𝐁𝐄𝐁𝐄 |「𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆」

「 Exámen De Matemáticas 」

El timbre acababa de sonar, lo que indicaba que los niños ya podían ir a casa.   Mina iba camino al portón de la escuela, cuando vio a Chaeyoung sentada en una banca cabizbaja y una hoja en su mano. 

— Chae, ¿ qué sucede ? – se sentó junto a la pequeña. No hubo respuesta. – Déjame ver

Mina tomó la hoja de las manos de la pequeña encontrándose con que era su famoso examen de matemáticas. Había una gran " F " pintada en una esquina y múltiples " x ", incluso la maestra se tomó la molestia de poner una carita triste en la parte en blanco.

— Es tu examen de matemáticas... – la pequeña asintió con lentitud – Está bien, te puedo ayudar para la próxima

La pequeña lobita comenzó a sollozar rodeando el brazo de Mina.

— No llores, ¿ sí ? Yo te voy a ayudar a estudiar matemáticas y vas a sacar buenas notas

— E-enserio?

— Si, bebé – acarició el cabello color azabache de la pequeña y depósito un beso en el – Vamos a casa

Cuando iban camino a casa de Mina, Sana decidió unirse a ellas.

— Woah, una F – Sana miraba asombrada la nota de la prueba – Pensé que Chae era buena en matemáticas

— Le cuestan un poco

Chaeyoung bajó la mirada algo avergonzada por su nota llamando la atención de Mina.

— Sana, dame eso – le arrebató el papel a la pelicaramelo y lo hizo una bolita.

— No la voy a juzgar, las matemáticas no son mi fuerte tampoco

— Si, lo sé, pero... – fue interrumpida por Chaeyoung.

— Minari, sabías que el nombre científico del tigre de bengala es panthera tigris tigris ?

— ¿ Enserio ? ¿ Dónde aprendiste eso ? 

— Chae, eres muy inteligente, como supiste eso ? – preguntó Sana asombrada.

La pequeña Chaeyoung se encogió de hombros manteniendo la vista en los autos que pasaban. A veces a Mina le sorprendía lo mucho que sabía Chaeyoung sobre los tigres, era como una Wikipedia viviente.

Al llegar a casa de la rubia, Mina y Chaeyoung le mostraba a la señora Myoui el examen de la menor, ella quería que la mujer lo viera que su madre.

— Enserio está mal – Mina mantenía la hoja arrugada escondida tras ella.

— Vamos, no puede ser tan malo – tomó la hoja – No es cierto, Chaeyoung ?

— Sí, está muy mal

— Una F – la mujer abrió los ojos como platos y recorrió la prueba con su mirada. 

— Yo la ayudaré a estudiar, Omma

— Que bueno porque estoy segura de que tu mamá te va a matar si le llevas otra F

— Minari, mi Omma me va a matar ? – la pequeña jaló la manga de Mina mientras hacía un puchero. Los ojitos color café de Chaeyoung se comenzaban a cristalizar y se veía un poco asustada.

— No, Chae, es un decir

— S–segura ?

— Sip – dio unos toquecitos en la cabeza de la bebé tigre para tranquilizarla.

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Las tres niñas llevaban más de una hora estudiando, la pelicaramelo y la pequeña de cabellos azabaches comenzaban a caer dormidas sobre las sumas y restas del libro de matemática.

— Sana–unnie, no te duermas – la menor de todas sacudía a la pelicaramelo.

— Chae, déjame dormir...

— Déjala, Chae, si ella quiere reprobar matemáticas es cosa de ella

— Minari siempre dice que no es bueno dormir en el suelo porque está frío y te puedes enfermar, Sana–unnie

— Voy a usar tu cama, busca otro lugar para dormir, bebé tigre – la niña mayor se levantó somnolienta del piso y se dirigió a la habitación de Chaeyoung, dejando a las dos menores solas.

— Yo también quiero dormir, Minari...

— Sabes cómo hacer este problema ? – la pequeña tigre lo leyó y negó con lentitud – Entonces aún no podemos dormir

— Minari unnie – lloriqueo Chaeyoung aferrándose a Mina por la cintura – Estoy cansada

— Hoy no voy a ceder

La pelinegra soltó la cintura de su unnie y cruzó los brazos molesta. Mina sonrió ante la escena y siguió explicando el problema que Chaeyoung tenía que hacer. 

La menor escuchaba atentamente, o eso creía la rubia, porque después de unos cinco minutos el cuerpecito somnoliento de Chaeyoung cayó en sus brazos mientras intentaba hacer el sencillo ejercicio.

— Es una dormilona – Mina cargó a la pequeña Chae haciendo fuerza, hasta el su habitación y la dejó recostada en el sofá que esta poseia.

— Sana, quítate voy a acostar a Chae

— Olvídalo, Minari, yo llegué primero

— Te odio – la niña pequeña pingüino acomodó a la pequeña en el sofá, que por suerte era bastante grande y se acostó junto a ella.

Cubrió a Chaeyoung y a ella con la manta favorita de la menor, una rosa con estampado de patitos amarillos, y envolvió a la bebé lobo por la cintura. 

— M–Minari...

— Dime bebé

— Pardo...

— Aquí está – le acercó al pequeño juguete cubierto de pelos – Descansa, perezosa