𝐁𝐄𝐁𝐄 |「𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆」

「 Suspiros 」

Mina, Chaeyoung y Sana estaban en su primera visita a casa de Dahyun, iban a hacer la tarea juntas.

— No entiendo porque hacemos la tarea juntas si solo Dahyun y Mina tienen la misma hoja – Sana tiró el cuaderno al piso y se lanzó de espaldas a la cama de la castaña.

— Es una excusa para que dejen a Dahyun estar con nosotras

— Pero solo Dahyun y tú están haciendo la tarea

— No es cierto, Chaeyoung también la está haciendo - Mina volteó a ver a la pequeña. 

— Está dibujando

— Chae, qué haces ? Tienes que entregar eso mañana y no empezaste aún

— Un tigre – la menor levantó la hoja para que las demás alcanzaran a ver

— Que lindo te quedó Chaeng

— Aw, que tierno

— Bueno, cuándo nos piensas alimentar ?  Necesito comer – Sana se frotó el estómago.

— Iré a ver que tengo

La niña de coletas se levantó del piso y salió del cuarto en busca de algo de comer para la hambrienta Sana. Mina se sentó junto a Chaeyoung para intentar ayudarla con la tarea, pero estaba muy distraída garabateando en lo que solía ser su deber de matemáticas.

— Chae, tienes que hacer la tarea – la pequeña no se molestó en respondedor – Chae

— Te está ignorando

— Chaeyoung, si no la haces vas a reprobar matemáticas

— E–enserio? – la pelinegra paró de hacer rayones y le prestó atención a su unnie. 

— Si, quieres sacar otra F ?

— No...

— Entonces empieza

La pequeña Chaeyoung un puchero y comenzó a hacer la tarea con algo de mala gana. Chaeyoung solía ser muy puntual con sus tareas y proyectos, pero si se trataba de matemáticas era totalmente lo contrario, buscaba una excusa en cielo y tierra para no hacer sumas y restas. 

Dahyun entró de nuevo a la habitación con una bolsita de galletitas de merengue en sus manos, en su casa siempre con esas. 

— Encontré esto – le entregó la bolsita a Sana.

— ¡ Comida !

— Qué es eso? – preguntó curiosa la menor de todas.

Chaeyoung nunca había probado las galletas de merengue, ni siquiera sabía que eran, lo cual es raro, ya que ella adoraba todo tipo de galletas.

— Son suspiros

— Se llaman galletas de merengue – corrigió Dahyun.

— No, son suspiros

— ¿ Suspiros ? Pero los suspiros no se comen...

— Esos sí, Chae

— Quiero probar – la pequeña intentó tomar uno de la bolsa de Sana, pero ella la apartó.

— ¡ Ey ! Estos son míos

— Dame uno – estiró su bracito intentando alcanzar la bolsa.

— No seas mala, dale uno a Chae

— Sana–unnie~ dame uno porfa – lloriqueo

— Solo uno

Los ojitos de la pequeña se pusieron brillosos cuando tomé el pequeño espiral color blanco entre sus manitas, le dio un pequeño mordisco esperando que no supiera mal.

Y claro que no le supo mal, de hecho le gustó tanto que Dahyun decidió traerle una bolsita de la cocina.

🥀

Chaeyoung había logrado terminar su tarea de matemáticas con la ayuda de Mina, y por eso ahora estaba garabateando en una hoja mientras comía galletas.

— Chae~ No me vas a dar ? – Mina rodeó la cintura de la bebé lobo y apoyó el mentón en su hombro

— No...

— Por qué ? – hizo un puchero

— Porque son míos

— Que tacaña... Sabes que le pasa a la gente tacaña ? – la pequeña negó con la cabeza – La castigan, la castigan con besitos

La rubia comenzó a repartir besos por toda la carita de Chaeyoung causando que sus dulces y regordetas mejillas se tornaran rosas.

— No

— Sí me das una galleta te dejo tranquila

— No

Chaeyoung se recostó en el pecho de Mina y siguió comiendo con una sonrisa maliciosa.

— Que mala eres – la rubia hizo un puchero y depositó un beso en el cachete de la pequeña.

— Donde está Tzuyu cuando la necesito – se quejó Sana mientras observaba a sus dos menores.