🌹Capítulo 47🌹

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É L...

Parte I


Narradora - Giselle Rousseau

No podía dejar de sentir repugnancia con cada cosa nueva que descubría sobre Owen.

Y dolía... aún dolía, no iba a mentirme a mí misma. Sin embargo, el dolor cada vez era menor... cada vez era menos el riesgo en caer en una depresión... pues tenía la certeza de que mi corazón lastimado, poco a poco se iba decepcionando de aquel hombre que me mostró lo que era enamorarse por primera vez.

Y al final de todo, nunca estuve segura de si lo que sentía por Owen era amor real. Cada vez me convencía más de que... no lo era.

— No puedo creer que seas capaz de cometer bajeza tras bajeza, una peor que la anterior — le decía con un quebranto en mi voz — Esas fotos... — le señalé el suelo donde las fotos permanecían regadas alrededor — esas fotos me las tomaste en París, lo recuerdas ¿Verdad? Y claro, buscaste la manera de cobrártelas por lo que según tú, yo hice mal.

Mientras yo descargaba mi furia, Owen se mantenía en profundo silencio, solo me miraba... me miraba fijamente y su rostro de seriedad no desaparecía por ningún motivo.

— Estabas molesto porque no hacía caso a tus órdenes. Te enfureciste conmigo porque fui a la fiesta de la señora Aurora, porque bailé con Ansel, me echas la culpa de que te hayan despedido y que tu carrera como bailarín se estanque, me prohíbes que vaya a fiestas y que pasee con mi mejor amigo. Y como no respeté nada de lo que tú me dijiste, decidiste vengarte de mí, ¿No es así? — Estaba harta, cansada — ¡¿… No es así?! — con rabia en mi interior lo empujé sin dudarlo.

Quería que hablara, que se dignara a decirme una palabra en la cara, que tuviera los pantalones para enfrentarme como yo lo estaba enfrentando en este momento.

— ¿No vas a decirme nada?

Él por unos segundos se detuvo a mirar el suelo y, luego sus ojos volvieron a encontrarse con los míos. Podía apreciar esa mirada retadora e imponente.

— ¿Crees que eres la única que está harta de esta situación? — esparció las primeras palabras que fueron como un mal augurio que nos llevaría a una nueva discusión —... Para tu información yo estoy igual de harto que tú... — él me señalaba retóricamente — Lo más frustrante de todo es que te aferras al pasado y parece que no quisieras olvidar todo lo que pasó.

— ¡Todo lo que pasó por tu culpa! Owen, ¡Por tu culpa! — contraataqué. Por unos segundos mis ojos se alzaron para ver un cielo gris y en penumbras — Así que no intentes echar tu lodo sobre mí porque el que se ensució desde hacía mucho tiempo ya, fuiste tú.

El silencio prevaleció por un buen rato. Ninguno de nosotros intercambiaba miradas en ese momento.

Me impresionaba su desfachatez de querer culparme de sus propios actos cometidos y, que tuvieron consecuencias fatales no solo para nosotros, sino que también afectó a terceros.

— A estas alturas... — irrumpió Owen en el silencio — Puedes pensar lo que quieras.

Lo volví a mirar, desafiándolo — No sólo me basta con pensarlo, quiero respuestas, quiero escucharlo de tu propia boca... que bien sirve para besar y causar placer... pues también úsala para decir la verdad... — ya no quería mantener ningún punto de flexibilidad con él, poco a poco, la amargura me había consumido, el resentimiento reinaba en mis entrañas.

Y la oscuridad... lo disfrutaba.

— Habla de una vez... — ya no soportaba su silencio.

— ¿Qué quieres escuchar? — me tomó fuertemente por los hombros pero a los segundos logré zafarme de él — ¡¿Qué quieres oír?! ¿Qué yo conspiré con tu hermana Adeline para que divagara tus fotos en público? — Owen respiraba hondo pero con leve dificultad — Pues si eso quieres escuchar... entonces te digo que es cierto.

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