L A S O M B R A D E L P A S A D O
Owen estaba empecinado en que le diera una respuesta...
— Está bien. Te acompañaré.
— Bien. Entonces démonos prisa. — me tomó del brazo y salimos corriendo de la universidad hacia su casa. ¡¿Cómo se le ocurre que yo voy a correr varios kilómetros?! Mis pobres pulmones por Dios Santo. Todavía faltaba un poco para llegar, así que dejé de correr para tomar un respiro.
— ¿Estás bien?
— No imbécil necesito recuperar el aliento.
— Wow, okey tranquila no tienes por qué insultarme. — ¿EN SERIO ME PEDÍA ESO?
— ¡Mira Owen, no creas que estamos dentro de una película romántica dónde las parejas corren en cámara lenta en pleno bosque! Por favor.
— Okey okey, no te exaltes, no quiero arruinarlo — al escuchar eso volví mi mirada hacia él... me disculpé por alzarle mi voz de esa manera.
— De verdad, disculpa. Olvida lo que te dije, vamos a tu casa, la pasamos normal y después nos regresamos ¿Te parece?
— Me parece perfecto — me sonrió mientras su mano rozó mi mejilla con suavidad.
Al llegar a su "Gran Mansión" y no miento, si que era inmensa y muy bonita. No le había prestado mucha atención a su hogar la primera vez que vine... Tanto humo y chicos en esa fiesta no me dejó percibir lo espacioso que era el lugar, y muy confortable. Me mostró una mesa de billar en su sala de juegos.
— ¿Qué te parece?
— Es enorme, me encanta. Aunque nunca he jugado, veía a mi padre en fotos de su juventud, era el mejor en esto — le comentaba.
— ¿Quieres que te enseñe? — dudé un poco ante su pregunta... pero acepté.
— El billar consta de una mesa con seis agujeros (troneras), de los cuáles cuatro se ubican en cada uno de los ángulos de la mesa y los otros dos están en el centro de las bandas largas. — me explicaba paso por paso.
— El juego se desarrolla al golpear las bolas (que pertenezcan a nuestro palo) con un taco de billar, para que éstas den a las compañeras y así acaben dentro de las troneras.— Ou, no suena tan difícil.
— No, sólo necesitas mucha concentración y precisión. Déjame ayudarte — me dió el taco (palo) y lo apunté hacia una de las bolas. Al sentirlo detrás de mí hablándome al oído, hacía que mi cuerpo se estremeciera. — Concéntrate... Apunta bien y... — Y golpeé la bola logrando que entrara en uno de los agujeros.
— ¡Lo hice! — grité de la emoción, para la primera vez... creo que fue un golpe de suerte.
Me giré para verlo pero no había predecido que estaríamos cuerpo con cuerpo; muy juntos. Me intimidé un poco, así que al instante marqué una determinada distancia.
ESTÁS LEYENDO
La Flor Negra® [+21]
Romance🥀La oscuridad la dominará... y sus espinas... te masacrarán🥀 La historia de Giselle, una jovencita pura e inocente que será arrasada por las tormentas de la vida y dañada brutalmente por varias personas. Dicen que la venganza es como un apetito i...