🌹Capítulo 21🌹

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U N   N U E V O   C A M I N O

"La distancia y el tiempo
proporcionan calma"

-Franco G Pacheco.


La empresa de modas de Aurora Blake me había enviado el anuncio, de que en un mes y medio debía realizar mi casting para ver la posibilidad de convertirme en modelo, en lo que siempre había querido ser.

Por un lado, estaba emocionada, desde pequeña había soñado con ser una modelo profesional, y poder viajar a distintos países y mostrar mi talento. Pero justo ahora la tristeza abundaba en cada célula de mi cuerpo, como si me manipulara, al punto de arrastrarme a un abismo, al punto de querer obligarme a tirar la toalla.

— ¿Lo estás dudando? — la voz de Adam sonó inaudita.

— Han pasado tantas cosas — suspiré — que quisiera que alguien me diga: ¿Cuál es mi papel en todo esto?

— Tu papel en esta vida, es la de llegar a ser la mejor modelo de los Estados Unidos... y del mundo también — me sonrió Adam, tomando mi mejilla y acariciándola con su cálida y suave mano.

De un impulso, abracé a mi mejor amigo, y también decidí... que lucharía por mi sueño.

— Habrá demasiadas desilusiones en la vida Giselle, pero a pesar de ellas tú debes continuar. Nunca pienses en tirar tus sueños por la borda, porque eso solo lo hacen los mediocres, ¿Eres mediocre? — su pregunta me hizo sonreír, y negué con la cabeza.

— No lo soy, no lo soy Adam.

— Por supuesto que no — me dedicó una sonrisa reluciente y sus labios se dirigieron a mi mejilla para sentirlos impregnarse — Yo estaré ese día, y te daré todo mi apoyo — con sus manos, tomó las mías y las besó dulcemente, sintiendo una vez más el cariño de esa amistad que sabía, que sería eterna.

Adam se quedó horas y horas en mi habitación, haciéndome reír a carcajadas por varios minutos, sintiendo a mi estómago retorcerse al máximo y haciéndome olvidar de mis semanas de depresión.

Escuchábamos música a alto volumen y hacíamos karaoke, yo como siempre cantando a todo pulmón las canciones de Harry Styles a pesar de que Adam no las disfrutaba tanto, pero por mí trataba de aprenderse la letra. Él era más fanático de las canciones de Jeremy Renner, esa intensa y varonil voz con un estilo rockero le fascinaba a mi amigo.

Siendo las 9:30pm habíamos terminado de ver una película muy... ficticia diría yo, el género acción no era lo mío, pero con Adam a mi lado hacía que todo fuera entretenido y cómodo de ver. Mi nana nos había hecho palomitas de maíz que ni siquiera terminé de comer, sólo consumí la mitad... pero Adam devoró cómo un animal todo el contenido, teniendo sus manos embarradas de mantequilla y grasa, al menos ni una palomita cayó al suelo.

Después de lavarse las manos, Adam tomó una de mis almohadas —Ahora sí... te venceré — dijo con tono desafiante.

— Ja, jamás me haz vencido en una guerra de almohadas — le dije tomando otra de mis tantas almohadas. Eran cinco para ser exacta.

— Siempre hay una primera vez — me desafió nuevamente.

A los instantes, me golpeó en la cabeza con mi almohada más grande, él quería ganar haciendo trampa. Tuve que tomar dos para defenderme, golpeándolo por el abdomen y la cabeza mientras en nuestra lucha, nos despeinábamos.

– ¡Tramposo! Esa almohada es inmensa — grité mientras que mi cabello cubrió mi visión, maldita sea.

Traté de acomodármelo con mis manos, pero en ese momento Adam levantó mi cuerpo con sus brazos y me lanzó a la cama. Por consiguiente, él se lanzó a mi lado y empezó a hacerme cosquillas de las cuales no pude librarme.

La Flor Negra® [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora