🌹Capítulo 22🌹

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C A S T I N G

Los Ángeles California - Estados Unidos, Un mes y medio después.

Narradora - Giselle Rousseau

"Ver mi corazón llorando por tus tristes palabras... es la demostración de que el amor no siempre triunfa".

Había transcurrido un mes y medio desde que hablamos por última vez...

Un mes y medio... desde que el ligero tono de su voz se esparció por mis oídos...

Un mes y medio... desde que el cálido tacto de sus manos palparon, rozaron; enmarcaron cada centímetro de mi piel...

Un mes y medio... desde que sus apacibles labios saborearon y endulzaron los míos...

Owen se había ido... y yo no sabía cuándo lo volvería a ver.

Cada vez que cerraba mis ojos, percibía una luz que me conducía al asentado color azul de sus ojos, recordando cada facción de él, cada palabra, cada emoción que me transmitió... todavía seguía impregnada en mí.

Estaba aprendiendo que la vida no se trataba de no sentir tristeza... sino de sentirla y lograr vivir con ella. El sufrir era parte de esta vida, de la vida de todos; no era posible emanar el sufrimiento de nuestro interior tan fácilmente.

Viví tanto alegrías como desilusiones; la tragedia y la soledad no se quedaron atrás. Pero tarde o temprano, todos debíamos morir, y no me refería a la muerte en específico.

Debía morir, para luego renacer de lo que quedara de mí, de las cenizas del pasado.

¿Lo hice?, no completamente. Aún sentía a esa niña asustada e insegura viviendo dentro de mí, ¿Aprendí a controlarla? Tal vez. De alguna manera había creado una especie de barrera en cuánto a como yo era, no podía mostrarme débil ante los demás. Creo que ya estaba extenuada de tantas humillaciones.

Y también sabía que el mundo que me esperaba, la moda, podía ser tanto placentera cómo tormentosa. Y justo ahora, me encontraba en el auto encaminándome a la empresa de la señora Aurora, hoy era mi casting.

Papá era el conductor, mamá iba de copiloto y atrás estábamos Adeline, mi abuela y yo. Aún faltaban como veinte minutos para llegar, y en ese instante mientras mis ojos se avecinaban por la ventana, apreciando las carreteras, recordé a alguien que hizo que una sonrisa discreta se concretara en mi cara.

¿Owen?, pues no. Mi sonrisa que se reflejó de forma inefable era por... Nicholas.

Flash back (Hace un mes y medio)

Mientras miraba mi reflejo en el agua, sollozando, divisé otro rostro, el de un chico.... al que yo conocía muy bien. De un brinco, miré a mi costado... y el chico de mis pesadillas estaba justo a mi lado.

El chico que por un tiempo veía en mis más terribles sueños... existía.

— Tú... — contuve mi mirada en su persona. Era una copia exacta al de mi sueño.

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