🌹Capítulo 10🌹

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D E C I S I O N E S

Lo besé... Fué un impulso. No podía despegarme de sus sabrosos labios, la intensidad cada vez aumentaba que él me empezó a tocar... Pude sentir sus manos calientes en mi espalda. ¡Pero por Dios estamos en un parque! Dije en mi interior y dejé de besarlo... Apenas nos pudimos detener. Notaba a Owen respirando de prisa, fijaba su mirada en mí. Comencé a sentirme incómoda ante sus ojos y lo que hice fué... Dejarlo solo. Me levanté del banco en dónde estábamos y me fuí caminando sin mirar atrás. No escuché nada de su parte, ni un llamado a mi nombre, tal vez si me hubiese nombrado... Quizás hubiese volteado a verlo. Pero no, no lo hizo, y yo tampoco me detendría.

No sé si tomé la decisión correcta de dejarlo ahí, solo, ebrio. Pero él tenía sus problemas y yo los míos.... Eso era lo que pensaba hasta que al pasar los días esa idea en mi mente empezaba a cambiar.

Estaba en la cafetería con mis amigas, Evelyn tomaba su café con leche, Mirella bebía su gaseosa. Por la otra mesa pude ver a Adam con sus amigos platicando muy a gusto, se dió cuenta de que lo estaba mirando así que me guiñó un ojo. Yo le sonreí muy dulce, podía ver que la herida por el golpe que sufrió ya casi desaparecía. Al parecer todo estaba normal... pero sinceramente yo no podía estar tranquila. Habían pasado 2 días en los que Owen no venía a clases, y no es que llegaba tarde y por eso no lo veía, no, no venía a la universidad.

Pasaron 3 días más... en los que me tomé el tiempo de ir a la casa de Adam a cenar cómo se lo había prometido. Me encantó volver a ver a su madre, tan atenta y humilde. Me preparó la famosa y sabrosa "Gogi gui" una barbacoa originaria de Seúl. Sin lugar a duda este plato clásico era la forma más deliciosa de acercarse a la cultura coreana. Y bueno, había llevado toda mi infancia conociendo y probando platillos coreanos gracias a Adam y a su familia: Banchan, Japchae, Bibimbap, Kimchi, etc.

Pero al regresar a la institución vi que Owen tampoco apareció.

Más días pasaron... siempre que sonaba la campana para ir a nuestro descanso, yo corría para fijarme si estaba sentado dónde siempre cuándo se ponía a conversar con sus amistades... pero no, sólo podía ver a sus amigos mientras que en la silla de Owen, no había nadie sentado. Ya sé, tal vez pensarán que no debí dejarlo ese día solo... yo también comenzaba a arrepentirme de eso.

3 SEMANAS DESPUÉS...

Ustedes dirán ahora que ya pasó un buen tiempo y que Owen ya debería haber regresado.... pero no. Ni Mirella sabía que sucedía con él, sólo me contó que hace una semana le llegó un mensaje de texto en dónde Owen le decía que no lo viniera a ver, que necesitaba estar solo. En fin, todas estas semanas esperándolo y fueron en vano.

Cómo ya era viernes, mis amigas me convencieron de pasar el fin de semana con mi familia, que me haría bien para no pensar tanto en Owen. Sabía que ellas tenían razón, necesitaba despejar mi mente, así que les hice caso. Llamé a mi padre y le pedí que pasara por mí después de clases, y así lo hizo.

Siendo las 6:00pm, papá llegó puntual a recogerme. No sé pero hasta Adeline subió al auto con algunas de sus cosas, también pasaría el fin de semana con nosotros... era raro ya que siempre prefería estar con su amiguita la Crystal esa. En fin, después de un largo trayecto llegué a mi casa, abracé a mi abuela quién siempre estaba con su tierna sonrisa cada vez que me veía. Subí a mi habitación y me encerré, como toda chica creo que necesitamos total privacidad.

— Hola guapo — saludé al póster que tenía de Harry Styles colgado en mi pared.

Con los brazos tendidos, me lancé a la cama y esta apaciguó mi caída con su suave y rebotante textura. Dirigí mi mirada hacia el techo, recordando las fases que pasé con Owen, la vez en que me besó... y la vez en que yo como loca con las hormonas subidas lo besé.

La Flor Negra® [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora