𝐁𝐄𝐁𝐄 |「𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆」

「 Agujetas 」

La pequeña Chaeyoung corría de lado a lado en el patio de la escuela persiguiendo a Somi, quien la había convencido de jugar a las atrapadas. Mina y Sana hablaban mientras las observaban. 

— Chae, ven acá un segundo

La pequeña paró en seco y camino con calma hacia las dos mayores.

— ¿ Que Paso ?

— Tienes los zapatos desatados, te puedes caer – hizo una señal para que se sentara y se agachó para atarlos.

— ¡ Chaeyoung !  No sabes atarte los zapatos ? Es muy fácil

— N–no – la pequeña pelinegra bajó la cabeza apenada.

— Somi, no la hagas sentir mal

— Lo siento

— Ya está, vuelve a jugar – Mina se levantó – No seas brusca con Somi, es muy pequeña para soportar empujones

— Hey !

🥀

Los pequeños de primer grado se encontraban en su clase de educación fisica jugando vóleibol. El equipo de Chaeyoung iba perdiendo y a la profesora Bae no le gustaba eso.

— ¡ A ver, niños ! En que estamos ? – alzó la voz – Chaeyoung ven acá !

La pequeña estaba distraída viendo a un pajaro que volaba por el gimnasio, así que no se molestó en hacer caso a la profesora.

— ¡ Chaeyoung ! Profe Irene llamando a Tierra, hay alguien ahí ?

— S–sí

— Ven acá por favor

La pequeña tigre se acercó a su profesora algo nerviosa.

— Déjame atarte los zapatos, te puedes tropezar – la profesora intentó atarlos pero Chaeyoung quitó el pie.

— Y–yo puedo

— Segura? – la pequeña asintió – Bueno, no te tardes

Chaeyoung se agachó y se quedó viendo sus cordones desatados por unos segundos. Intentó hacerles un nudo varias veces pero le era muy costoso, así que optó por enredarlos de una manera extraña, confiando en que no se soltarían. 

Había pasado una decepcionante media hora para el equipo de Hyejoo, el equipo contrario estaba a un punto de ganar y las agujetas de la pequeña se desatado. No le tomó importancia y siguió jugando.

— ¡ Saca el equipo rojo !

El equipo rojo, al que pertenecía al bebé lobo, se preparó para evitar perder y en cuanto la bola fue lanzada todos los niños corrieron por ella, excepto Chaeyoung. Su plan inicial era hacerlo, pero tropezó con sus cordones a medio camino y cayó al piso.

— Chaeyoung, te dije que te atáras los zapatos

— N–no pude – sollozo la pequeña.

— Te pregunté que si necesitabas ayuda y me dijiste que no

— P–perdón...

— Está bien – suspiró – Ve y siéntate, de todos modos ya va a sonar la campana para salir

La pequeña bebé tigre se sentó en las gradas con sus ojitos cristalizados y la mirada en sus cordones desatados, solo una  tonta no se podía atar los zapatos. 

En cuanto sonó el timbre, Chaeyoung tomó su mochila y salió corriendo hacia el portón de salida sin esperar a Somi, quería un abrazo. La pequeña pelinegra buscaba con la mirada a Mina mientras sollozaba.

— ¡ Aceituna ! ¡ Aquí !  – Dahyun gritó desde el otro lado de la multitud.

La pequeña tigre corrió hasta ella esperando que la rubia se encontrara ahí, y por suerte así era. Chaeyoung se lanzó a Mina y se colgó de su cuello mientras lloraba desconsoladamente.

— Por qué lloras ? ¿ Qué sucedió ? – preguntó la castaña de coletas preocupada.

— Chae, ¿ qué pasó ?  Taehyung te dijo algo ?

— M–Minari unnie...

— Puedes decirme que pasó

— N–no me puedo a–tar los co–cordones – dijo la menor entre hipidos.

— Eso está bien, no hay que llorar por eso

Mina acarició el bracito de Chaeyoung notando que estaba algo raspado. Se separó un poco y examinó las rodillas de la pequeña, que también estaban heridas.

— Te caíste ? – la menor asintió – Está bien, iremos a buscar curitas para tus raspones, pero para la próxima pide ayuda para atar tus zapatos

— Aw, pobre Chaeng

— Tofu, vienes con nosotras ?

— A casa de Chaeyoung ? Puedo ? – abrió los ojos como platos y formo una " o " con su boca. No esperaba que la dejaron despues del desastre d ella última vez.

— Supongo

— No sé si Chaeng este de acuerdo, mejor no voy

— U–unnie, yo quiero que vengas

— Si ! Vamos !

Las tres niñas se encaminaron a casa de Chaeyoung, Mina tomaba la mano de la pequeña con fuerza para tranquilizarla y evitar que siguiera llorando. Chaeyoung no era tonta, simplemente le costaba hacer algunas cosas, y no importa que fuera, seguía siendo una bebé tierna.