veía muy ilusionado, mientras sonreía asintia, y él se alegro mucho más

P: Y yo te diré, señorita Summer, traigame por favor las fotocopias que la pedí -dijo con voz superior.

Yo reía.

P: ¿De verdad que quieres?

Yo: Sii.

P: ¿De verdad de verdad?

Yo: De verdad de verdad.

P: ¡Perfecto! -besó mi mejilla sonoramente- ahora descansa, necesitas estar descansada para mañana.

¿𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮? - 𝗣.𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora